20 abril 2024
CRÓNICAS

El tema no es la humedad

Tenía pensado empezar una serie con los grandes del fútbol uruguayo, pero después de todo lo que se habló con lo de Defensores del Chaco, lo dejamos para más adelante.

Pienso con lo que viene en este artículo, que el gobierno confunde gobernar con prohibir, que la manteca en el restaurante, que el no consumo de alcohol, con el ni oler la copa para manejar, ahora vuelta otra vez con el alcohol, como lo fue con la velocidad de los vehículos, le merienda de los gurises, el cigarrillo, pero si a la marihuana y arreglaron en que se pague en efectivo, lo de la maruja recién empieza.

Entrando en el tema

Dijo el presidente Vázquez: “la idea no es crear una ley seca”.

Simplemente le está sacando al oriental uno de los lugares de encuentro e intercambio cultural, como es el boliche, la universidad del boliche, que junto con la de la calle cultivan en la vida al hombre común, común pero no iguales, sino cada uno con su personalidad.

En los 60 y 70 había sobre 18 y sobre las paralelas en cada cruce de calles, entre uno y cuatro bares, salvo que fuera el cruce con una diagonal, lo que daba más esquinas y podía haber más boliches..

En la zona de los hospitales, hoy llamada Canaro y Br. Artigas, quedó una pizzería y la Giralda, lugar donde había varios bares y lugares de comidas, en mérito a la cantidad de gente que circulaba por el Hospital Pereira Rossell y las mutualistas, donde la gente que venía del interior a cuidar sus enfermos, se hospedaban en pensiones, y algún hotel y en algún lado tiene que hacer muelas.

Menos mal que de ley seca se trata, porque en aquellos tiempos en EE.UU. el gánster Al Capone, manejaba el negocio del whisky negro, no por el color del licor ambarino, sino porque manejaba monopólicamente el mercado negro, a punta de revólver, ametralladoras, como la masacre de San Valentín en que disfrazados de policías asesinaron a una banda de la competencia.

Al Capone no fue preso por sus múltiples crímenes, sino por evasión tributaria.

Con la nueva norma el campeonato nacional de truco cagüipe, porque se prohíben los concursos, torneos o espectáculos que promuevan el consumo de alcohol, con excepción de las catas, no es favoreciendo a las Catalinas y aclaro que no me comí una r, simplemente las catas como promoción de una nueva mezcla de vinos, y no cartas como las que se utilizan para jugar a las barajas.

Jugar al truco, sin alguna bebida que fomente la voz aguardentosa y galponera que grite “con ley de juego está todo dicho”, es sin gracia, es aburrido, es como bailar con la hermana, porque no sirve como apronte para nada, y para reventarla en los boliches los obligan a tener esos bidones que sirven agua sin gorgoritos, o la obligación de tener agua envasada.

Se va a oxidar un pueblo, con tanta agua para apagar ningún incendio.

Los viejos curdelas van a tener que llevarse la petaca a la oficina y como quien no quiere la cosa, rumbear para el “ñoba” y darse un toque de cuando en vez.

Y cuando el tipo le entre el síndrome de abstinencia, se tendrá que bancar un 15% en la tanda de publicidad o auspicio de espectáculos públicos mensajes educativos y preventivos del uso o abuso del alcohol, en especial la promoción del consumo irresponsable.

Por lo general los curdelas le prenden con total empeño y responsabilidad de lograr la finalidad perseguida de mamarse hasta las patas si la plata les da y si no les da piden fiado.

Me acuerdo de un empleado de una oficina pública que tenía la botella de grappa atrás de los biblioratos y las coimas se la dejaban en el boliche de la esquina en determinado número de copas.

El hombre en horario de verano arrancaba a las 7 de la mañana a darle a la grappa de entre los biblioratos y cuando salía al mediodía rumbeaba para el boliche de la esquina a recaudar las atenciones de sus clientes particulares.

Se tenía que aflojar el cinturón para que el peludo le llegara hasta las patas.

Había otro que le decían “Morisqueta” por la caripela que le quedaba cuando quedaba adobadito, le decía también Moglia, por aquel gran campeón del basquetbol, porque cuando entraba al boliche cantaba “doble”, a aquellas grappas que servían en los vasitos culones.
Acaban de anunciar que cerró el Vaccaro del Goes, donde escribía el Dr. Juan Carlos Patrón, “Procesado 1040”.

Los que vayan a los velatorios de la empresa de la vuelta, tendrán que aguantarse a pico seco, aunque velorios eran los de antes, en la casa del finado, con una botella de caña o de grappa, que iba dando la vuelta alrededor del sobretodo de madera con el homenajeado adentro y por su orden y turno, cada uno de los dolientes y algún garronero solidario colado, también le daba un besito por el pico a la más bella, la botella, y era la llave que le daba entrada a la hora de los cuentos verdes.

Claro que ahora hasta los velorios son una desgracia, un par de horas, con caja tapada y a guardar.
Coronas, no corren porque con lo que cuestas para lucirla un ratito, y capaz que piensan que es un aviso de la cerveza mexicana y caen con la clausura y la multa.
El Sabalero y el Canario Luna serían cantores en la Lotería, porque esa voz aguardentosa no se fabrica con te de tilo, o agua helada, de donde iban a sacar tema, menos mal que no tuvieron que soportar estas presiones de tomar contrarreloj impuestas por el oncólogo mandatario.

En el “Yo Yo” de la calle Andes, donde Carlitos Roldán, antes, durante o después de la función, iba al mostrador y le pedía al dueño del Bar que le sirviera un whisky generosamente doble, sin hielo porque el hielo le “jodía” la garganta para cantar, eso lo sentí yo como mis tiernos e infantiles oidos.

Hoy con el tiempo transcurrido, no sé si sería el hielo o el whisky, o ambos, en Andes y Colonia, ya no está ni Carlitos Roldán, ni el Teatro Artigas, ni el boliche “Yo Yo”, tan es así, que el teatro terminó siendo un estacionamiento de automóviles.

Carlitos fue uno de los buenos cantores de tango nuestros y también actor de teatro y de radioteatros, Belarmino Porcal, así era su verdadero nombre, nacido en 1913 en el barrio La Comercial murió en 1973 en Buenos Aires, lugar donde la noche, el teatro y las radios, con sus fonoplateas le daban para vivir mejor y de cuando en vez, se escapaba a Montevideo, hacía unas cuantas entradas en los teatros y en la radio que era un medio de vida para los actores en aquel entonces.

Me olvidaba del Mincho Bar en la calle Yi, donde punteaba en el fondo el mostrador una de las mejores plumas del diario El Día o el que está en la otra esquina, con la calle Colonia, que también era un refugio de periodistas, pero más ateos en la religión de las copas y en la esquina de 18, el Facal con una sandwichería de primera.
El Mincho Bar, cerró no hace mucho, y con estas leyes a contrapelo, Montevideo, va perdiendo los lugares de encuentro de los personajes de la noche, filósofos y poetas del escabie.

¡Qué saben los pitucos, lamidos y shushetas!
¡Qué saben lo que es tango, qué saben de compás!
Aquí está la elegancia. ¡Qué pinta! ¡Qué silueta!
¡Qué porte! ¡Qué arrogancia! ¡Qué clase pa’bailar!
Así se corta el césped mientras dibujo el ocho,
para estas filigranas yo soy como un pintor.
Ahora una corrida, una vuelta, una sentada…
¡Así se baila el tango, un tango de mi flor!
Así se baila el tango,
sintiendo en la cara,
la sangre que sube
a cada compás,
mientras el brazo,
como una serpiente,
se enrosca en el talle
que se va a quebrar.
Así se baila el tango,
mezclando el aliento,
cerrando los ojos
pa’ escuchar mejor,
cómo los violines
le cuentan al fueye
por qué desde esa noche
Malena no cantó.
¿Será mujer o junco, cuando hace una quebrada?
¿Tendrá resorte o cuerda para mover los pies?
Lo cierto es que mi prenda, que mi “peor es nada”,
bailando es una fiera que me hace enloquecer…
A veces me pregunto si no será mi sombra
que siempre me persigue, o un ser sin voluntad.
¡Pero es que ya ha nacido así, pa’ la milonga
y, como yo, se muere, se muere por bailar!

La letra describe bien lo que es el título de esta pieza, “Así se baila el tango”.
Me había olvidado de El Jauja, era polifacético, café sí, pero también servían con aquel ginfizz satirizante, que después del tercero uno quedaba perdidamente enamorado de la dama acompañante y querer todo ya!!!,a una edad en que como un toro, uno atropellaba cualquier bulto que se meneara, claro que no era solo un lugar para el aguante y tomar ginfizz, y como lo preparaban, sino también se cocinaban las cosas que ocurrían en las Cámaras en que funcionaban la política y las Cámaras en el Cabildo.

El Jauja era un boliche doble o triple propósito, ambos amorosos, un aguantadero para la política y los políticos y las parejas del entorno.

Las Giraldas, la de 18 y Andes, demolida por el advenimiento del Palacio Salvo, si el del tendero don Ángel Salvo, qué época en que un tendero hacía el palacio más alto de Latinoamérica, el viejito bueno al que hizo asesinar su yerno Bonapelch, pagando para ello a un taxista de apellido Guichón, para regalarle una casa que tal vez nunca uso a “El Mago”, Carlos Gardel, en el límite de Punta Gorda y Carrasco y en el boliche pretérito de marras fue donde hace cien años Matos Rodríguez estrenó La Cumparsita, a pura oreja.

La Giralda de 18 de Julio y Br. Artigas, que tuvo tiempos mejores y hoy se encuentra muy venido a menos, lugar de encuentro de libres pensadores, café mediante.
Claro que para ir a la universidad de la calle, no hay necesariamente que ir a tomarse una “cañufla”, o una “grappulina”, sino que se consume mucho café, (el té es para las damas y va en las confiterías) y sobre todo en los que fueron escuelas de intelectuales, como los Sorocabanas (lleno de intelectuales sin un mango), o el Montevideo (una sucursal del diario El Día con los hermanos Batlle Pacheco, la tercera o la cuarta de la izquierda, en su mesa clásica, algunos decían que lo redactaban al diario en el café), los Tasende (hoy meras pizzerías), el Libertad (café y mujeres de la noche), el Halcón (al lado de la Jefatura donde era una academia de jugar a la generala y sospecho que por dinero), el Lusitano y su sandwichería (18 y Médanos, hoy Barrios Amorín), el Tupi en sus tres versiones, la última al lado del liceo Rodó en la calle Colonia, al que conocí y frecuenté en mi adolescencia y me enseñaron y aprendí a fumar, conocí a Eduardo Víctor Haedo, un maestro de la política (su frase: “Que hablen mal de mí, pero que hablen”), la primera o segunda versión la conocí siendo un niño.

Hace unos años me venía caminando de Sarantí y 33 hasta 18 y Sierra, hoy Fernández Crespo y tenía necesidad de ir a un baño y se me hicieron muy largas las cuadras, y notoria la carencia de un bar.

La universidad del boliche, que educa e instruye más que la cátedra magistral, está en crisis y cerrando los grandes templos del café, de la caña, de la grappa.

Ya los jubilados no levantan más quiniela en los boliches, ni lustran zapatos los mal llamados lustrabotas, oficio para chiquilines o veteranos, con un cajón, un banquito, una franela y un par de latas de pomada.

En invierno que lindo calorcito que daba a los pies, la pasada fuerte de franela con la lustrada, he pensado varias veces en que los tacos de los zapatos tendrían que tener una batería para calentar la suela en la fría estación.

Los championes (zapatillas para los porteños) no se lustran y el cuero descarnado tampoco y el charol, era un negro que cantaba, porque zapatos con esa terminación no se ven, creo que murieron mucho antes que la corbata, y el “Ud.” respetuoso de las empleadas a los veteranos, cuando entran a una tienda o le pretenden vender la afiliación a una emergencia o servicio de acompañantes, te chechean abierto y sin asco.

Paro con el Montevideo que se fue para no más volver y que todo sea para bien.

3 comentarios en «El tema no es la humedad»

  • Es de locos prohibir el whisky aparate se contradicen porque se puede fumar porro pero no tabaco, y se puede tomar un te de maruja pero no whisky no se entiende nada alguie que le explique que se contradicen loco

  • Que mentiroso dice que no es ley seca pero hace lo mismo que la ley seca. Por suerte estas son de las cosas que le quitan popularidad tanto a Vazques como a todo su partido asi que dejalo que sigan por ese camino. Lo que hay que prometer ahora es que no se va a prohibir nada de eso, que se van a bajar el vino y el wisky y los fasos denuevo y listo y que se va a poder fumar en cualquier lado como antes y listo
    No avivemos giles.

  • Andaaaaa con que acompañas la mesa de truco con el te de las 5? y el picadillo del asado….con un cafe con lecha…………
    Lo peor de todo es que yo no veo de que lo discutamo mucho ni los colorados ni los blancos como que no se meten como que no dicen que si subimos al gobierno vamos a delogar ests leyes que perjudican a la gente

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