23 abril 2024
CRÓNICAS

Secretos de los mimos y los garrotes de la historia

Todo lo que no sabemos o no se nos ocurre el origen se lo endosamos aun dios o a un visitante extraterrestre.

No es un invento nuestro, sino que tiene muchísimos miles de años y los que eran unos cracks en eso fueron los antiguos griegos.

Los dioses que inventaban tenían su reflejo en la tierra y una conducta humana a más no poder.

Un profesor de Literatura en el viejo Iava definió el Olimpo como un verdadero conventillo, que los planes que les llegaban no eran de los reyes terrenales, sino de la propia ignorancia de los usuarios, los cuales entreveraban la cosa y los que practicaban malas artes en la tierra, se respaldaban en un dios.

El homosexualismo era una práctica corriente y no hacían manifestaciones por el Ágora.

El amor platónico es un sentimiento de amor idealizado, en que se abstrae el elemento sexual, caracterizado por ser irrealizable o no correspondido.

El amor platónico se entiende como un amor a distancia, basado en la fantasía y de la idealización, donde el objeto del amor es el ser perfecto, que posee todas las buenas cualidades y sin defectos.

Además de utilizarse para referirse a un sentimiento, ‘amor platónico’ también se utiliza para referirse a la persona amada e idealizada y que provoca este sentimiento.

En la actualidad se suele utilizar este concepto con estos significados aunque es una variación de la idea de amor para Platón.

‘Amor platónico’ fue utilizado por primera vez por el filósofo florentino neoplatónico Marsilio Ficino en el siglo XV como un sinónimo de amor socrático. Ambas expresiones se refieren a un amor centrado en la belleza del carácter y en la inteligencia de una persona, y no en su apariencia física.

La expresión cambió de concepto gracias a la obra de Sir William Davenant de 1636, The platonic lovers (Amantes platónicos), donde el poeta inglés se refiere al amor como la raíz de todas las virtudes y de la verdad.

El amor según Platón

El concepto de amor platónico hace referencia a la concepción del amor para el filósofo griego Platón que trata esta idea en su obra El banquete. Para él, el amor era algo esencialmente puro y desprovisto de pasiones, porque estas son esencialmente ciegas, materiales, efímeras y falsas. El amor platónico, por lo tanto, no se basa en intereses, sino que está basado en la virtud.

Platón también creó la teoría del mundo de las ideas, donde todo era perfecto y que todo en el mundo real es una copia imperfecta de ese mundo de las ideas.

El amor platónico, desde este punto de vista, significa también que es perfecto, pero que no existe en el mundo real, sólo en el mundo de las ideas.

Amor platónico en Psicología

La Psicología sitúa el origen de este tipo de sentimiento en posibles causas como la introversión, la inseguridad e inhibición emocional. Aparece especialmente durante la adolescencia y la juventud.

Sentir o tener un amor platónico en algún momento de la vida es algo habitual.

Cuando se convierte en una obsesión que genera frustraciones conviene recordar que este tipo de amor está basado en una idealización que no se corresponde con la realidad y que se trata de una relación imposible o difícil que establecer.

En una palabra el amor platónico tenía mucho cultural pero no tenía nada de sexo, aunque los preceptores usaban sexualmente a sus alumnos.

La relación de Aquiles con Patroclo no tenía sexo?

En la antigüedad clásica escritores como Heródoto, Platón, Jenofonte, Ateneo y muchos otros exploraron los aspectos del amor homosexual en la Antigua Grecia.

La más extendida forma de relación sexual homosexual se daba entre hombres adultos y jóvenes adolescentes, conocida como pederastia.
No está claro cómo se veían las relaciones entre mujeres en la sociedad, pero existen ejemplos tan antiguos como el de Safo de Lesbos.

Kílix ático (siglo V a. C.) que representa un amante besando a su amado.
Las representaciones de escenas pederastas son abundantes en el arte griego.

En la Antigua Grecia no se concebía la orientación sexual como identificador social, cosa que sí se ha hecho en las sociedades occidentales en el último siglo.

La sociedad griega no distinguía el deseo o comportamiento sexual por el sexo biológico de quienes participaran, sino por cuánto se adaptaba dicho deseo o comportamiento a las normas sociales.

Estas normas se basaban en el género, la edad y el estatus social. Existe poco material original sobre cómo consideraban las mujeres la actividad sexual.

Principalmente, hay dos puntos de vista sobre la actividad sexual masculina en la antigua sociedad griega.

Algunos eruditos, como Kenneth Dover y David Halperin, afirman que existía una marcada polarización entre compañeros “activos” y “pasivos”, penetrador y penetrado, y esta polarización activo/pasivo estaría asociada con roles sociales dominantes y sumisos: el rol activo se asociaría con la masculinidad, con un estatus social alto y con la edad adulta, mientras que el papel pasivo se asociaría con la feminidad, con un estatus social bajo y con la juventud.

Según esta visión, cualquier actividad sexual en la que un hombre penetrara a alguien socialmente inferior se consideraba normal; se consideraba «socialmente inferior» a mujeres, jóvenes, extranjeros, prostitutas y esclavos.

Igualmente, ser penetrado, especialmente por alguien socialmente inferior, podía ser considerado vergonzoso.

Otros estudiosos, sin embargo, argumentan que las relaciones entre hombres normalmente incluían a un hombre adulto y a uno joven: el hombre mayor tomaría el rol activo.

También las describen como «cariñosas», «amorosas» y «afectivas», y argumentan que la tradición griega de las relaciones homosexuales era central «en la historia griega y la guerra, la política, el arte, la literatura y la educación, resumiendo, en el milagro griego.

Afortunadamente mi origen es terrestre y del barrio Palermo.

Para sacar una buena nota tenía que sacrificar el fútbol en los campitos del barrio y quemarme las pestañas.

El Negro Mora, Pirulo y Armandito no eran sabios en ninguna de las materias de nuestros liceos y nosotros teníamos profesores que no vivían en el Mediomundo, ni en el rancho del Mar de fondo.

A Aquiles alcanzándole la polvera a Patroclo, pero hace de esto muchos miles de años y el que nos contó la Ilíada, Homero, era ciego y la cantaba de memoria, una obra que con el catálogo de las Naves me pasé días y días leyendo nombres que me entraban por los ojos y me salían por las orejas y no me quedaba nada.

Con lo de los amigos griegos después nos enseñaban que Artigas había tenido una sola mujer prima suya y un solo hijo.

Nos enseñaron en la mentira

Digo sencillamente el creador para que asuman, cualquiera que sea el dios que guste usar el amigo lector, creó al hombre y creó la vida.

Así como el mundo físico evolucionó a través del tiempo, también la vida evolucionó en sus mil manifestaciones adaptándose a las condiciones reinan¬tes.

Las especies zoológicas fueron perfeccionándose progresivamente.
Ese proceso orgánico funcional se organizó a costa de durísimas luchas. Reinaba una Ley terrible: la de subsistencia o de supervivencia.

En tales condiciones prevalecía, 1ógicamente, el mis apto lo que equivale a decir el más fuerte o el más astuto.

Pero no se debe pensar que ese “más fuerte” fuese un enloquecido de poder, un depredador, un destructor.

Aún hoy rige entre los animales una Ley de Conservación: “Matar sólo para comer”.

El tigre, considerado como uno de los animales más sanguinarios no sale de su guarida dispuesto a matar a cuanto bicho encuentre por simple sed de sangre.

Sale a buscar comida. La selva es su supermercado.

Y una vez satisfecho no mata más, porque no usa tarjeta de crédito.

Los leones viven en cuadrillas seis u ocho hembras y dos o tres machos.

Normalmente viven en paz entre sí; los machos sólo pelean por comida o por una hembra.

Únicamente estas dos necesidades biológicas los vuelven agresivos; jamás matan por matar.

Se podría decir que en el instinto vital natural hay un margen de agresividad.

Esa agresividad integra el instinto natural; es una cualidad en potencia, en reserva, aparece únicamente en ciertas condiciones.

Un día, se dice que como último acto de la creación, Dios creó al hombre.
Física y biológicamente el hombre es simplemente el animal qua ocupa la cúspide da la escala; paro como ser humano, como hombre, es asiento de otras cualidades.

Son justamente esas “otras cualidades” las qua lo caracterizan: al hombre no es únicamente un animal de especie orgánicamente distinta, diferenciable por un fichamiento físico material.

El hombre es, simplemente hombre.

Como ser distinto, específico y único, le fueron dadas la facultad del “pensamiento” y el “sentimiento”; y por el uso de esas facultades el hombre adquiere “razón” y luego “conciencia” de las cosas y de las circunstancias.
Así, el hombre es el único ser capaz de juzgar y diferenciar el Bien y el Mal; por eso, el hombre es “responsable”.

Y ante el examen consciente de su situación y destino, es el único capaz de crearse e imponerse un código de moral para controlar sus propios impulsos naturales.

Y no sólo los impulsos materiales, sino también los psicológicos, con sus gustos y deseos, para que estos no pasen a ser simples antojos y caprichos que den base y justificación a la “agresividad”.

Al vivir en comunidad el hombre necesita un “código” que rija su vida en sociedad.

Ese “Código de Convivencia” limita los derechos del “Uno” para asegurar los derechos del “Otro”.

Sólo en convivencia el hombre puede ser realmente Hombre en ejercicio de todas sus facultades.

Allá en lejanas épocas, el “Código de Hamurabi” estableció el drástico “ojo por ojo y diente por diente”.

Como diría Alma Grande, también conocido por Gandhi, el mundo sería un mundo de tuertos y de desdentados, claro que lo dice menos a la criolla pero la idea es esa.

A nosotros nos parece hoy una ley bárbara y salvaje, pero por lo menos había una Ley y ella buscaba controlar los Impulsos agresivos naturales de un pueblo novicio en civilización y cultura moral.

Muchísimo después, en un gran salto progresivo, apareció el “Código del Sinaí”: los “diez Mandamientos de Moisés”, cuyos altos principios siguen siendo la base de todo código de moral.

Los buscadores de pelos en la leche reprochan que su texto es negativo: NO matarás, NO robarás, NO mentirás, NO perjurarás, NO adulterarás, NO codiciarás, etc..

Sin embargo, hoy, la mayoría de la gente vive aferrada a desechar el “dedo acusador” de los NO y se rebela contra ellos porque son un control, por que establecen una limitación al simple “Porque Sí”, porque esa gente, hoy, no tolera que le digan NO cuando a ellos se les antojó decir “Sí”.

Dos “no” les molestan, los irritan, los enfurecen con furia de fieras hambrientas o en celo.

Estamos viviendo una lastimosa época de rebeldías insanas y destructivas; muchos quieren “hacer lo que les da la gana” y mostrar que pueden.
Y no se trata de la agresividad natural del -ser material que exige comida o hembra, sino de la más peligrosa “agresividad psicológica” con su ignorancia, su ambición, su vanidad, su egoísmo, su antojo y capricho, su prepotencia, su tonta sed de notoriedad.

Amigos: confieso que hablo bajo el impacto de la intolerancia futbolística de dos garrafas grandes tiradas desde los alto del Estadio Centenario, que a dios gracias no explotaron ni impactaron de lleno en persona alguna, lesionando a un policía y a un perro.

Confieso también que en mi limitación intelectual no puedo comprender el por qué ni el para qué.

Sólo veo un horroroso disparate sin finalidad constructiva y avancista, sin un gesto de cabal “condición de hombre”; bien propio del reinado enloquecido, arbitrarlo, negativo, totalitario, de la “agresividad psicológica”, fuera de todo control, en sed de destrucción, un complejo de inferioridad, negación de la vida ya que loa matadores también mueren en estado de enceguecidos, enajenados, bestializados o poseídos.

También leí en la prensa otro acto bestial incomprensible: un niño de trece años estranguló a una niña de siete que era su amiga y compañera y luego… la dio veintiséis puñaladas!!!

Entre otras cosas estos episodios me resultan un vergonzoso fracaso de la humanidad actual.

Es un salto de miles da años hacia atrás, para volver a la barbarle primitiva, para volver al Código de Hamurabí, para volver a la época en la qua al hombre no había descubierto aún qua además de animal material es también un ser con razón y conciencia; qua es un ser con valores espirituales.

Es justamente al divorcio con los valores espirituales lo que nos ha arrastrado a este caos insensato y suicida.

Después de tantos siglos de esfuerzos y renunciamientos por hacer del “bicho- hombre” un ser humano, se han desatado “fuerzas poderosas que están empeñadas en que volvamos a ser solo ’’bichos”, esclavos de nuestras propias bajas pasiones, y así proclives a ser esclavizados por audaces con almas enanas y ambiciones gigantes.

En lugar de domesticar al tigre de las pasiones y egoísmos hemos estado queriéndolo atar con tiritas de papal.

Cuando quiere, se suelta y hace lo que se le canta.

LA ciencia y la tecnología modernas, al revelarnos las maravillas del mundo físico, en muchos casos nos han alejado de Dios (me refiero al Dios concepto).

El materialismo imperante desprecia y desecha los valores espirituales; y sin valores espirituales ¿qué base le queda a la Ley Moral?

Opino que por ahí debe estar la causa del derrumbe moral que padecemos; y por falta de Moral, la del caos reinante, si es que un caos puede reinar.

Nos vemos apabullados por el desprecio a la persona y a sus derechos, desprecio por la inteligencia constructiva y la razón, desprecio por la justicia y la igualdad de loa hombres, desprecio por la verdadera libertad, culto a la violencia, entregamientos la agresividad, entregamiento a antojos y caprichos sin mirar consecuencias, insensibilidad ante los problemas ajenos, impasividad ante la destrucción, etc..

Amigos, ¿A dónde vamos?

¿A dónde nos lleva esa turba de atropelladores y agresores descontrolados?
¿Somos ya corderos mansos que ni siquiera balamos cuando se nos degüella?

Algunos se desentienden diciendo que los “malos” son una minoría y es verdad, pero ¿qué hace la mayoría para sujetar a esa minoría?.
En número es muy probable ¿pero en actividad, en vitalidad, en decisión, en fuerza, en métodos, no nos sobrepasan?

Pero para no disparatear, que ganan no me faltan, mejor paro acá y que todo sea para bien…

3 comentarios en «Secretos de los mimos y los garrotes de la historia»

  • Que gran verdad lo que estoy leyendo. En un 100% de acuerdo. Realmente desde fines de siglo anterior, y en este comienzo de siglo en particular (era de lo millenial), se ha naturalizado la estafa (tanto en lo familiar, comercial como en lo político) la mentira (en la cara si se puede mejor) y el desprecio total por los valores y la vida. Los libros de antes nos decían que esas cosas no se debían hacer. Antes, nosotros teníamos bien identificada a la gente que obraba mal y no nos juntábamos con ellas. Parece que la televisión y el cine de ahora, se dedicara a mostrar que la maldad es algo común en estos tiempos y en totas las sociedades del mundo. Y lo peor de todo; los lideres mundiales están siendo un mal ejemplo para este retroceso que describe el columnista. ¿Será porque dejaron de comunicar a sus generaciones para hablarles a los millenial?
    Saludos

  • _____yo entendí todo______el toqueteo entre los sabios y alumnos viene de la antigüedad de los dioses_____tanto es asi que aunque la iglesia esta en la picota nadie se sorprende que otras religiones también lo hagan_______la fruta prohuibida es la que atrae a la bestia_____el hombre___________Ta!

  • Yo no entiendo nada y me estoy muriendo de risa che……..este es unmundo mas civilizado quel resto de la historia del mundo$$$prorqué?………porque es el de las comunicaciones en tiempo real………..antes no nos enteramos de nada y vivíamos en un mundo de barbaros que dominaban monarcas y dictadores…en pleno siglo 20…las guerras de las salidas al mar, las de la ruta de la seda, la de los alimentos, las del petróleo y hasta mediados de los 80………no me rompan las bolas……..estaba la guerra fría…el apartheid de africa……el muro de Berlín………la guerra de los turcos, musulmanes e israelitas……china comunista………la unios soviética con los países bajos de europa, la bomba nuclear en hiroshima, entre el 20 y el 50 hubieron dos guerras mundiales………muchos países eran pura miseria en manos de monarcas y dictadores……..hoy se vive tiempos de paz……….lo que pasa es lo que nos enteramos. Las gerras siempre existirán pero hoy son mucho mas civilizadas que antes. Vivimos en un mundo mucho mejor y mas estable que en el siglo pasado mucho mas informados de todo lo necesario.

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