18 abril 2024
PERSONALIDADES

Canal Chino

Se estima que costará más de US$40.000 millones, que saldrán del bolsillo de una empresa privada china, HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limited (HKND Group), y que terminarlo tomará unos diez años

Hoy me tocó escribir sobre historia futura y no creo que sea una mera ficción y si digo que la historia vuelve a repetirse, no piensen que arranqué con la letra de aquel tanto, “Por la vuelta” y cuando escribo esto… “afuera es noche y llueve tanto…”

EEUU fomentó en unos militares en la provincia de Panamá para que se independizaran de lo que hoy es Colombia, en aquel entonces Nueva Granada, y con un desembarco de marines, los buenos oficios del Presidente Teodoro Roosevelt, de aquel entonces, fabricaron entre gallos y mediasnoches la nueva república bananera de Panamá.

Claro que así he salteado un montón de etapas y no les va a quedar clara la cosa.

La idea de construir un canal a través de Centroamérica fue sugerida en esta oportunidad por un científico alemán, Alexander von Humboldt, dando lugar a un renovado interés a principios del siglo XIX.

En 1819, el gobierno español autoriza la construcción de un canal y la creación de una compañía para construirlo.

La República de la Nueva Granada, actual Colombia, dio en 1839 una concesión por primera vez a una empresa francesa, para establecer una línea de comunicación desde la ciudad de Panamá a cualquier punto de la costa atlántica.

Francia realizó estudios de campo y los resultados fueron lo suficientemente positivos para que el primer ministro francés Guizot, enviase a un oficial, Napoleón Garella, para constatar ese optimismo.

El oficial no encontró nada sobre el terreno que pudiera confirmar tal optimismo, más bien al contrario, destacó la dificultad de la empresa, lo que impulsó al gobierno francés a desinteresarse por el canal, renunciando la empresa.

El proyecto estuvo en el aire durante algún tiempo.

Entre 1850 y 1875 se llevaron a cabo muchos estudios, lo que llevó a la conclusión de que los dos caminos más favorables eran: a través de Panamá (entonces parte de Colombia) y a través de Nicaragua.

Una tercera opción era construir una ruta a través del istmo de Tehuantepec en México.

En mayo de 1879, el francés Ferdinand de Lesseps que había completado la excavación del canal de Suez, presenta en la Sociedad de geografía de París su proyecto de canal interoceánico sin esclusas, que debía conectar el océano Atlántico con el océano Pacífico por el Istmo de Panamá.

El proyecto de Lesseps se aceptó y se compraron los derechos para la concesión por diez millones de francos.

El costo de las obras se estimó en 600 millones de francos, y se fundó una empresa, la Compagnie universelle du canal interocéanique de Panamá, que recaudó los fondos necesarios para dirigir el proyecto.

Las obras comenzaron en 1881, enfrentándose a varios retos: el terreno accidentado, las epidemias malaria y fiebre amarilla con la elevada mortalidad entre el personal, etc.

La obra se retrasó, y Lesseps hizo un llamamiento a los pequeños inversores a través de hombres de negocios como el Barón de Reinach y Cornelio Herz, que no dudaron en sobornar a la prensa, a los ministros y parlamentarios corruptos para obtener financiación pública.

El caso se descubrió y condujo al escándalo de Panamá, mientras que Gustave Eiffel, consultado sobre el proyecto, puso en tela de juicio su diseño y llegó a la conclusión de que el canal debía incluir esclusas para adaptarse al relieve de la región.

Esta decisión se tomó particularmente porque el macizo de la Culebra era el principal obstáculo en la ruta del canal, que lo hacía sumamente oneroso, un terremoto colaboró eficientemente a la caída de la cotización de las acciones en la bolsa.

El hecho de pasar a un canal de esclusas permitió a la empresa ahorrarse mucho dinero y por tanto, el éxito era casi seguro.

Sin embargo, desde 1886, los opositores de Lesseps no le dejaron en paz y, durante este tiempo, en París las intrigas contra la empresa fueron cada vez más abiertas y afectaron a la opinión pública, lo que resultó nefasto porque el dinero se terminó y en 1888 las arcas estaban vacías.

Lesseps se vio obligado a parar todos los trabajos y abandonar el proyecto, lo que representó el final del «Canal francés».

Caída en quiebra el 4 de febrero de 1889, la compañía de Lesseps fue asumida por el ingeniero jefe de la obra de construcción del canal, Philippe-Jean Bunau-Varilla, que estaba llevando a cabo nuevos trabajos según el proyecto de Eiffel.

Sin apoyo financiero, Bunau-Varilla se dirige al gobierno de los EE. UU., al que decide ceder los derechos de explotación y construcción del Canal de Panamá y el control de la zona en torno al mismo.

El Tratado Hay-Bunau-Varilla validó esta operación y se firmó el 18 de noviembre de 1903, casi inmediatamente después de la revolución que provocó la Separación de Panamá de Colombia.

La nueva república de Panamá, representada por Bunau-Varilla, concede a EE. UU. los derechos a perpetuidad del canal y una amplia zona de 8 kilómetros a cada lado del mismo a cambio de una suma de 10 millones de dólares y una renta anual de 250 000 dólares.

No fue sino hasta el 15 de agosto de 1914 cuando el vapor Ancón inauguró oficialmente el Canal de Panamá.

El canal inició operaciones las 24 horas del día en mayo de 1963 con la instalación de un nuevo alumbrado fluorescente en el corte Gaillard o corte Culebra y las tres esclusas.

El Tratado Hay-Bunau-Varilla, sin embargo, es muy contestado en las décadas siguientes.

Panamá desea recuperar el control de la Zona del Canal.

Las negociaciones se iniciaron en 1970 entre el gobierno de los EE.UU. y las autoridades panameñas.

El 7 de septiembre de 1977 el Presidente Jimmy Carter y el Jefe de Gobierno de Panamá Omar Torrijos firmaron el Tratado Torrijos-Carter, que devuelve a Panamá el control completo del canal el 31 de diciembre de 1999.

En otra republiqueta bananera que tuvo muy pocos años de libertad

Y muchos de guerrillas y frustraciones, donde también la United Fruit Co. campeaba, la que supo tener un líder del vuelo de Augusto César Sandino, formado por las ideas de los libres pensadores de la época, al cual llamaban el “General de los Hombres Libres” cuya historia con este título fue publicado por “El Reporte” el 12 de noviembre de 2010.

La Guardia Nacional de Nicaragua estaba comandada por Anastasio Somoza García, aparentemente en ese entonces un libre pensador, hasta que dejó de serlo a cambio de un precio y se vendió, no al mejor postor, sino al único comprador de entonces y según él cumpliendo órdenes del embajador estadounidense Arthur Bliss Lane, emboscaron y dieron muerte a Augusto César Sandino, constituyéndose en un nuevo dictador de Nicaragua.

El que a hierro mata a hierro muere y Somoza fue baleado a muerte el 21 de setiembre de 1956 por un joven poeta Rigoberto López Pérez.

Todo ello llevó a que el sillón de gobierno fuere ocupado o compartido pos sus dos hijos, Luis Somoza Dabayle como presidente y y Anastasio Somoza Dabayle como Jefe Director de la Guardia Nacional.

Siguieron repartiéndose Nicaragua entre dictadores y algún gobierno democrático que luego fue derrotado en las urnas y hoy manda Daniel Ortega.

Mientras tanto los panameños nadan en dólares producto del Canal que mantiene a un país prácticamente sin impuestos y no piensan en que esa prosperidad se vaya a acabar por el contrario el canciller estos días dijo: “Es más fácil llegar a la Luna que construir un canal en Nicaragua”.

Panamá no tiene ningún plan para enfrentar la competencia de un eventual canal interoceánico en Nicaragua.
Al parecer, para el gobierno de esa nación centroamericana eso sería una pérdida de tiempo.

Porque, no importa cómo se le pregunte, el canciller Fernando Núñez Fábrega no admite la posibilidad de que dicho canal -cuya construcción fue aprobada por el Congreso de Nicaragua en junio pasado- se haga realidad.

Se estima que costará más de US$40.000 millones, que saldrán del bolsillo de una empresa privada china, HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limited (HKND Group), y que terminarlo tomará unos diez años.

De momento no hay información sobre cómo y por dónde se construirá el nuevo canal.

Se estima, eso sí, que tendría una extensión superior a los 200 kilómetros, tres veces el tamaño del de Panamá.

“Pero si me están hablando de invertir 44.000 millones de dólares…

El canciller entiende que por esa plata nosotros podemos hacer una carretera de Panamá hasta Londres”

El canciller panameño apuntó que dos circunstancias naturales se interpondrán en los planes de Nicaragua, país para el que la apertura de un canal interoceánico es un sueño largamente acariciado.

“Nosotros no construimos el canal, los americanos construyeron el canal. La razón por la que eliminaron a Nicaragua es porque ahí hay terremotos. La segunda es que ahí hay huracanes.

Y nosotros no tenemos ni lo uno ni lo otro”, dijo.

“Si lo hacen con un sistema de esclusas, cada vez que un barco pasa el canal de Panamá, 54 millones de galones de agua fresca pasan al mar, pero para mantener esos 54 millones tiene que cerrar herméticamente.

Si tienes un movimiento telúrico no te van a cerrar las puertas”, argumentó.
“Si se está manejando un barco lleno de petróleo y va por el canal de Nicaragua, a lo mejor del otro lado te espera un huracán.

¿Sabe lo difícil que es manejar un barco de esos en un huracán?
Es imposible”, añadió.

Aunque aún no se conoce el trazado exacto del propuesto canal, es seguro que pasará por el Lago Nicaragua, algo que preocupa a ambientalistas.

La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó, por 61 votos a favor, 25 en contra y una abstención, la construcción de un canal similar al de Panamá, que una los océanos Atlántico y Pacífico.

Se calcula que el proyecto, el mayor en la historia de Nicaragua -y uno de los más grandes en la de América Latina- tendrá un costo de US$ 40.000 millones.

La empresa HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limited (HKND Group), con sede en Hong Kong y dirigida por el magnate de las telecomunicaciones chino Wang Jing, ha dicho que podría tener el canal listo en un plazo de diez años.

Se indicó que, en lo aprobado, se concede el manejo del canal a la empresa china por 50 años, extendibles a otros 50.

El megaproyecto del canal interoceánico ha generado gran debate en Nicaragua.

Agregó que aunque se ha dicho que empresa HK Nicaragua sólo se constituyó hace pocos meses y hay dudas sobre su capacidad para enfrentar este tipo de proyectos, muchos en el país centroamericano sospechan que el poderío del gobierno chino está detrás.

Sin embargo, Nicaragua mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, pero no con China.

Analistas señalan que un canal de este tipo podría beneficiar a China de la misma manera en que el Canal de Panamá benefició a Estados Unidos a principios del siglo XX, en un momento de agresiva expansión comercial y política y cuando empezaba a emerger como potencia mundial.

“¿Qué diría Sandino?”

EE.UU. alentó y apoyó las intenciones separatistas de Panamá de Colombia para luego construir el canal.

Los derechos de uso a perpetuidad del canal fueron en ese entonces cedidos a Estados Unidos, pero el militar nacionalista panameño Omar Torrijos firmó un tratado en 1977 con el entonces presidente estadounidense, Jimmy Carter, para recuperar los derechos sobre el canal en 1999, como finalmente sucedió.

Recientemente, el presidente Chino, Xin Jinping realizó una visita a la región, aunque no visitó a Nicaragua.

En cambio si estuvo en Costa Rica, única nación centroamericana con la que mantiene lazos diplomáticos directos.

Para hacerlo, Costa Rica rompió relaciones en 2007 con Taiwán, país al que China considera una provincia renegada.

La “Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense atinente a El Canal, Zona de Libre Comercio e Infraestructuras Asociadas” (conocida en Nicaragua como ley Ortega-Wang) fue aprobada tras sólo tres horas de debate, gracias a las mayorías sandinistas en la Asamblea.

Diputados opositores, a pesar de que no pudieron frenar la aprobación del “orteguismo” (por Daniel Ortega, el presidente) cuestionaron el proyecto.

Uno recordó que las comunidades indígenas cuyas tierras serían afectadas por la construcción del canal no fueron consultadas.

Sin embargo, otros de los puntos en debate es que aún no se conoce el trazado exacto del canal.

De lo que no se tiene duda es que pasará por el Gran Lago De Nicaragua (o Cocibolca), la más importante fuente de agua dulce en el país, algo que preocupa a los ambientalistas.

La compañía ha dicho que está en contacto con una de las principales empresas consultoras en temas de medio ambiente en el mundo para medir el impacto que tendría el canal.

Otro diputado opositor se preguntó qué opinaría Sandino de “este tratado de viola la soberanía nacional”, en referencia a Augusto César Sandino, un patriota nicaragüense que luchó contra la ocupación de Estados Unidos en 1925, y en cuyo honor los sandinistas nombraron su movimiento.

Sin embargo, el jefe de la bancada sandinista dijo este era uno de los días más importantes del “desarrollo histórico y económico del país” y aseguró que la ley garantizaría un crecimiento económico del 10 al 15% en el corto plazo y la creación de dos millones de empleos formales en los próximos años.

Según el sitio Nicaragua Dispatch, en la ley que Daniel Ortega envió con carácter urgente a la asamblea se contemplaba que la compañía china también construiría un oleoducto, un ferrocarril, dos puertos de aguas profundas y una serie de zonas de libre comercio, todo relacionado con el canal interoceánico.

Pero, según el mismo medio, además de no saber el trazado del canal, a los nicaragüenses tampoco se les ha informado de dónde saldrá el dinero para el proyecto.

La construcción de un canal interoceánico es un viejo sueño en Nicaragua.
Incluso antes de la inauguración del Canal de Panamá (en 1914) ya se hablaba de la posibilidad de construir uno en Nicaragua.

En la actualidad, por el canal panameño circula el 5% del comercio mundial.

De construirse, el canal nicaragüense tendría tres veces la extensión del de Panamá, que mide 77 kilómetros.

Se espera que este viernes el presidente Ortega firme con el empresario Wang Jing el acuerdo marco para la construcción del canal de Nicaragua.

Pero Núñez Fábrega también desestimó estos elementos.

En cuanto al incremento de la demanda, dijo que “la puede satisfacer Panamá”, que ya trabaja en una ampliación del canal, que se espera se encuentre operativa entre 2014-2015.

Sobre el factor político, afirmó que “el gobierno chino nos ha asegurado que no existe ningún interés de China para financiar ese canal, que es un proyecto privado de una compañía que ellos desconocen”.

El canciller dijo que en Panamá hay edificios de 60 pisos “por todas partes”, lo que significa que no hay riesgo sísmico, como en Nicaragua.

Si se toma todo esto en cuenta, añadió, los números no cuadran.

“Si ya estamos eliminando que va a estar el gobierno chino metido ahí -dijo- yo creo que va a ser muy difícil levantar US$44.000 millones para hacer un nuevo canal”.

“Nosotros con una pequeñísima inversión de 5.200 millones de dólares, hemos duplicado la capacidad de nuestro canal. Y eso lo vamos a amortizar en tres años”.

Nicaragua se acerca a su sueño.

Así fue como muchos medios locales resumieron la noticia de que la Asamblea Nacional nicaragüense autorizó a una empresa china la construcción de un canal interoceánico.

De esta manera aludían al hecho de que no se trata de un proyecto largamente acariciado; uno que el país centroamericano no ha podido concretar desde hace casi cien años, cuando Estados Unidos asignó la ruta para construir el Canal de Panamá.

Pero si los beneficios parecen claros para Nicaragua, algunos se preguntan cuánto puede sacar China, como país, en ganancia.

Si bien el gobierno de Pekín no aparece oficialmente como participante en la obra, analistas coinciden en que puede haber una relativa mejoría en la competitividad de sus productos al abaratarse el costo de transporte.

Otros apuntan hacia la presencia de China en Centroamérica y América Latina, mercados donde ha aumentado su participación en los últimos años.

Pero algunos creen que es parte de una jugada más amplia. “Tendría un acceso estratégico muy cerca de América del Norte, que en este momento no tiene”.

“Para China sería un golazo geopolítico frente a Estados Unidos y una respuesta a lo que hace Washington, al trabar alianzas” en la región cercana al país asiático.

“Es como un ajedrez”, añade.

“China dice: ustedes tratan de construir un muro de contención en mi vecindad inmediata, pues nosotros podemos hacer lo mismo con Costa Rica, México y ahora Nicaragua”.

Y volvemos a lo del principio, la historia vuelve a repetirse…”y afuera es noche y llueve tanto…y comenzaste a llorar…”

Sandino, Sandino, ah, ese señor con sombrero de cow boy que está en un busto de bronce en la placita que se forma donde se juntan Av. Italia vieja con Av. Italia nueva después del repecho de Concepción del Uruguay.
Otra vez la seguimos, porque viene larga la cosa.

Un comentario en «Canal Chino»

  • Todo cambia diria la negra mercedes sosa….todo cambia**pero yo pregunto, para que investiguen, cuanto empeorara el ecosistema global con la apertura de otro canal en centroamerica????

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