Tema seguridad y crímenes sin resolver
Nueva inteligencia artificial prueba la policía holandesa que aclararía más de 1.500 casos que aún no se han resueltos.
Primero fueron los calendarios de los casos sin resolver, repartidos a prueba en 2017 en las cárceles holandesas para refrescar la memoria de unos 30.000 reclusos.
Ahora ha llegado turno de la inteligencia artificial. En el almanaque solo caben 52 sucesos: uno por cada semana del año.
En el nuevo programa de lectura digital, estrenado en el mundo por la policía de Holanda, entran los 1.500 todavía abiertos.
En su mayoría asesinatos y abusos sexuales, una vez ordenadas las pruebas forenses y huellas de todo tipo recogidas a lo largo del tiempo, el sistema informático ilustrará los que tienen más posibilidades de ser aclarados. Hecho solo por detectives y otros expertos, un trabajo comparativo de esta clase puede costar años.
Para que sea efectivo, es indispensable digitalizar los antiguos archivos policiales que guardan los cold cases, término anglosajón popularizado por las series televisivas.
Son unos 25 millones de páginas, de las cuales solo un 15% figuran en formato digital, según la propia policía.
Si con métodos tradicionales, calendario incluido, se aclaran un 35% de estos crímenes, se supone que la inteligencia artificial acelerará el proceso.
En especial, porque se introducirán nuevos datos y testimonios, y “porque hay crímenes que están relacionados y ahora es muy difícil de saber”, según ha explicado el investigador Roel Wolfert. A la larga, es posible que este programa se aplique a casos abiertos para saber si existe algún nexo entre ellos.
El humilde calendario contribuyó a la reapertura de siete expedientes en 2017.
Entonces, la policía calculaba que unas 800 personas disponían de información relevante, y valía la pena llamar su atención.
Este año se ha vuelto a imprimir y está también colgado en Internet. Para las recompensas, porque este tipo de información se paga, hay una hucha total de 800.000 euros.
El problema del chivatazo fue analizado por expertos de la policía antes de lanzarse a montar el anuario. Al ver que “dos tercios lo consideraban una buena idea”, siguieron adelante. Los detectives de calle seguirán, de todos modos, en sus puestos. La inteligencia digital es un superrefuerzo.