20 abril 2024
MÚSICA

¡AZÚCAR! Celia Cruz

Cuba fue y es una cuna de poetas y músicos de real valía

Una representante de esa raza mestiza, de blancos con negros, de cubanos con no cubanos, también hubo algún uruguayo metido en esa ensalada, la que para ser más cubanos, tendríamos que llamar salsa, fue Celia Cruz.

Claro que hay un problema en el que no voy a entrar y es que Celia Cruz no vivía en Cuba, prácticamente se hizo fuera de su país, no se si por problemas políticos o económicos, pero no está dentro de lo nuestro, lo nuestro es la poesía y la cultura musical cubana.

Pero no sería yo, si me atara solamente a pintar a la reina de la Salsa, la reina de la Rumba, la Guarachera de Cuba, entre otros alias que tenía ella.

Estaba una empresa terminándome mi casa y entró una subcontratista a hacer la pintura de obra. Eran 5 o 6 pintores y entre ellos había un cubano, era la alegría contagiosa de la brocha gorda, el pincel y la pintura, a pesar de estar desarraigado y rodeado de unos tristes uruguayos bien grises, como somos y tener a la familia en Cuba, a la cual le mandaba unos dólares de vez en cuando, todo el tiempo estaba cantando y daba para pensar que en esas condiciones y sin los 40 grados diarios de temperatura, era la alegría de todos y quienes no se sentían molestos en absoluto de este animador permanente.

Lo cubano me empezó a gustar, cuando con un grupo de amigos, chiquilines grandes, empezamos a disfrutar el “Songoro cosongo” y “El son entero” de Nicolás Guillén (nacido en 1902) que en definitiva año más, año menos, perteneció a la generación de Ernesto Lecuona (nacido en 1895), Armando Oréfice (director de los Lecuona Cuban Boys), la voz de Chiquito Alvarado (uruguayo él), Celia Cruz (nacida 1924), con impulsores extranjeros como Xavier Cugat (Catalán, 1900).

El gran poeta Nicolás Guillén, no necesita que se le ponga música a sus poemas, porque él juega con el sonido de las palabras y con esa cadencia afro de su lenguaje, va surgiendo la musicalidad a través de sus dichos.

Hace una descripción de su Cuba en su poema “Un largo lagarto verde” que transcribo a modo de ejemplo:

“Por el mar de las Antillas
(que también Caribe llaman)
batida por olas duras
y ornada de espumas blandas,
bajo el sol que la persigue
y el viento que la rechaza,
cantando a lágrima viva
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.

Alta corona de azúcar
la tejen agudas cañas;
no por coronada libre,
sí de su corona esclava:
reina del manto hacia fuera,
del manto adentro, vasalla,
triste como la más triste
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y de agua.

Junto a la orilla del mar,
tú que estás en fija guardia,
fíjate, guardián marino,
en la punta de las lanzas
y en el trueno de las olas
y en el grito de las llamas
y en el lagarto despierto
sacar las uñas del mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.

Este poema es la descripción más cabal de lo que era y es Cuba, su ubicación geográfica, rodeada del mar caribeño, batidas sus costas por las olas y el viento, cantando a lágrima viva (un canto que es un lloro). Su riqueza es su esclavitud, porque ella es esclava del azúcar que producen las cañas que la coronan, libre mar afuera y prisionera dentro de sus costas.

Es un desafío cumplido la descripción de Cuba con palabras y con imágenes, porque no siempre las imágenes valen por mil palabras como dicen algunos, sino que algunas palabras valen por mil imágenes como lo pinta el gran poeta.

Como no sé a que generación pertenecen los lectores describo a Guillén como un negro, un gran poeta cubano, al igual que Martí, con la diferencia de que uno es de ascendencia hispana y el otro afro.

Al poco tiempo de morir Martí nacía Guillén. Guillén fue militante comunista desde 1937 con las consiguientes prisiones y persecuciones. En 1954 le fue otorgado el Premio Lenin de la Paz.

Tras la Revolución de 1959 compuso poemas como Tengo (1964) o el Diario de a diario (1972).

En 1961 fue elegido presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Estas distinciones no cambian la cosa porque son al político y no al poeta y las incluyo solamente a título informativo.
Murió en la Habana en 1989.

Sus versos son música y al lado de los suyos los de Neruda y Benedetti son un montón de palabras arbitrariamente dispuestas al vuelo.

En su “Tengo” con su música dice:
“Tengo, vamos a ver,
que siendo un negro
nadie me puede detener
a la puerta de una dancing o de un bar
o bien en la carpeta (alfombra) de un hotel
gritarme que no hay piezas,
una mínima pieza y no una pieza colosal,
una pequeña pieza donde yo pueda descansar.

Tengo que como tengo la tierra tengo el mar,
no country, no jáilaif,
no tennis, no yacht,
sino de playa en playa y ola en ola,
gigante azul abierto democrático:
en fin, el mar.

Desde su negrura y pobreza llena de prohibiciones y privaciones muestra como Sócrates de cuantas cosas se puede prescindir y ser plenamente libre.

Que lo priven de elementales derechos como bailar en un Cuba o tomar un rum o que lo echen de la entrada de un hotel no dándole la mísera pieza para descansar.

Pero con el mismo ritmo y la misma musicalidad se muestra dueño del mundo, de lo inalienable: su tierra y su mar, no cosas de ricos como un privado para un cajetilla sino las arenas y el mar abierto y democrático, “en fin, el mar”.

La negrura total de su poesía musical, totalmente musical, es como nuestro candombe, que siendo blancos o negros nos hacen mover. Se mueve el árabe, el judío, el gallego, el italiano y todo aquel que haya nacido en estas tierras. Que magia tiene el candombe si no la de ser un:

CANTO NEGRO
¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del songo
baila yambó sobre un pié

Mamatomba,
setembe senserembá.

El negro canta y se ajuma
el negro se ajuma y canta,
el negro canta y se va.

Acuememé serembó;
aé;
yambó,
aé.

Tamba, tamba, tamba, tamba,
tamba del negro que tumba;
tumba del negro, caramba,
caramba, que el negro tumba;
¡yambe, yambó, yambenbé!

Con la descripción de Cuba, con la música cubana hecha con palabras y salteando a varios, a los nombrados al principio y a muchos, muchísimos más, como cierre de esta nota voy a hacer una reseña de ¡Azúcar!

El que quiera ampliarla en Google hay amplia información.

Que a esta altura no se si Azúcar no resume a un personaje o es la esclavitud originaria de la isla, como la describió en el largo lagarto verde Nicolás Guillén.
Era comunista, sí ¿y qué?.

Y si un comunista dogmático lee lo que voy a escribir de Celia Cruz el símbolo de la rumba, la guaracha, la salsa, que estuvo la mejor parte de su vida, desarrollando su carrera en EEUU y paseando toda su arte cubano por todo el mundo, necesariamente la llamarán “gusana”.

No veo ni a un comunista ni a una gusana, veo a dos negros cubanos, esparciendo su cultura por el mundo. Cuando escribí cultura no me equivoqué en absoluto, porque se puede ser analfabeto y saber cultivar la tierra y eso también es cultura. Ambos poseían en arte de dominar la palabra, el canto, la música y el baile cubano, como solamente los cubanos saben hacerlo.

Los conceptos de la poesía de Nicolás Guillén nos comunican una realidad que se vivía en su tiempo y en muchos otros lados se vive actualmente. La salsa, la rumba y demás bailes cubanos son formas de expresión populares. Son ideas y no slóganes políticos, aunque a muchos les sirvieron para tal fin. Las ideas políticas pasarán pero la poesía de Guillén y la salsa y la rumba cubana gozan de buena salud.

El padre de Celia Cruz era carbonero en una locomotora y se llamó Simón Cruz, Celia tuvo estudios de maestra a pesar de ella y los abandonó y concursó en cuanta radio había en la vuelta y posteriormente cantó en dos orquestas Gloria Matancera y Sonora Caracas y formó parte del espectáculo Las Mulatas de Fuego.

Meneando las caderas y haciendo sentir su voz entre Venezuela y México fue agarrando vuelo y de ahí solamente la muerte la paró.

En 1960 ya iniciada la Revolución Cubana surge un contrato con la Sonora Matancera en México y jamás volvería a pisar suelo cubano y su vida fue entre EEUU y Europa, pasando por el Japón y múltiples giras por Latinoamérica.

En 1990 logró viajar a Guantánamo para dar un concierto y llevarse un puñado de su tierra cubana, la cual con el tiempo, fue colocada en su ataúd.

Estuvo en programas menores como el de Don Francisco en su larga y pesada tarde en Estados Unidos y en Chile. Fue invitada por Pavarotti para participar en Módena (Italia) en el concierto “Pavarotti & friends”.

Gano un Grammy por su album “Celia & friends” y otro por su disco “Siempre viviré”.

Un tumor cerebral se la lleva el 16 de julio de 2003 con sus jóvenes 78 años y su velatorio se realizó en Miami y en New York con 150.000 personas en cada evento.

Queda mucho por decir de “Azúcar” pero antes de cerrar es que, tanto ella como Nicolás, le dieron lustre y jerarquía a su Cuba natal, cada cual dentro de lo suyo que en el fondo no era muy distinto salvo en la forma de expresarlo.
Volveremos, con otros cubanos, que nos quedaron en el tintero, sí así lo gustáis…

7 comentarios en «¡AZÚCAR! Celia Cruz»

  • sin palabras¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡F E L I C I T A C I O N E S ! ! ! ! ! !

  • Nicolás Guillen si era un grande! Sobre Celia, todavia falta para las noches de las nostalgias!

  • Que canchera la reina. Al lado de Gloria no tenía nada que hacer. Gloria es bonita, baila bien y canta bárbaro. Celia era fea desgarbada, no bailaba, pero el vozarrón y el swing o la magia para que la gente se parara y se moviera la hizo unica. Antes no le daba bola, pero este articulo que bueno que esta y el video de la ultima presentacion me hizo poner la piel de gallina. AZZUCAR!!!!!!!!!!!!!!!!

  • Muy bien estimadisimo COMOUSTE nos sorprendió a todos los que seguimos fervientemente esta columna por su conocimientos aunque ya sabia de su cultura. Pero siempre agradecemos cuando la gente CULTA nos habla o nos escribe como en este caso sobre nuestros idolos populares. Le cuento que yo entre en internet para bajar cosas de Celia Cruz…a que no sabe que encontréee…este artículo!
    Besos Rita

  • Nada tiene que ver el comunismo o el capitalismo en el momento de apreciar el talento de un artista. Muy buen artículo sobre una cantante que hizo mella y sigue viva, aunque no sea para mi modo de ver, el mejor exponente cubano. La mejor gimnasta (10 perfecto) la tuvo Nadia Elena Comaneci, de origen rumano y comunista. Pero ella era una artista y no una mujer política. Anatoly Karpov, el campeón en ajedrez, era ruso. Y una empresa en EEUU le hizo una oferta para exponer su título frente a una computadora. El partido comunista no estuvo de acuerdo. Pero Karpov, era un deportista. Todos sabemos que pasó. O no?
    Pero vamos a la linda isla del caribe donde usted dice que puede hablar más de un artista cubano. Yo le puedo decir, que la gran mayoría de los artistas que salieron de la isla tuvieron éxito. Es mas, si me apuran, los que “transaron” con el régimen de Fidel y aún viven en la isla, tienen éxito. Puedo dar nombres, de músicos que viven de regalías, viven en tremendas mansiones y salen y entran cuando quieren. Pero esos…son comunistas y artistas…usted me entiende.
    Saludos

  • GRANDE—————-GRANDE————-GRANDE—————-CELIA CRUZ———-AZUCAR¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡———

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