20 abril 2024
CRÓNICAS

Hasta el Presidente escribía con seudónimo

Cosa difícil resultó elegir un seudónimo, viene a ser algo así como cuando éramos chicos elegir un lugar para esconderse para evitar que nos dieran la pica jugando a tal juego. Si fuera salteño tendría que haber puesto jugar a “la topa”.

Don José Batlle y Ordóñez utilizaba varios, uno de ellos era “Laura”. Me lo imagino a don Pepe con sobretodo y todo, corpulento y su temperamento sumamente viril, firmando con un nombre que hasta implica una bella dama detrás.

Que changa en la que me metí, con todo esto del falso nombre, porque nadie me obligó, sino que lo hago impulsado por mi libre es espontánea voluntad. Debe ser por la edad porque cuando tenía treinta años ponía mi nombre y dos apellidos y hasta en la portadilla una foto que me sacó expresamente el Coco Caruso (¡qué bella persona! El Coco, no yo).

El hecho de haber gastado gran parte del hilo del carrete de mi vida me ha vuelto prudente, sumamente prudente, por temor al escarnio público o de caer en la ingenuidad, ese don de decir pavadas sin inmutarse. Asimismo cúmpleme aclarar que no estoy requerido por la justicia ni le debo dinero a nadie.

Lo que es la mente humana, creo que ya tengo el seudónimo. Voy a hacer las del paisano aquel del pueblo La Bolsa. No buscar en el mapa porque figura con el nombre oficial y el nombrete se lo pusieron viajeros y vecinos de otros pueblos, porque al mismo se llega y se sale por la misma boca, camino, como pasa con las bolsas.
El tal criollo tenía un perro al que le había puesto de nombre “Comousté”. Ese apelativo en ese pueblo tranquilo daba para hablar que ni se sabe.

Venía un feligrés y preguntaba: ¿cómo se llama el perro?

Y le contestaba: Comousté.

No, no, yo le preguntaba por el perro.

Y ya le contesté: Comousté.

De ahí en más se armaba un nudo de idas y venidas y que el perro no se llamaba Nicasio, ni Serafín.
Y la picardía era la triunfadora porque el preguntón se iba como había venido, con el agregado de que no había entendido nada y el dueño del perro feliz y contento de haber pialado a otro.
De ahora en adelante “Comousté” a las órdenes.

4 comentarios en «Hasta el Presidente escribía con seudónimo»

  • Jaja. Me gustó. Si aquel “Pepe” , que era re – fino firmaba como Laura, a este “Pepe” que habla de mortadela y de gauchadita que le pongamos Chola o Maru esta bién…

    De: Comousté
    Me alegra sobremanera que te haya gustado la entrada del seudónimo. A don Pepe por favor no comprarlo por fino, porque lo mío no es la política pero si se mucho de historia y sobre todo anécdotas. Si al Pepe electo le gusta la mortadela a mi también pero en privado para no compartir el olor a ajo como debe de tener la mortadela en serio, el seudónimo mejor dejémoslo que lo ponga él. Cristina Fernández mandó a los periodistas argentinos que lo llamaran Pepe. Esta señora de diplomacia sabe tanto como yo de capar canguros.

  • A MI ME GUSTA FIRMAR CON MI NOMBRE. SOY MACHO Y AGUANTO. DESPUES SI ALGUIEN ME VE CON LA BOCA PINTADA, DE TACOS ALTOS Y REBOLEANDO LA CARTERA DE NOCHE—–VEO

    De: Comouté
    Me gusta lo suyo, no te gustan los seudónimos porque Ud. dice que firma con su nombre por que a su criterio es macho y aguanta, pero no se olvide que si utiliza solamente Camilo, está usando el nombre de pila como si fuera un seudónimo, porque el nombre de las personas es nombre de pila y apellido. Lo de las corridas por Boulevar con tacos altos y cartera es un problema suyo, a mi me gusta más escribir…

  • Que linda acnedota. de estas cosas hacen falta que escriban algunos. saber que sienten las personas que escriben…la forma de hayar el seudonimo me parecio sincera y brillante. felicitaciones a comouste y seguiré leyendo lo que escribas

    De: Comusté
    Estamos en un todo de acuerdo: 1.- me gustan las anécdotas, pero mucho fíjate que en el futuro, querida lectora corresponsal, podrás apreciar que soy una enciclopedia de datos inútiles que hacen bella la vida. 2.- los demás artículos serán dedicados con el corazón a tu persona, claro está, que esto queda entre nosotros.

  • Excelente el anécdota que nos contó!
    .

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