Japón y sus fantasmas

Tres calamidades impactaron contra Japón y solo una de ellas, la radiación, puede traer grandes consecuencias inmediatas y futuras. El peor de los sucesos, el más dañino, el que esta aún sin resolver, lo creo el hombre.

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El terremoto de magnitud 9.0 MW, uno de los mas grandes del mundo, con réplicas de 7.0, fue seguido por un tsunami con una pared de mas de once metros, fueron desvastadoras y el resto del mundo lo ha observado con angustia y horror. En varios lugares de Japón la gente quedó como en las épocas de las cavernas; a la intemperie, sin luz, sin agua, sin comida, sin comunicación y servicios sanitarios. Sin embargo, de esas circunstancias, el valiente pueblo japonés siempre se ha repuesto. Es parte de su cultura la convivencia con estos fenómenos de la naturaleza. Y si hubiera quedado todo por ésa, se saldría rápidamente a través de la entereza del japonés y la ayuda humanitaria que varios países le brindarían. Pero otro ingrediente apareció trayendo viejos fantasmas del tiempo.

Parece que luego de 66 años, la historia de la amenaza nuclear vuelve a repetirse en Japón. Aunque esta vez, los efectos nocivos radioactivos los fabricó la propia ciencia y tecnología del país.

Y para lo que no estuvo preparado Japón, era para la amenaza nuclear desde adentro. La historia es cruel y algunas cosas se repiten cambiando solo los sujetos o personajes. En 1945, como bien lo explica la columna Entretiempo de El Reporte, fueron detonadas dos bombas nucleares en suelos del sol naciente que lograron el rendimiento del Primer Ministro Hirohito, con todas las secuelas que dejó para el pueblo japonés la exposición a la radioactividad. En aquel momento, como también explica el artículo, Hirohito aparece por radio en cadena diciéndole a su pueblo que se rendía porque la bomba atómica era desvastadoras y si el enemigo tiraba otra, Japón desaparecería. Palabras más, palabras menos, ese era el mensaje.

Luego de 66 años, el Primer Ministro Naoto Kan, que nunca se dirigió en veinte años a su país, tuvo que utilizar la cadena de los medios de comunicación, para hablar de una amenaza nuclear.

Las cuatro centrales nucleares en Fukushima que fueron alcanzadas por el fenómeno de la naturaleza estaban diseñadas para soportar un sismo de menos magnitud que la registrada.

Hoy 50 ingenieros tienen por delante una misión histórica: intentar refrigerar los reactores de Fukushima afectados por el seísmo. Tras un incendio y una nueva explosión en la central nuclear, las autoridades de Japón se han apresurado a evacuar a los habitantes en un área de 20 kilómetros de Fukushima. En la planta sólo han quedado 50 de sus 800 operarios. Son la última brigada, el último equipo que emprenderá un intento a la desesperada de mantener los núcleos de los tres reactores golpeados a un nivel de refrigeración adecuado mediante el bombeo de agua de mar.

Según detalla el Foro de la Industria Nuclear Española, las personas que se quedan en la central en una situación de emergencia como la de Japón llevan a cabo las siguientes tareas:

1.- Inyectan agua borada a presión dentro de la vasija del reactor para refrigerar y cubrir todo lo posible el núcleo.

2.- Refrigeran externamente la vasija del reactor para ayudar al mismo objetivo de enfriar el interior.

3.- Purgan cuando exceda la presión de los límites aceptables y vigilar la concentración de hidrógeno.

4.- Mantienen la integridad de las contenciones y del toro.

5.- Llevan a cabo turnos para mantenerse dentro de los límites aceptables de exposición de cada uno de ellos.

Cabe decir que las tareas que están cumpliendo estos operarios, son de lo más riesgosas, porque se están exponiendo permanentemente sus vidas.

Hay cientos de reactores de estas mismas características alrededor del mundo y ya vimos anteriormente lo que ocurrió en 1986 con la catástrofe de Chernobil. Hoy dicen la mayoría de los técnicos europeos que la central de Fukushima tiene tecnología avanzada que la hacen mucho mas segura. Los que afirman esto, indudablemente por lo visto y lo ocurrido no tienen razón.

La energía es una de los problemas mas grandes que tiene que afrontar el mundo. Porque la energía nuclear no es la solución, ya vemos con dolor el precio que hay que pagar.