El plato del momento

Democracia venezolana con salsa cubana.

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Para preparar este plato es esencial, colocarse guantes blancos para poder cubrir bien cualquier suciedad que se tenga entre manos, ya que lo más importante es que no queden huellas ni rastros de otras recetas en el banquete a prepararse.

A continuación se toma la voluntad popular y se la mezcla bien con abundantes discursos, datos e intervenciones falsas y se entrevera todo lo mejor posible, generando una pasta oscura y pegajosa que será la materia prima de este apetitoso manjar.

Se puede condimentar a gusto espolvoreando con delirios paranormales que está probado mejoran el sabor y el aroma pútrido que se pretende obtener.

Cuando la masa queda bien oscura y espesa se la pone a cocinar a fuego lento (Lo más lento posible) evitando en todo momento que se detecten los primeros cambios de sabor, mientras se van adicionando lentamente intervenciones extranjeras del mismo tenor, hasta lograr que finalmente no se pueda distinguir cuál es verdaderamente la masa original.

Finalmente, se toma un ave que hable (es fundamental la condición parlante del ave aún después de muerta). Se la despluma bien y se la coloca junto a la masa oscura y pegajosa a horno medio para comenzar a preparar la salsa en recipiente aparte.

Es importante recordar que durante toda la cocción al horno, no puede abrirse la puerta del mismo bajo ninguna circunstancia, pues esto puede evitar el crecimiento de la masa que debe esparcirse cubriendo el ave en franca descomposición, en un fluido intercambio de sabores y olores nauseabundos.

Mientras tanto, se va preparando aparte la salsa cubana que se derramará lentamente sobre el futuro manjar. La misma es una antigua receta cuartelera, desarrollada por el Chef Castro y sus ayudantes en distinto tipo de guerrillas, (quise decir parrillas, perdón por el acento) y que contiene varios secretos originales aunque actualmente puede ser fácilmente reconocida por su desgastado uso popular.
La salsa contiene varios componentes de alta toxicidad por eso es importante cocinarla en lo posible en ollas a presión, que tampoco deberán abrirse en ningún momento durante la cocción.

Una vez que el aroma pútrido se haga insoportable, entonces el plato estará listo para servir y condimentar con las últimas mentiras que se prefieran.

Finalmente se lo deja enfriar bien y se sirve a los comensales acompañándolo con abundante vino tinto, emulando a “La última cena”.

Como precaución sugerimos tener al alcance algún anti ácido del tipo “anti – misil patriot” para contrarrestar los posibles efectos secundarios

BON APPÉTIT!!!