18 abril 2024
PERSONALIDADES

Alma Grande

Mohanda Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en Porbandar, India. Gandhi estudió derecho en Inglaterra y después de licenciarse trabajó como abogado en la India y Sudáfrica, donde vivió durante veinte años.

Cuando regresó a la India al estallar la Primera Guerra Mundial, decidió dedicarse a la política.

«No existe salvación posible para la India» es una súplica para que la India recuperase su lengua, su cultura y su independencia tras años de dominio británico. Como consecuencia de su campaña a favor de la resistencia pasiva, Gandhi fue encarcelado. Participó en las negociaciones para la independencia de su país (1947). Fue asesinado el 30 de enero de 1948 en Nueva Delhi, India.

El discurso del que están sacados estos extractos de contenido muy actual y universal fue pronunciado el 4 de febrero de 1916 en la Universidad Hindú de Benarés. Refleja las primeras reflexiones de Gandhi sobre la necesidad de que la India obtuviera la Inde-pendencia del Imperio Británico. Debido a sus opiniones fue encarcelado en repetidas ocasiones antes de que la India lograra la Independencia en 1947. Este hecho, junto a su estilo de vida basado en el autosacrificlo, su trabajo a favor de la unidad religiosa y la defensa de los derechos de los pobres, le dieron el título de Mahatma («gran alma»).

Mohandas Gandhi nació en la India en 1869. Su madre, fiel seguidora de las creencias jainlstas sobre la importancia de la no violencia y el vegetarianismo, fue una influencia capital en la vida de Gandhi, que conservaría toda su vida.

Él mismo describió la vida de su madre como una «cadena interminable de ayunos y votos». Gandhi se casó a los trece años en un matrimonio concertado y viajó para estudiar derecho a Londres, donde se licenció en 1891.

En 1893 se incorporó a una empresa india afincada en Sudáfrica, donde vivió hasta 1914. Durante su estancia allí organizó a sus compatriotas indios para resistir pasivamente a las leyes discriminatorias contra ellos.

Gracias a sus lecturas de Thoreau, Tolstoi, el Nuevo Testamento y las escrituras hindues, Gandhi desarrolló un credo de resistencia no violenta conocido como satya-graha («constancia en la verdad»). Él creía que la verdad emergía a la luz, no cuando se causaba sufrimiento al adversario, sino a uno mismo, y que ese adversario debía salir de su error por medio de la paciencia y la compasión.

Esta dinámica implicaba algo más que una resistencia pasiva porque dependía de una interacción positiva y continuada entre las dos partes con el objetivo de lograr una reconciliación. A Gandhi le preocupaba mucho el modo en que debía producirse el cambio y siempre hizo el mismo hincapié en la forma que en la finalidad.

Gandhi regresó a la India en 1914 y se dio a conocer rápidamente como defensor ce los derechos humanos.

Al principio creía que los británicos eran una fuerza positiva. Sin embargo, cuando no se cumplieron las promesas ambiguas de autogobierno hechas durante la Primera Guerra Mundial, y el pueblo indio fue oprimido con una serie de restricciones de emergencia por la guerra que coartaban sus libertades, Gandhi empezó a entrenar a la población en las tácticas de desobediencia civil.

Organizó actos de resistencia contra medidas británicas poco populares, como el impuesto sobre la sal en 1930, y dirigió un boicot contra los bienes británicos.

Fue encarcelado en varias ocasiones, pero nunca desistió de sus actos de protesta, exigiendo la completa retirada de los británicos con su Quit India Movement (Movimiento Nacionalista de la India) durante la Segunda Guerra Mundial. También trabajó incansablemente para mejorar la condición de los harijans (la casta de los intocables), y trató de estrechar vínculos entre los musulmanes y los hindúes.

Después de que la India obtuviera la Independencia en 1947, tras unas largas negociaciones en las que Gandhi participó de manera crucial, se produjo un estallido de violencia entre hindúes y musulmanes. Esto afectó mucho a Gandhi, e inició una huelga de hambre que estaría dispuesto a seguir hasta sus últimas consecuencias a modo protesta. Su gesto funcionó y la lucha se detuvo.

Sin embargo, en una reunión de oración celebrada en enero de 1948, Gandhi fue asesinado por un extremista hindú.

Gandhi pasó 2.338 días en prisión y ayunó en muchas ocasiones. Dejó un legado de enseñanzas sobre la no violencia que han influido en activistas políticos de todo el mundo, entre ellos en Martin Luther King, hijo.

Aquí van párrafos del discurso:

«No existe salvación posible para la India.»

Mohandas Gandhi. Varanasi, India, 4 de febrero de 1916
“Es profundamente humillante y vergonzoso para todos nosotros que esta noche me vea obligado, a la sombra de esta maravillosa universidad, en esta ciudad sagrada, a dirigirme a mis compatriotas en un idioma que me es extranjero.

[…] Yo estuve presente en las sesiones del gran Congreso en el mes de diciembre.

Había muchísima gente escuchando y quizá no me creáis cuando os diga que los únicos discursos que conmovieron a esa enorme audiencia en Bombay fueron los que se pronunciaron en indostaní.

Fijaos que fue en Bombay, no en Benarés, donde toda la población habla hindi.

Pero entre las lenguas vernáculas de la presidencia de Bombay, por un lado, y el hindi, por el otro, no existe una gran línea divisoria como la que existe entre el inglés y la lengua hermana de la India;

y el público del Congreso pudo seguir con más facilidad a los ponentes que hablaban hindi. Espero que esta universidad procure que sus jóvenes estudiantes reciban las clases en su lengua vernácula. Nuestros idiomas son un reflejo de nosotros mismos y, si alguien dice que nuestras lenguas son demasiado pobres para expresar pensamientos elevados, contestad que si es así, cuanto antes desaparezcamos de la faz de la tierra, mejor para todos.

¿Acaso hay alguien que sueñe que el inglés acabará convirtiéndose en el idioma nacional de la India? ¿Por qué poner este obstáculo en la nación? Sólo pensad por un momento si los nuestros están en igualdad de condiciones que los ingleses.

«Nuestros idiomas son un reflejo de nosotros mismos.»

[…] Se nos acusa de no tener iniciativa. ¿Cómo podemos tenerla, si hemos de dedicar los mejores años de nuestra vida al dominio de un idioma extranjero?

[…] La única educación que recibimos es la inglesa. Sin duda alguna, algo bueno debe de tener. Pero supongamos que en estos últimos cincuenta años hubiéramos sido educados en nuestras propias lenguas vernáculas.

¿Qué tendríamos hoy en día? Tendríamos una India libre, con hombres cultos, no como extranjeros en su propio país, sino hablando al corazón de esta nación; estarían trabajando entre los más pobres y lo que hubieran aprendido durante estos cincuenta años sería la herencia de nuestra nación. Hoy en día, ni siquiera nuestras esposas son quienes comparten nuestros más elevados pensamientos […]

«Os abriré mi corazón.»

[…] He buscado afanosamente en todas partes, y como me habéis ofrecido el privilegio de hablar con vosotros, os abriré mi corazón. Sin duda alguna, debemos establecer algunas cuestiones si queremos avanzar en nuestro camino hacia el autogobierno.

Ahora os plantearé otra situación. Su Excelencia el Marajá, quien ayer presidió nuestras deliberaciones, habló sobre la pobreza de la India. Otros ponentes insistieron también sobre esta cuestión.

Pero, ¿qué vimos en la gran carpa donde se celebró la ceremonia de inauguración por parte del virrey? No hay duda de que fue un magnífico espectáculo, una exhibición de joyería que hubiese entusiasmado al mejor joyero del mundo procedente de París.

Comparo esta escena de nobles ricamente engalanados con los millones de pobres. Y me entran ganas de decirles a esos nobles: «No existe salvación alguna para la India a menos que os quitéis esas joyas y se las deis a vuestros compatriotas indios».

Estoy seguro de que no es la voluntad del rey emperador o lord Hardinge que para mostrar la más fiel lealtad a nuestro rey emperador sea necesario saquear nuestros joyeros y engalanarnos de la cabeza a los pies. Me atrevo a decir, poniendo así en peligro mi vida, que el Rey Jorge en persona no espera nada parecido.

Señor, cuando me entero de que se está construyendo un enorme palacio en cualquier ciudad de la India, sea en la parte británica o la India regida por nuestros maravillosos gobernantes, me vuelvo celoso y contesto de inmediato: «Vaya, éste es el dinero procedente de los agricultores».

Más del setenta y cinco por ciento de la población se dedica a la agricultura y el señor Higginbotham nos contó ayer por la noche en su agraciado idioma que ellos son los hombres que cultivan dos briznas de hierba en vez de una. Pero no puede existir un gran espíritu de autogobierno en nosotros si renunciamos o dejamos que los demás arrebaten a esos agricultores la mayor parte de los frutos de su labor.

Nuestra salvación sólo puede llegar a través de los agricultores. No vendrá a través de los abogados, ni de los médicos, ni de los ricos terratenientes.”

2 comentarios en «Alma Grande»

  • Fue un guia espiritual un soldado de la paz y tabien un revolusionario pero logro lo que logro sin apelar a la violencia es es el camino mas dificil a seguir si sera dificil que no existe presidente ni guias religiosos en este mundo que haya seguido ese ejemplo todo es por las armas y siempre hay un motivo para matar al otro. Gandhi en eso fue un ejemplo de que con el dilogo, el amor y la paz se pueden converce a los enemigos y ganar cualquier guerra. Claro que muchos fuera de filas y dentro, han dicho que fueron locas, ilusas y tontas las estrategia de Gandhi.

  • No importa que lo hayan tratado como tonto o un iluminado lo bueno es que un tipo como Gandhi existio no es un mito religioso era de carne y hueso que actuaba como de lo que hablaba y logro sin tirar un solo tiro por parte de él la independencia de la India de Inglaterra que la sometia bajo la esclavitud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *