Kepler, el cazaplanetas
Cuando sus días ya habían pasado, pues luego de un fallo la NASA lo dejo a la deriva en el 2013, el telescopio resucita. Parece que dijera; “Yo sigo cazando planetas”.
El satélite espacial Kepler, partió del Cabo Cañaveral el 6 de marzo del 2009 provisto de uno de los telescopios más potentes del momento. La misión del satélite es, encontrar planetas similares a la Tierra. Estaba previsto, que la vida útil de Kepler sería entre 3 y 5 años sin embargo, en el 2013 se produjo un fallo en el reinicio del sistema en la rueda de estabilización, que lo habría dejado parcialmente inútil. Y la Agencia Espacial EEUU, lo daba por muerto.
Según los técnicos, el fallo en una de las ruedas estabilizadoras es grave para la misión que desempeña, dado que el telescopio localiza planetas extrasolares fijándose durante largos periodos de tiempo en una estrella, la cual descubre los planetas que la órbitan por las oscilaciones en el brillo que emite la estrella. Por lo tanto si la Kepler no podía mantenerse estable durante el periodo de observación de la estrella, no podía dar los datos precisos que se necesitan para localizar planetas, pero expertos del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica (CfA), por sus siglas, señalan que el informe de mal funcionamiento de la Kepler “es exagerado”. Los ingenieros han logrado crear una rueda de reacción virtual con un nuevo software para corregir los errores, el fruto de las pruebas realizadas se convierte en un nuevo planeta descubierto, el planeta HIP 116454b.
El planeta HIP 116454b, tiene un diámetro de 32000 kilómetros, dos veces y media el tamaño de la Tierra. El espectrógrafo HARPS-North del Telescopio Nazionale Galileo en las Islas Canarias mostró que pesa casi 12 veces más que la Tierra. Esto convierte a HIP 116454b en una supertierra, una clase de planetas que no existe en nuestro Sistema Solar. La densidad promedio sugiere que este planeta puede ser o bien un mundo de agua (compuesto en unas tres cuartas partes de agua y una de roca) o bien un minineptuno con una extensa atmósfera gaseosa.
Ser un caza planetas como decis vos no es facil, para un ojo humano es dificil ubicar un planeta de entre todos los cuerpos celestes. Imaginate que lo que esta mirando en este momento Kepler demora casi 1/2 hra en llegar a la Tierra. un planeta reone determinadas condiciones, tiene que orbitar una estrella, tiene que tener luna, atmosfera carbono14, agua para que haya oxigeno…etc…si a Kepler se le traba el estabilizador del telescopio es como si se quedara ciego, por suerte los bochos le prepararon otro sof que les reabilito el telescopio que aparentemente funcionara hasta el 2016….
saludos de navidad y fin de año.
No son muy acertados esos conceptos que indicas en el comentario anterior, ninguna de esas condiciones que alli detallas son requerimientos para ser planeta, Mercurio por ej. no tiene una luna ni atmosfera, lo del carbono 14 un divague total, agua es lo que se quiere encontrar en alguno de los cientos de planetas extrasolares ya descubiertos y el hecho de no haberla encontrado no quiere decir que dejen de ser planetas, es una condicion escencial para la vida como la conocemos (no quizas para otro tipo de estructuras “vivas”). A lo que se refiere el articulo son los giroscopios que se usan para orientar la nave en una dirección, escencial para este satélite que fotografía por largos períodos una determinada región del cielo y analiza varios miles de estrellas que allí aparecen buscando sutiles cambios en el brillo, el hecho de trabajar fuera de la atmósfera le garantiza una estabilidad en las imágenes que no se logra aqui en tierra, eso le permite detectar ínfimas fluctuaciones en la luz proveniente de esas estrellas en el campo de la imágen obtenida, método del tránsito, fue así que descubrió en poco tiempo varias decenas de planetas extra solares. Simplemente un comentario para aclarar las cosas y no desinformar a los lectores, lo de la 1/2 sinceramente no lo entendí 🙂 Felices fiestas