20 abril 2024
MUNDO

El laicismo y los religiosos

Uruguay es el país más laico de América, si señor también somos los que consumimos en el mundo más whisky escocés per cápita y más kilogramos de yerba mate y carne también andamos en esos parámetros y unos de los países con mayor índice en la tasa de suicidios.

Claro que el laicismo aunque no debería afecta la tensión nerviosa de los sacerdotes cristianos.
Me contaba una señora que por los años 60 en España los curas miraban mal a los que leían la Biblia y la tenían que esconder entre las ropas.

La razón y los credos nunca se llevaron muy bien, más bien se llevaron a las patadas.
El que quiera formarse una opinión clara sobre el teme en general le recomiendo “La Gesta del Marrano” del Dr. Aguinis un distinguido médico argentino de ascendencia judía, que estudia el tema desde el lado argentino y la prohibición por parte de la inquisición de practicar la medicina a los judíos y mirar mal e inclusive enjuiciar a los que tenían muchos libros.

El libro siempre fue mal visto, por cierto.

Ahora apareció un obispo uruguayo, devenido en psiquiatra o algo similar con un nuevo encarre de una teoría al respecto de que el laicismo ha sido negativo en Uruguay e incidió en suicidios.
“Una cosa es la laicidad y otra el laicismo que quiere erradicar toda manifestación religiosa”, dijo el obispo auxiliar de Montevideo, Milton Tróccoli.

El texto de una entrevista con monseñor Milton Tróccoli, obispo auxiliar de Montevideo, sobre la Semana Santa, publicada el 2 de abril de 2015 por el diario El Observador.

“El obispo auxiliar de Montevideo, Milton Tróccoli, fue entrevistado esta semana por Leandro Gómez en El Observador sobre la Semana Santa.

Señaló que “una cosa es la laicidad” y “otra el laicismo que quiere erradicar toda manifestación religiosa”.
A su juicio, eso es lo que “no ha ayudado” a la sociedad.
Puso como ejemplo el tema de los suicidios.

“Cuando miramos el número de suicidios adolescentes, de los más altos de América Latina es una sociedad que ha perdido esa raíz trascendente que le da sentido a la vida.
Eso es fruto de un laicismo que ha tratado de erradicar lo religioso de la cultura y de la persona”, dijo el obispo auxiliar de la capital.
También fue consultado por el mensaje que el domingo de Ramos el cardenal Daniel Sturla dio, pidiéndoles a los católicos que “despierten”.
“Eso es parte de un esfuerzo de nuestra diócesis para que todos los católicos estemos activos y no nos guardemos nuestra fe sino que la brindemos.

Una iglesia en salida”, dijo Tróccoli.

Comentó un lector de la entrevista por internet: “No, Sr. Obispo, el laicismo fue (y es) muy positivo para el Uruguay, para su iglesia y para los uruguayos. El laicismo así como lo concibe, se llama de otro modo, y hay muchos curas que son compañeros de ruta de esa corriente.

¿O aún no se dio cuenta?

La causa (o las causas) de los suicidios y otros males debe buscarlos en otro lugar, empezando por su “casa”.
“El laicismo ha sido negativo en Uruguay” e incidió en suicidios, dijo el obispo
“Una cosa es la laicidad y otra el laicismo que quiere erradicar toda manifestación religiosa”, dijo el obispo auxiliar de Montevideo, Milton Tróccoli

Comentó otro lector del artículo en internet: “Este cura dogmático no va a llegar Cardenal ni a Chingolo, pobreza intelectual, que nace y muere con su pobre intelecto”.
Tuve el privilegio siendo muchacho joven de conocer y tratar al Prof. Dr. Luis Villemur Triay, que supo ser Presidente de la Alianza por la Educación Laica (A.P.E.L.) y el 24 de mayo de 1972 escribió y publicó el documento que transcribo a continuación:
¿Por qué LAICIDAD y no LAICISMO? y ¿por qué EDUCACION y no ENSEÑANZA?

En lo que se refiere a sustituir Enseñanza por Educación para el caso especial del tema que nos ocupa, la razón es muy simple.
Preferimos Educación porque la Enseñanza es sólo una parte de la Educación. Esta es más integral y consideramos que la Laicidad debe mantenerse presente y vigente en todo el quehacer educativo que se vierte desde el niño más pequeño hasta el adulto. En el primero y en el joven adolescente con el objeto de no dogmatizarlos y deformarlos, y en los adultos para no molestar o contrariar sus convicciones.
Y ahora vamos a ocuparnos de algunas definiciones con el objeto de poner en su justo punto el tema. En general y en medios no especializados en asuntos de educación y de enseñanza, existe cierta confusión con respecto al significado y alcance de muchos de los términos que es necesario utilizar cuando nos ocupamos de la Laicidad.

Y voy a apoyarme en mi argumentación en un trabajo titulado “¿Qué es Laicidad”?, .redactado en Mayo de 1959 por un estudioso y erudito en asuntos de Laicidad, nuestro compatriota Néstor Píriz, fallecido el 4 de Noviembre de 1966; en conceptos de Albert Bayet, publicados en 1958 en su libro “La Laicité XXéme. Siécle”, así como en el resultado de mi propia experiencia como educador laico en los liceos e institutos de Enseñanza. Secundaria y Preparatoria. Veamos:LAICO: Esta palabra nos llega desde muy antigua data. De¬riva del latín “Laicus” y del Griego “Laikos”. Significa pueblo en su sinónimo de “profano”, del pueblo, lo que pertenece al pueblo. En el Siglo III la Iglesia Católica dividió a sus prosélitos en dos grupos:
Laicos y Clérigos. Desdé entonces se les llama Laicos a los fieles de la religión Católica que, aunque cumplan con algunas funciones, no son iniciados en los misterios religiosos, ni en la administración de los intereses sagrados, ni en la dirección del ritual religioso. En cambio los Clérigos son los Sacerdotes Ordenados, distribuidos en varias categorías y comprometidos por diversos votos que no es del caso enumerar. Por todo esto es que la utilización de los vocablos “Laico” o “Laica”, atribuidos a la escuela o a la educación, puede prestarse a confusión.

Por ejemplo cuando decimos “Escuela Laica”, es evidente que estamos diciendo “Escuela del Pueblo y Para el Pueblo”, pero no “Escuela en la que no se enseñan Dogmas”, sean estos religiosos, filosóficos, políticos, ideológicos. Por lo tanto cuando queremos dar este último contenido a nuestras expresiones la palabra a utilizar es: LAICISTA; pues aunque Laico usado como adjetivo califica por generalización y costumbre a toda ceremonia, acto o institución donde no se enseñan dogmas y en los que no se hace proselitismo sectario de ningún tipo, así como a todo lo no santificado por la Iglesia, la verdadera denominación a utilizar es Laicista. Un ejemplo común nos marcará esta diferencia: Vemos muchas veces publicados en la prensa anuncios de la Iglesia Católica acerca de reuniones, congresos u obligaciones de “Los Laicos”. Pero nunca se verá que se refiera a reuniones u obligaciones de “Los Laicistas”.

Entonces qué es “Laicismo” y qué es “Laicidad”?
LAICISMO: Es la doctrina o movimiento en el que intervienen los “Laicistas” y que procura independizar todos los servicios públicos y en especial los educativos, de toda influencia dogmática.

El “Laicismo” no quiere servicios públicos en los que se realice discrimina-ción por la causa que fuere entre los distintos ciudadanos, y por lo tanto la “Laicización” de esos servicios al igualar los derechos de todos los ciudadanos cualesquiera fueren sus ideas políticas, religiosas o filosóficas, es la base del estado democrático.
Por lo tanto la palabra “Laicismo” nos está indicando la lucha de los “Laicistas” para obtener los resultados que termino de mencionar. Cuando el resultado de esa lucha es exitoso se obtiene la “Laicización”, y la situación de paz en que se vive mientras esa laicización perdure se denomina “LAICIDAD”.

LAICIDAD: La Laicidad en la Educación es una creación eminentemente francesa, inmediata a la Revolución de 1789. Su creador teórico fue Condorcet (Comisión de Instrucción Pública, 20 y 21 de Abril 1792). Para abreviar digamos que Félix Pécaut fue el fundamentador pedagógico de la “Laicidad”, pero no la concibió con la amplitud que le damos en nuestros días, concibiéndola sólo como antidogmática religiosa. Y es justamente recordando esta concepción limitada de la “Laicidad” que, por costumbre arrastrada por el tiempo, se ha mirado y se mira actualmente por muchos a la “Laicidad” sólo como la Anti religión. En el concepto moderno Néstor Píriz la define “Como la condición naturalmente surgida en el “medio laicista” (el pensamiento, la moral, el método propio de ese medio o clase) medio popular, – heterogéneo en sus credos y opiniones, pero que debe vivir en armonía, en el respeto recíproco de las diversas opiniones, buscando cada parcialidad por su lado, en el intercambio fecundo, el perfeccionamiento para la mayor felicidad humana”. “Si la Laicidad desaparece o amenaza perderse, aparecen de inmediato los totalitarismos, los sectarismos y los dogmatismos”. “Podemos decir también que la Laicidad es un aspecto del Derecho Natural, es nuestro derecho a no ser esclavizados por dogmas; es nuestro derecho a ser respetados en la libre formación de la personalidad, y en la libre expresión del pensamiento, y también es nuestra obligación de respetar idéntico derecho en los semejantes”. “La Laicidad es un método de educación y de enseñanza, y es también un método de relación humana, de intercom- prensión social y comunicación de las ideas fundamentado en la conducta adogmática y asectaria de cada hombre”. “No es una filosofía más, es una actitud positiva y progresista”. “Es un movimiento de pro”. “No le preocupa la existencia de dogmas, pero no reconoce el derecho a dogmatizar”. “No le interesa que existan sectas, pero no reconoce el derecho a sectarizar”. “Frente a la posición de las sociedades sectarias que sostienen, que en la disciplina del pensamiento y en la unidad absoluta de un credo reside la grandeza de la nación, la Laicidad sostiene que el perfeccionamiento humano, así como la investigación de la Verdad, nunca son definitivos”. “El ideal de la Laicidad consiste en la diversidad de opiniones, y en la tolerancia de la oposición”. “Dicen las sociedades sectarias: tu piensas como yo, eres mi hermano; tu no piensas como yo, eres mi enemigo”. “Dice la Laicidad: tú piensas como yo, eres mi hermano; tú no piensas como yo, doblemente eres mi hermano, juntos, en la diversidad de opiniones continuaremos buscando el camino de la verdad, y así iremos per-feccionando la vida”. “Por lo tanto Laicidad es armonía en la diversidad. ..” . .Yo no impongo, expongo, propongo…” (Néstor Píriz).

Al respecto nos dice Albert Bayet (Laicité XXéme. Siécle (1958); “Ha llegado la hora de no mirar más la diversidad de las ideas como un mal que hay que combatir, o un semi mal que hay que tolerar soportándolo a regañadientes. Es necesario ver en ella un bien que debemos desear todos porque es “una riqueza común”. “Convencido de estos conceptos, los Laicistas podemos tender la mano tanto a los fieles de todas las religiones, como a los que sostienen las diversas corriente de opinión”. “A los que afirman como a los que dudan, a los que saben como a los que investigan, .. .es decir a todos los que piensan”…. “La concepción sociológica de la verdad que dice: “Nada de lo que es humano me es extraño”, nos invita a ver en los aspectos más opuestos del pensamiento una riqueza humana, y nos abre una vía no a una uniformidad que en el fondo nadie desea, sino a una comunidad de esperanzas, de reciprocidades y de confianza”. “El mundo oscila entre la idea de un bien, en el que apenas se atreve a soñar, y la idea de una catástrofe de la cual apenas osa medir el horror”. “El destino de la especie humana depende de la elección que se haga entre las rutas de muerte y las rutas de vida… La rueda de la Historia duda… Proclamemos el deber de todo ser que piensa de dar sin limitaciones todo lo que haya de mejor en sí mismo para que se cierren las rutas de muerte y se abran las rutas de vida”. “No se debe perder de vista el sentimiento de la misión a cumplir, que es la de que, en la lucha por la libertad, no separar el propio destino del de los demás hombres, y la de emprender contra el odio la ba-talla del amor”. “En un mundo lleno de contradicciones, en el que se ha frustrado hasta el momento la posibilidad de bienestar para todos los seres humanos, y en el que se frustra la ciencia al permitir que concepciones vetustas pero vigentes nos paralicen y nos arrastren al límite de un desastre atómico, sin medida, sin excusa y sin mañana, la Laicidad es el único camino, y a su contenido metodológico y a su nombre evocador debemos aferramos”. “Ella no es una concepción perimida. Si la Laicidad Siglo XIX tuvo sus objetivos, la Laicidad Siglo XX tiene los suyos que son: en el plano de la inteligencia sustituir lo absoluto por lo relativo, lo inmutable por lo variable, la letra que mata por el espíritu qué salva”. Y agreguemos sustituir el fanatismo que ciega por la duda que descorre velos y especialmente por la RAZON que esclarece.””

Vayan esta líneas a la memoria del preclaro y muy querido por nosotros Luisito, aunque éramos muy jóvenes y el un hombre de provecta edad, pero de un espíritu muy joven.
Toda su vida fue para la enseñanza y no fuimos sus educandos, sino sus alumnos en la vida que debe vivirse.

2 comentarios en «El laicismo y los religiosos»

  • Japón es una de las sociedades mas relijiosas del mundo y tiene uno de los mas altos indices de suicidio mas que nada en gente joven.

    No hablamos del Harakiri o el Kamikase porque eso es una inmolación y no un suicidio. La inmolación es aceptada por todas las religiones incluso la cristiana, ya que la crusificción, fue una inmolación.

  • Por Dios…. Jorge H., haz uso de algún corrector ortográfico!

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