16 abril 2024
INSÓLITOS

Hooligans buitres

Tuve el placer de conocer periodistas de los buenos, hombres de la noche y de copas, algunos ya no están más de este lado de la superficie de la tierra, pero los guardo en mi corazón y de los que están, hay algunos tigres que pueden tratar casi cualquier tema con una erudición sensacional.

Pero son una especie en vías de extinción, al ser una cosa perimida la lectura de los diarios, no es viable escribir para la prensa escrita, valga la redundancia, y la prensa oral, tiene algunos firmes valores, pero también tiene una fatiga económica, que la va haciendo cada vez menos viable.
Antes se complementaba una cosa con la otra, antes del micrófono, habían conocido el olor del plomo en las imprentas y habían corregido sus propias pruebas de galera, acomodaban la cintura y a la pista.

hooligan_145x170La computadora o mejor dicho el ordenador de textos, achicó bastante el pánico y muchos ni siquiera miran cuando el texto aparece subrayado en rojo y se mandan cada falta de ortografía de antología, claro que están las que corrigen automáticamente los errores, con la mentalidad del que hizo el programa y salen horrores como, aré puede ser de arar, pero muchos se olvidan del arado y del verbo hacer, claro que los programas nuevos, marcan con azul, lo que puede ser tal vez un error, o con verde, esperemos que no sean daltónicos y se den cuenta como viene la mano y en el peor de los casos le echaremos la culta a la huelga de los docentes o que están mal pagos.
Pero nuestro tema no es la ortografía, sino la calidad moral de los que se dicen periodistas.

Mucha prensa de nutre de carne podrida, como los buitres, en especial chimentos de baja estofa y aquí en el país ni siquiera se molestan en cuerear animal nacional, sino que son importados, tal vez porque nosotros somos un tanto pueblerinos y no se da tanto la pavada del jet set, ni el encarnizarse mal la gente.
Tuvimos un fiel representante de la prensa buitre en sujeto llamado Omar Díaz, que fue un adelantado en la materia.

Era un reciclador de inmundicias y basuras humanas en provecho propio.
Su órgano, pasquín mejor dicho, se llamaba “La Escoba” y este señor so pretexto de barrer la basura, extorsionaba a sus víctimas y el que no se ponía con dinero o algo con valor económico, lo pasaba por la máquina de grano fino.
Hubo un caso de un político muy conocido, al que lo acusó, fundada o infundadamente de homosexual, en aquella época, en que al que quebraba la muñeca, le daban con la máquina de cardar.

Sólo a mí se me ocurre hablar de la máquina de cardar cuando los colchones no son más de lana, sino de polyfom o cualquier otra cosa similar, y hasta resortes dicen que tienen.
El cardador era un señor que venía a domicilio caminando, con una máquina con dos ruedas y una pieza fija, que terminaba en algo parecido a un incómodo banquito, con unas púas como clavos para arriba y otra con púas para abajo, que se trabajaba con un vaivén, se le iban tirando los montones de lana y quedaba bien esponjadita en el piso.
Cuando terminaba, con el mismo cotín volvía a darle forma de colchón, cosiendo en los mismos agujeros de la tela para evitar el efecto troquelado, o si la mano venía mal, había que poner cotín nuevo y con una aguja llamada casualmente de colchonero, y en un ratito armaba de vuelta un colchón como nuevo y sin el hoyo del cuerpo del durmiente habitual.
Imagínese amigo, lo que sería agarrarse una mano o lo que fuere con esa máquina, y bueh… ahí era donde Omar Díaz ponía a sus víctimas inocentes o culpables, a él tanto le daba.

Pero si la víctima era de cuero duro, como en el caso de marras, le mandó por un sobrino, el pasquín a la madre de la víctima, para que lo leyera, claro que la víctima, le resultó que era atravesado como culo de lagarto y en pueblo chico, lo buscó y lo mató al sobrino, como siempre muerte al mensajero.
Los ingleses, no los de las Malvinas, sino los mismos pero los de Inglaterra, en los partidos de fútbol, tenían las hinchadas, torcedores como dicen los hermanos brasileños, pero a los ingleses se les decía hooligans.
Esos famosos hooligans servían tanto para un roto como para un descosido y hacían cualquier tropelía, con mucha violencia y un montón de casos con muertes y en especial una tragedia como la de Heysel.

Se tiende a creer que el llamado “hooliganismo” es algo relativamente reciente, de las últimas tres o cuatro o cinco décadas. Pero la antropóloga Liz Crowley, de la Universidad de Mánchester, afirma que no se trata de un fenómeno nuevo.
En efecto, el fútbol ha sido asociado a eventos violentos desde sus orígenes en la Inglaterra del siglo XVIII, cuando los partidos involucraban a cientos de jugadores y se convertían esencialmente en campos de batalla donde se enfrentaban las juventudes de los pueblos rivales.
Algunos afirman que el origen del término holligans, es de principios del siglo pasado, donde existía una popular canción que hablaba de una ruidosa familia irlandesa en Southwark, Londres, con ese apellido.
Otra vertiente plantea que se basa en la palabra irlandesa, Hooley, que significa salvaje o fiesta animada.

Claro está que los ingleses nunca, sino los originarios del tema fueron los irlandeses, faltaba más.
Se dice, en general, que los grupos violentos ingleses prefieren llamarse a sí mismos “La firma”, en el sentido comercial de ser un grupo que busca financiar sus traslados y actividades, esta definición no resulta conocida, pero no pensamos llevar agua para molino ajeno.
La prensa oficial y los portavoces del Buckingham Palace identificaron este término con la creciente ola de marginalidad, sobre todo en los otros grandes centros industriales.
Así pues se asoció con una determinada vestimenta, un argot, unas pautas de conducta y ciertos barrios. Incluso llegó a englobar diversas acciones como robos, prostitución, atracos a ciudadanos en la vía pública o el percibir los subsidios oficiales destinados a los desocupados.

En el partido entre el Galatasaray y Leeds United perteneciente a la copa UEFA del 2000, después del primer tiempo, dos hinchas del Leeds murieron en una pelea entre hooligans.
No hubo una clara intención de diferenciar a los grupos violentos de los actos relacionados con el mundo del fútbol.
En el año 2000 durante la decisión de la UEFA sobre la adjudicación de la Copa Mundial de Fútbol de 2006 la candidatura de Inglaterra se vio gravemente comprometida debido a unos altercados producidos en Charleroi y Bruselas por parte de hooligans ingleses.
Finalmente en una ajustada final salió elegida Alemania sobre Sudáfrica que finalmente organizaría la Copa Mundial de Fútbol de 2010.
El punto fuerte de Alemania era su política “anti-hooligan” que tuvo una gran aceptación.

En Reino Unido más de 3.000 personas se vieron obligadas a entregar sus pasaportes y no les fueron devueltos hasta el término del Mundial, para evitar altercados.
Estos aficionados agresivos, seguidores de un equipo en concreto, suelen enfrentarse a menudo con los grupos del equipo contrario durante el encuentro.
La tensión aumenta durante los llamados clásicos, que son encuentros entre equipos de la misma ciudad, o equipos con una gran competencia histórica.
Estos encuentros violentos entre grupos han dado lugar a numerosas muertes (un promedio de media docena al año en la década del 90 y tragedias a lo largo de la historia del fútbol inglés. En 1985, en el estadio de Heysel (Bruselas), mueren 39 personas, en su mayoría italianos, durante un ataque artero de los aficionados del Liverpool, que esa noche jugaba con la Juventus, la final de la Copa de Europa.
Trasladados los muertos y heridos el partido se jugó igual.

Nuestros jugadores de fútbol, tuvieron fama de jugar fuerte en otras épocas como cuando el Negro Jefe dijo en Maracaná “los de afuera son de palo” y dejaron callados la boca a un estadio con más de cien mil personas y a un pueblo entero, y por la noche salieron a tomar copas mezclados con el pueblo brasileño y cuando los reconocieron no tuvieron problemas, por no ser un pueblo violento.
Nuestros jugadores siempre fueron guapos y los mantequitas no tenían suerte.
El otro día me hice la astilla con un reportaje que le hicieron a la “Tota” Lugano, el del fair play y la cara de loco cuando encara a algún adversario.
Diego Lugano fue entrevistado estos días por el programa Pura Química de la cadena “E S P N” en la que repasó su trayectoria deportiva y relató algunas anécdotas como elemento representativo de nuestro fútbol.

Contó lo que ocurrió previo al partido de vuelta ante Costa Rica, disputado en el Estadio Centenario, en la que “El Zurdo” Bessio cantó el himno en tiempo de murga, lo que causó una polémica nacional pero el tema no estaba en cuanto a la versión del himno. Comentó que “cuando “El Zurdo” empezó a cantar, partido decisivo, el estadio explotaba.
Una maravilla.
Claro, pasaron los 90 segundos establecidos por FIFA y “El Zurdo” siguió cantando, porque el himno de Uruguay dura casi siete minutos.
Nadie le avisó al Zurdo que había que cantar 90 segundos”, contó.
“La gente cantaba espectacular”, agregó Lugano.
En determinado momento, el árbitro del partido, Massimo Busacca, cuando pasaron los tres minutos empezó a decirle al capitán: “‘Lugano, rompan filas’, en un español bastante bien.

¿Qué rompan qué?’;
Rompan filas que ya pasaron 3 minutos’.
Entonces le digo: ‘No, no.
Respetá que están cantando el himno'”.
Bussacca, hoy ya retirado, esperó unos segundos más y volvió a insistirle: “‘Lugano, van cuatro minutos, saludá ya o te suspendo a vos y al estadio'”.
“Y le digo: ‘Mirá que acá no estás en Europa, te arrancamos la cabeza'”.
Pero esto es lo nuestro, una picardía, una corrida con la vaina, pero sin el cuchillo, pero los ingleses ahora se han disfrazado de carmelitas descalzas y cualquier tema los pone muy susceptibles.
Y ahora agarraron a Luisito Suárez de punto, un par de mordidas, tiene los tales dientes el Luis, lo levantan en la pata permanentemente y dicen que hace biógrafo, bueh… a veces hace algún aspaviento de más, pero…
El lío con el negro francés, lo vi varias veces en you tube y también lo vi en otros partidos, el hombre había sacado patente de víctima del racismo y buscaba permanentemente el contacto con Suárez que es valor sabido que no le hace asco a los líos.
Le metieron una sanción brutal, por la mordedura, sin precedentes en cuanto a la dureza de la misma, tanto en lo económico como en el tiempo de suspensión.

Ahora Luis Suárez hizo un aviso para la televisión para una empresa de cobranzas de Uruguay, muy bueno, divertido y muestra además como Luis tiene cintura para adaptarse a otras materias y que lo suyo no es exclusivamente el fútbol.
Ese aviso netamente uruguayo se pasó muchísimo más en Inglaterra que en Uruguay, porque los periodistas deportivos de la rubia Albión, cuando ven algo caído o por caer, empiezan a sobrevolar y son peores que los buitres peleando por la carroña.
Luis Suárez tiene un temple de acero para bancársela en ese medio donde los hooligans no existen más por arte de magia y el vampiro de la noche es el salteño.
El fichaje de Suárez ha bajado su cotización sensiblemente, si lo comparamos con lo que pagaron por el fichaje de Cavani y es un costo que deberá asumir Suárez de su propio peculio a la salud de la sucia prensa británica.

Perdóname querido Buitre, no te quise ofender, pero la cosa es así.

Un comentario en «Hooligans buitres»

  • LUGANO LA TIENE CLARA————–ACA NO ESTAMO EN EUROPA TE ARRANCAMO LA CABEZA———EN LA PUBLICIDAD DE SUAREZ SE RIEN DE QUE SIMULA UN FOUL——–ES UNA GILADA QUE LE VA A COSTAR CARO—————–

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