23 abril 2024
CRÓNICAS

Rosh Hashaná

Una cantidad muy importante de en cantidad y calidad de uruguayos son descendientes de personas que practican diversas religiones y nuestro país en razón de ser un país laico, respeta todas las religiones que no vayan contra la ley ni las buenas costumbre.

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En el día de hoy conmemoran el año nuevo los integrantes de los que profesan la religión judía y quienes aunque no sean practicantes de dicha fe, por tradición de sus ascendientes así lo hagan por hábito o costumbre están absolutamente en pleno derecho de hacerlo, porque la Constitución de la República así lo establece al consagrar la libertad de cultos.
Tengo muchos amigos que profesan dicha fe y no todos son practicantes de ir a la sinagoga pero sí, la mayoría respetan las fechas de sus ritos, que escapan a mi memoria muchas y otras no llegan por mi ignorancia, pero considero las principales el año nuevo, el día del perdón, la conmemoración del holocausto, la conmemoración por los caídos en las guerras, el día de la independencia de Israel y la reunificación de Jerusalén.
No sé si por culpa propia o discreción de los prácticamente judíos el restos de los uruguayos no sabemos que están festejando o conmemorando nuestros compatriotas.

Eso lo tienen que tener muy claro todos, el hecho de practicar u observar una religión determinadas no extranjeriza a los practicantes, lo que afirmo es tan obvio que me molesta tener que hacerlo, pero hay mucha gente que no le entra en la cabeza tal concepto.
Los católicos no se transforman en vaticanenses, ni los islámicos en árabes de cualquiera de las regiones en que se extiende dicha religión, ni los judíos en israelitas, ni los budistas en indios, etc.
Pero últimamente hay unas cuantas cabecitas que no la tienen clara del todo.

El calendario hebreo es un calendario lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo de la Tierra alrededor del Sol (año), como en el de la Luna al rodear a la Tierra (mes).
La versión actual, por la que se rigen las festividades judías, fue concluida por el sabio Hilel II hacia el año 359.
Este calendario se basa en un complejo algoritmo, que permite predecir las fechas exactas de luna nueva, así como las distintas estaciones del año, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos, prescindiendo desde aquel momento de las observaciones empíricas de que se valieron hasta entonces.

En su concepción compleja tanto solar como lunar, el calendario hebreo se asemeja al chino, sin que se sepa de influencia alguna que haya tenido el uno sobre el otro; y también al calendario utilizado por los pueblos de la península arábiga hasta la aparición del Islam, en el siglo VII de la Era cristiana.
En cambio, se distingue del calendario gregoriano de amplio uso universal, basado exclusivamente en el ciclo solar-anual; y también del que rige al mundo musulmán desde Mahoma hasta nuestros días, que es puramente lunar.

El día judío

El día, en el calendario hebreo, comienza con el ocaso, y culmina al próximo ocaso del siguiente día; es decir,un día que se cuenta de una puesta de sol hasta su otra puesta.
En esto se diferencia del día según el calendario gregoriano, que discurre exactamente de medianoche a medianoche.
La costumbre de ver al día comenzar con la caída del crepúsculo es antigua como la Biblia misma, y se basa en el texto bíblico del Génesis 1:5, que al cabo de cada día comenta “Y fue la tarde, y fue la mañana…”, de lo que se entiende que cada uno de los días de la creación comenzaba por la tarde más explícitamente aún, al prescribir la Biblia el ayuno del Día del Perdón, el YomKipur: “El día décimo de este séptimo mes será el día de la Expiación… Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso” (Levítico 23:27-32) desde entonces, es práctica corriente y antiquísima, que las festividades judías comiencen al caer el sol.
Cabe mencionar que estudios arqueológicos han revelado que también en la antigua Babilonia se señalaba el comienzo del día al atardecer.

El mes hebraico

El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo a la Tierra, captando el ojo humano desde nuestro planeta 4 diferentes estados principales de la Luna, a saber: Luna nueva, Cuarto creciente, Luna llena o plenilunio, y Cuarto menguante. Tal ciclo dura aproximadamente 29 días y medio.
Resulta asombroso comprobar que ya los antiguos sabios hebreos supieron calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta Tierra tenía una duración de ’29 días, 12 horas, y otras 793/1080 de hora’ (o sea, otros 44 minutos y 3.33 segundos), siendo su error de cálculo de medio segundo.
Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo estipuló meses de 29 y de 30 días, intercaladamente.

La duración de los meses hebreos oscila entre los 29 y los 30 días, de la siguiente forma:
1. Tishrei (30 días) (תשרי) – cae aproximadamente en septiembre u octubre
2. Jeshván (29 ó 30 días) (חשוון, llamado también Marjeshván – מרחשוון) – octubre o noviembre
3. Kislev (30 ó 29 días) (כסלו) – noviembre o diciembre
4. Tevet (29 días) (טבת) – diciembre o enero
5. Shevat (30 días) (שבט) – enero o febrero
6. Adar (29 días) (אדר) – febrero o marzo
7. Nisán (30 días) (ניסן, llamado también Abib – אביב) – marzo o abril
8. Iyar (29 días) (אייר) – abril o mayo
9. Siván (30 días) (סיוון) – mayo o junio
10. Tamuz (29 días) (תמוז) – junio o julio
11. Av (30 días) (אב) – julio o agosto

Elul (29 días) (אלול) – agosto o septiembre

Creo no haber aclarado mucho las cosas para los no judíos pero mi intención fue la de aprovechar la oportunidad para dejar un poco de su cultura o conocimientos para los no judíos.
Pero hay cosas que se van perdiendo, recuerdo en mi barrio Palermo, crisol de razas, donde llamadas aparte en la que se mezclaban los judíos la igual que los italianos, uno veía a los judíos viejos, los venidos de Europa antes, durante y después de la guerra, con esos abrigos negros, que iban hablando entre ellos en su idioma, presumo que fuera el yiddish, porque perfectamente podría ser polaco o alemán, y al oído profano le sonaba como una jachi jachi, la última vez que sentí el sonido de lo que presumía era yiddish fue en el Argentino hotel hace no menos de 30 o 35 años.
También en el Argentino en el comedor se ponía comida Kosher, y platos especiales en el Pesaj (la pascua judía), más de un no judío se debe de haber clavado como una estaca con una comida que ni el nombre podían pronunciar de saberlo.
El arenque que tiene un nombre que termina en “no se cuanto” fish, es muy rico y apetecible, lo que nunca pude pasar fue el pan ácimo, muchos amigos judíos me dicen que es comible, y yo les digo con mucho dulce de leche o de membrillo.
Puse “no se cuanto” porque lo único que he aprendido en yiddish han sido malas palabras para pelearme en la escuela con mis compañeros de clase judíos, que más de un buen castañazo me dieron.
Nunca lo pude pasar, claro que ellos empezaron de niños y yo siendo adolescente no las tenía todas comingo con el pan ácimo.

Shanatová…, que todo sea para bien… muy buen año para todos que bien que lo necesitamos.

Un comentario en «Rosh Hashaná»

  • Felicidades a toda la colectividad y que haya paz en el medio-oriente.

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