24 abril 2024
UNIVERSO

Escudos protegerán la Tierra

NEOShield tiene como objetivo protegernos de colisiones. Cada año ingresan bolas de fuego del tamaño de un automóvil.

Cada 2.000 años, objetos del tamaño de un estadio, causan daños importantes. Al millón, el impacto deja el cráter de Chicxulub, de la península Yucatán. Este meteorito de 10 km de diámetro puso fin al Cretáceo y el exterminio de los dinosaurios.

Hace 65 millones de años, era Terciaria

En la historia de la vida en la Tierra ha habido momentos en los que el número de especies ha disminuido drásticamente. Una de ellas es la debida al choque de un meteorito en el Yucatán dejando el cráter Chicxulub y que produjo la desaparición del 75% de las especies incluyendo los dinosaurios.

Recordemos que el cráter de Chicxulub es un antiguo cráter de impacto cuyo centro aproximado está ubicado al noroeste de la península de Yucatán, en México. Este centro se encuentra cerca de la población de Chicxulub, a la que el cráter debe su nombre. La traducción al español del nombre en lengua maya del poblado, que se encuentra al oriente del puerto de Progreso en Yucatán, es “pulga del diablo”.

El cráter mide más de 180 kilómetros de diámetro, formando una de las zonas de impacto más grandes del mundo; se estima que el bólido que formó el cráter medía al menos diez kilómetros de diámetro. Fue descubierto por Antonio Camargo y Glen Penfield, geofísicos que trabajaban en Yucatán para la empresa paraestatal de Petróleos Mexicanos en busca de yacimientos de petróleo a finales de la década de 1970.

Hace treinta años, había un sinnúmero de ideas sobre la extinción de las especies de la Tierra. Incluso una de las ideas dominantes era que habría desaparecido gradualmente y de forma uniforme. En 1981, hubo un cambio de rumbo radical cuando el premio Nobel de física Luis Álvarez, junto a su hijo Walter, descubrieron en restos de los hallazgos del Cretáceo, iridio que es un metal escaso en la Tierra pero abundante en los meteoritos. Las conclusiones fueron obvias. En un principio esa idea no fue tomada muy en serio, porque no había pruebas y desautorizaba la idea básica en cuanto la extinción, lentitud y uniformidad.

Las pruebas de que el exterminio del 75% de las especies fue casi instantáneo no tardo mucho en llegar. Alguien que excavaba buscando petróleo encontró el cráter donde cayó el asteroide fatal y los estudios confirmaron que la gran piedra vino del espacio y que el desastre que causó fue rápido, devastador y dramático en la Tierra.

Robert Berner de la universidad de Yale desarrolló un modelo informático que mostraba la evolución del dióxido de carbono, CO2, en la atmósfera desde hace 600 millones de años. El mejor modelo nunca hecho, el resultado es espectacular, en todos los momentos en los que hay un aumento súbito del CO2, se produce una gran extinción. De las catorce grandes extinciones de Hallam-Wignall, nueve están relacionadas con el aumento de CO2. ¿Hace falta recordar que la actividad humana está produciendo un aumento súbito de CO2 y que por lo tanto estamos empezando una extinción masiva?

Inicialmente, no se pudo encontrar pruebas que evidenciaran que esa inusual estructura geológica era, en realidad, un cráter de impacto, por lo que se abandonaron las investigaciones.

La edad de las rocas y los análisis isotópicos mostraron que esta estructura data de finales del período Cretácico, hace aproximadamente 65 millones de años. La principal evidencia es una delgada capa de iridio encontrada en sedimentos del límite K/T en varios afloramientos de todo el mundo. El iridio es un metal escaso en la Tierra, pero abundante en los meteoritos y asteroides.

Un posible escudo

Durante años, agencias como la NASA y la Agencia Espacial Europea han estado estudiando los NEOs, u objetos cercanos a la Tierra: asteroides, cometas y otros desechos espaciales en las proximidades de la Tierra. Ahora, un proyecto financiado por la UE llamado NEOShield que reúna los últimos avances científicos en este campo, tiene la intención de investigar la manera de alejarlos de la tierra mediante cohetes, bombas, o mediante atracción gravitacional. El esfuerzo está siendo liderado por el Instituto de Investigación Planetaria de Berlín, que tuvo su reunión inaugural esta semana. NEOShield tiene como objetivo investigar la mejor manera de proteger la Tierra de una colisión NEO y desarrollar un plan para poder ponerlo en práctica.

La gran mayoría de los NEOs no son peligrosos por que su pequeño tamaño hace que se desintegren con facilidad en un impacto. Sin embargo, se estima que 19.500 objetos cercanos a entre 100 y 1.000 metros de tamaño podría causar daños graves si impactaran contra la tierra. Estos impactos sólo ocurren una vez cada 2.000 años, pero incluso un asteroide de sólo 10 metros de ancho puede liberar tanta energía como una bomba atómica.

Con fin de evitar mayores impactos, NEOShield está trabajando en un mejor seguimiento de estos objetos, y está investigando métodos de desviación, de los cuales destacan dos que ya están siendo probados por las agencias espaciales más importantes. El primero, un “tractor de gravedad”, que consiste en enviar una nave espacial cerca del asteroide, y que mediante la fuerza de gravedad “empuje” al asteroide lejos de la órbita terrestre. El segundo consiste en disparar un gran proyectil sobre NEOs para empujar el asteroide del camino de la Tierra, muy al estilo Armagedoon. La NASA deja a disposición de todos su programa NEO, que ha estado haciendo un seguimiento de los NEO desde 1998.

3 comentarios en «Escudos protegerán la Tierra»

  • Avisenmen cuando va caer alguna cosa de esas con tiempo miren que en febrero no estoy porque ya me voy de licencia, asi que hasta marzo, todos los satelites asteroides y meteoritos abstenerse de pasar secra de la tierra…ja ja ja ja ja ja

  • Dentro del 25 % de las especies que sobrevivieron estaban las cucarachas? que vicho asqueroso sino se lo llava el meterito no se los lleva naides

  • Ojalá se extinguieran los que escriben “protegernos de coaliciones”, como en el título, en vez de “protegernos de colisiones”.

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