19 abril 2024
PERSONALIDADES

Thomas Paine II

El romanticismo y el nacionalismo.

El espíritu de la ilustración era claramente antitético al nacionalismo; su filosofía ignoraba fronteras nacionales y sus líderes gustaban de considerarse ciudadanos del mundo en lugar de franceses o ingleses.

(SEGUNDA PARTE de Thomas Paine, continuación del número anterior)

En América el devenir de los hechos desarrolló la conciencia nacional. El patriotismo fue una fuerza tan compulsiva que conservadores y radicales, a pesar de sus muchos desacuerdos, fueron adquiriendo un sentimiento de unidad, de tener más ideas comunes y un destino común.

Thomas Paine interpretó la Revolución en términos universales y dijo:

“Esto no es incumbencia de una día, de un año, de una época; “la posteridad se halla virtualmente implicada en la lucha, y será más “o menos afectada por ella, incluso hasta el final de los tiempos”.

Pero fue un brillante propagandista del nacionalismo. Su segunda serie de folletos “The Crisis” (1776-1783), de gran eficacia, fue leída a las tropas de Washington antes de cruzar el río Delaware y sus primeros párrafos decían:

“Estas son las ocasiones que ponen a prueba el alma de los “hombres. El patriota de verano y el soldado de días soleados “rehuirán, en esta crisis, el servicio a su país; pero quien persiste en “él ahora se hace merecedor del agradecimiento de hombre y “mujeres. A la tiranía, como al infierno, no se la vence fácilmente; “pero tenemos este consuelo, que cuanto más dura es la lucha, más “glorioso es el triunfo.”

Hay un pensamiento de Jefferson que deja bien clara nuestra filosofía y lo dijo en su primera alocución presidencial:

“Todos somos republicanos; todos somos federalistas. Si hay “alguien entre nosotros que desee deshacer esta Unión o modificar su “forma republicana, dejadles en paz, como testimonios de la “seguridad con que se puede tolerar el error de opinión donde la “razón es libre para combatirlo”.

Clara defensa de la libertad de expresión del pensamiento.

Hasta aquí y por cierto no cronológicamente, vimos someramente la influencia de Paine en lo que fueron las 13 Colonias que dieron lugar al origen de los actuales Estados Unidos de Norteamérica.

Por sus servicios a la Revolución Paine fue nombrado Secretario de la Comisión de Asuntos Exteriores, cargo al que dimitió por desavenencias con algunos de los miembros del Congreso y de la Administración. En premio a su actividad recibió algunas donaciones en dinero y una granja que había sido confiscada a un realista y que le fue ofrecida por el Estado de Nueva York.

Hizo algunos viajes a Francia como enviado del gobierno. Tan grato recuerdo le dejó este viaje que decidió regresar de nuevo a Francia y de serle posible a Inglaterra.

Pero sus amigos de América no le aconsejaban ese viaje y residió en su finca llamada New Rochelle hasta el año 1787, dedicándose a madurar una gran idea:

“la construcción de un puente totalmente metálico”. Hizo un modelo que presentó a las autoridades de varias ciudades, no siendo aceptado. No era extraño que rechazaran la idea, ya que la industria metalúrgica en esa época, estaba poco desarrollada en los Estados Unidos de Norteamérica.

Por fin, en 1787, marchó a Francia provisto de su modelo de puente metálico sin puntos de apoyo intermedios, pero las autoridades francesas a quienes presentó el modelo, no aprobaron el proyecto.

Desde Francia hizo viajes a Inglaterra, por último el Municipio de Londres aceptó el proyecto de puente metálico y tuvo el placer de verlo realizado.

Paine se encontraba en París durante la Revolución.

Como es natural de suponer le provocó un entusiasmo extraordinario. Recibió de manos de, otro masón, Lafayette las llaves de La Bastilla para que se las llevara como presente al general Washington.

Paine y Lafayette eran amigos desde que se habían conocido en América durante la Revolución.

En Inglaterra conoció a los hombres más renombrados de aquella época y mantuvo relaciones amistosas con aristócratas, políticos, científicos y escritores.

Ente sus amigos figuraron algunos que por su ideología se transformaron en sus enemigos. Esto fue bastante común en Paine como ya lo veremos oportunamente.
La Revolución Francesa conmocionó profundamente la opinión de las clases cultas de Inglaterra y las conversaciones con respecto al tema estuvieron al orden del día. No había indiferentes o se estaba en pro o se estaba en contra.

Paine alternaba sus actividades en Londres y en París. En ambas ciudades gozaba de un gran prestigio entre los intelectuales progresistas de ese tiempo.

Era íntimo amigo de Condorcet y con él fundaron en julio de 1791 la Societé Republicaine, que en su Manifiesto de fundación, entre otras cosas, pedía la abdicación del Rey y la abolición de la realeza en Francia.

A causa de sus actividades y de sus escritos, en Inglaterra, fue sometido a proceso y gracias a alguna influencia se libró de ser detenido y pudo marchar a Francia, fue juzgado en ausencia y condenado a muerte.

En Francia fue miembro de la Convención por el departamento de Pas de Calais. Participó en la redacción de la Constitución. Su popularidad comenzó a disminuir con la ascensión de los jacobinos al poder y la perdió de hecho por defender al Rey pidiendo que se le conmutara la pena de muerte por la de destierro perpetuo.

Fue privado de su inmunidad parlamentaria y de la ciudadanía francesa y después de pasar unos meses prófugo en París fue detenido.

En ese período fue que escribió “La edad de la Razón”.
Fue liberado por pedido de Monroe, quien acababa de ser nombrado representante en Francia en sustitución de Morris, este último enemigo de Paine. Permaneció casi un año en la prisión temiendo continuamente por su vida.

El giro radical tomado por la Revolución Francesa durante la actuación de los jacobinos decepcionó a Paine, quien quería encuadrar la Revolución Francesa dentro del esquema por el conocido de la Revolución Americana.

La comprensión de Paine de los acontecimientos históricos era en este punto demasiado racionalista y rozaba el idealismo. Las diferencias entre las condiciones en que se encontraban las colonias americanas y aquellas en que se encontraba Francia eran muy extremadas, tal como lo manifestamos precedentemente.

En Francia permaneció hasta el año 1802 en que pudo marchar a América.

La disculpa que daba por su demora en Francia era que podía caer en manos de los ingleses: pero en realidad el motivo era otro. Las últimas administraciones americanas le eran poco favorables: John Adams, Hamilton, Morris, eran hombres pertenecientes a la clase más elevada, refinadamente educados en Inglaterra al lado de la aristocracia inglesa y para ellos Paine era un radical de la plebe; este sentimiento de enemistad se acentuó después de la publicación de “La Edad de la Razón”.

Pero en 1801 la Administración está en manos de los demócratas como Jefferson hombre que como Paine, amaba sinceramente al Pueblo, amigo incondicional de Paine, que tan pronto fue elegido Presidente le invitó a retornar a América.

A su llegada después de visitar a sus amigos, entre ellos al presidente Jefferson, en cuya casa se hospedó, se instaló en su finca de New Rochelle. Estos últimos siete años de su vida son bastante oscuros.

Algunos hablan de sus constantes borracheras, pero este argumento siempre le fue endilgado por sus enemigos.

Thomas Paine, el ciudadano del mundo, que su patria era el mundo y su religión hacer el bien murió en Nueva York el 8 de junio de 1809, fue enterrado en su finca de New Rochelle por seis personas: un relojero cuáquero, una señora francesa con dos muchachos y dos negros.

Su cadáver fue robado por otro de sus admiradores y trasladado a Inglaterra.

Por libertario, por demócrata, por republicano, lo fue en su tierra (Inglaterra), en Francia y en EEUU y por influencia muy directa, en la nuestra, a través de Artigas o de quienes le hicieron llegar sus ideas políticas a nuestro héroe nacional.

Paine nació humilde, vivió en forma humilde y cuando tuvo algo lo perdió y murió en la soledad y la miseria.

Voy a escribir una frase que tenemos que fijarla todos, porque es la clave que utilizan todos los infames para detractar a los hombres de real valía:
“Tuvo sus fallas, como otros hombres, pero solamente fue odiado y exitosamente calumniado, por sus virtudes”.

Thomas Paine tomó parte destacada en dos revoluciones y casi fue ahorcado por tratar de instigar una tercera.

Lo veían como una especie de Satanás terrenal, un infiel, subversivo en rebelión, tanto contra su Dios como contra su Rey.
Fue odiado por masones y por profanos.

El Washington lo odiaba porque era demócrata, no intentó matarlo, pero nada hizo por salvarlo, recordemos que Washington quería el gobierno de los mejores y Madison y Jefferson al igual que Paine querían el gobierno de todos.

El Robespierre lo odiaba y casi lo pasan por la guillotina porque se oponía a la ejecución del Rey y al reinado del terror.

Thomas Paine “siempre fue agasajado por la oposición y odiado por los gobiernos”

Un comentario en «Thomas Paine II»

  • Nadie tiene presentes las Instrucciones del año XIii, de las que surge claramente la influencia de Thomas Jefferson y Thomas Paine. Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana, en el Congreso de Abril. Ahí tenemos otra muestra. Es muy veleidosa la voluntad de los que mandan. Había excelente material humano en aquellos tiempos que no volverán…

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