25 abril 2024
CRÓNICAS

La Batalla de Las Piedras y los bravos gauchos

La ilustración precedente es la más criolla de las que pude encontrar, porque los gauchos de Artigas, no fueron con caballos blancos, tipo percherones a la usanza europea o al Carrasco Polo Club, como lo pintaron mal en los libros de historia.

Eran caballos de campo, no había uniformes, la mejor arma con que contaban era el coraje, el ataque tipo malón y desprecio por la propia vida, en pro de una lucha tras una libertad que conocieron después en los fogones de la Patria con José Gervasio Artigas.

Los de la Logia Lautaro no podían ver un chiripá porque se crispaban, porque el gaucho eran la indisciplina por principio, en lo contrario a una burocracia urbana, dejemos que las cosas se den como se dieron y no como las fabricaron para que esos americanos fueran más europeos.
Vayamos a lo nuestro.

Estuve buscando en el nomenclátor urbano de Montevideo y no existe ninguna calle Aranjuez, ni siquiera por el concierto de guitarra de Rodrigo titulado Aranjuez y el motín de Aranjuez ni por las tapas.

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Claro que tenemos cientos de calles Oficial I, Av. De 17 mts., pasaje peatonal letra tal, o sea calles anónimas por falta de nombres y la historia nuestra está llena de seres que murieron peleando por la libertad de la patria y ni siquiera tenemos una llama votiva por el “gaucho desconocido”.

Todo empezó, a mi real saber y entender cuando Napoleón Bonaparte, sacó del medio a la Corona Española con Fernando VII al frente y el infante de Paula (Francisco) siendo un adolescente salió llorando, cosa que encolerizó al pueblo español contra el emperador, que se autoproclamó oportunamente y se puso la corona a si mismo y coronó a su hermano José Bonaparte, apodado Pepe Botella, por su apego al contenido de ella.

Todo eso fue la mecha revolucionaria que produjo aquel 2 de mayo de 1808, una explosión que estallo en mayo de 1810 en Buenos Aires y en las restantes colonias hispanas.

Claro que éramos todos hermanos, éramos todos parientes, contra quien se peleaba, el Rey de España para los montevideanos era su Rey y en Buenos Aires pasaba lo mismo.

Pero cuando las cosas demoraron un poco, Artigas, Capitán de Blandengues cruzó a Buenos Aires, por Colonia del Sacramento.

Ahí empezaron los famosos Gritos, el nuestro fue el de Asencio a orillas del arroyo del mismo nombre, donde Venancio Benavidez y Perico el Bailarín, dieron el heroico grito y empezó a arder la patria, pero contra Elío que había trasladado el gobierno español de Buenos Aires a Montevideo.
Artigas cruzó para volver por Paysandú y vino bajando muy asistido por sus amigos los indios.

En Buenos Aires la Junta de Mayo mandó a Belgrano a sofocar la resistencia española en Paraguay y le fue mal, muy mal, por esa alergia a los gauchos o más bien a los chiripás.

La Junta mandó a Rivadavia a sujetar a los españoles en el Alto Perú y le fue peor, por el mismo tema, adolecían de gauchitis crónica.

Estos dos señores que tienen sendas avenidas importantísimas en Buenos Aires y una calles en Montevideo, fueron los que pergeñaron la idea, de casar al infante de Paula, Francisco, con una princesa Inca, o sea cruzar la sangre hemofílica de los borbones con la indígena, producto de la unión de dos hermanos como era la costumbre de los herederos del sol. Costumbre incestuosa similar a la de los faraones del Egipto.

Los de la Logia Lautaro, eran los de la élite y el mejor por lejos era Mariano Moreno, los demás eran aristócratas, bien alejados del pueblo y con ningún mando sobre los gauchos que eran libres por nacimiento.

Mariano Moreno, el mejor de ellos, como lo dije, cuando iba para Inglaterra lo cayeron por la borda del barco y no llegó nunca.

Claro que la defensa de Elío fue bastante mala, porque usó un ejército con dos piezas de artillería, claro que no eran soldados, eran marinos, reforzados con 100 presos del Cabildo.

Los marinos no están acostumbrados a que le deserten sus soldados porque no se pueden cambiar de barco en la batalla, pero los presos del Cabildo, cambiaron de bando al poco rato.

Los españoles estaban muertos de hambre porque los paisanos, sus paisanos no les arrimaban ganado.

En una razzia le levantan 3000 vacunos, 3000 ovinos y 1200 caballos a don Martín José Artigas, padre del padre de la patria.
La batalla de las Piedras fue una batalla entre parientes y amigos, porque los alzados, hasta unos días antes, eran parientes o vivían en la propia ciudad o en la zona de influencia, sin perjuicio que Las Piedras eran unos pocos ranchos, no llegaban a 10.

La cosa empezó a las 11 de la mañana y terminó a las 4 de la tarde, sobre un suelo totalmente enchumbado, porque había llovido sin parar durante un par de días antes, un mayo más o menos como este que estamos viviendo.

No se aplicó aquello de no tomar prisioneros, pasar a degüello a los derrotados, porque como dije eran todos parientes o conocidos.
Las armas con que nació el ejército nacional fueron dos cañones, algunos revólveres y tacuaras que con media tijera de esquilar en la punta atada con tientos, se hacía lo que era una perfecta lanza, pero la llamaban castizamente, pica, como la que se usaba para los bueyes en la carreta, prima hermana de la que se usa en las corridas de toros.

La caballería patria era más importante que la española, porque los gauchos seguían llegando.

Hubo 20 muertos del lado patriota y 30 de los españoles. Y el doble de heridos por cada bando.

Muy importante para la etapa inicial, pero pero no fue la tal batalla, sino que fue una batallita, de acuerdo con el número de combatientes, muy bajo al lado de lo que se estaba jugando.
No fue Trafalgar, no fue Waterloo, ni la toma de la Bastilla, pero para nosotros los orientales tuvo la fuerza de tales por lo que significaron para la patria en aquel entonces.
Se tomaron 420 prisioneros de los cuales 180 se pasaron para el bando de Artigas.

No se utilizó la costumbre de no prisioneros por lo dicho precedentemente.
Esta batalla o batallita fue la que le sacó las castañas del fuego a la Junta de Mayo con los fracasos de los antigauchos, Belgrano, Rivadavia y el futuro prófugo de Artigas don Manuel de Sarratea, buen traidor.
Tuve el placer de pisar la costa del Asencio donde bailaron el cielito Venancio Benavides y Perico Viera, el Bailarín, y allí se siente el olor a patria.

El timbó agoniza después de más de 200 años, nadie hizo nada por él, ni le aportaron un camión de tierra, reclamo que le hizo el suscripto vía mail al Intendente de Soriano oportunamente y sin ningún resultado positivo y es el mejor monumento viviente, hasta que termine de secarse, del grito de Asencio.

Es una pena que los niños, hoy por hoy, no disfruten de nuestras efemérides con el fervor con que nos hacían gozarlas nuestros maestros el día que teníamos que ir con la moña batarasa.

En Las Piedras el 18 de Mayo se constituía el Gobierno en pleno y no personal subalterno.

El dictador Santos hizo traer los restos de Artigas de Curuguaty, Paraguay, como forma de consolidar el origen de la nacionalidad, no por pasear unos huesos que después estuvieron meses abandonados en la aduana.

Artigas es un símbolo, como lo es la bandera el escudo patrio legal el de los cuarteles, y no ese invento de un medio sol naciente o en el ocaso que atrevidamente pretende sustituirlo sin ley que lo ampare, con el cerro, el caballo, la balanza y el buey, la bandera, el himno cantado en su verdadera forma, aunque el autor de la letra, Francisco Acuña de Figueroa, era un realista y el fervor patrio le vino por las circunstancias de ser perdedores y por necesidad de vender sus versos, lo mismo que cuando escribió la letra del paraguayo.

4 comentarios en «La Batalla de Las Piedras y los bravos gauchos»

  • Muy buen la historia de Don Martín José Artigas y de la batalla de las piedras que data aqui que fue entre conocidos y parientes y ahora me doy cuenta del porqué fue tan cabalerezca..

  • demasiado largo !RESUMANLO! HOLA ESTAMOS EN EL SIGLO XXI NO EN SIGLO XV. debe ser mas moderno como FOTOLOG

  • Me gustó mucho lo que leí aquí y me emociona bastante, reconozco el valor del gaucho y la diferencia entre ser un país de gran extensión territorial así como muy poblado y ser un país valiente, pues me identifico con mi propio Uruguay por ser luchador y pionero. En la historia Uruguay ha sido pionero no solamente en episodios como este de lucha por la independencia, sino también en el fútbol como sabemos y este es el valor del ser uruguayo, la famosa y tan comentada garra charrúa.

  • Resumir la historia… ilustre representante de los nuevos tiempos, Irina si te parece muy larga no la leas, porque tal vez aprendas algo y te pueda hacer mal. Lee la mita del principio o la mitad del final, si total es gratis.

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