Joan Manuel Serrat

“Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.”

Con Antonio Machado, Miguel Hernández y Mario Benedetti de libretistas estaba bien provisto Serrat y él lo dice claramente, que no le interesan buenas músicas sin buenas letras, ni buenas letras con malas músicas.
Es un tipo que luce amable, aunque es calentón.

No le gusta pisar tierra floja y eso le lleva a estudiar al interlocutor, qué es lo que pretende y cuál es el fin perseguido.

Conocido el fin se afloja y se abre a la conversación.

No aparenta los 67 años que tiene, luce su pinta, aunque sabe sus limitaciones.
Es un hombre de mundo y sabe hasta donde llegar.

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No tiene cirugías, de las estéticas, pero tuvo dos batallas con el cáncer y las sobrelleva airoso.

No vamos a decir que es un cantante, poeta y músico, sino mucho más, el representa una época.
A pesar de toda su pinta urbana es perito agrónomo, no sé si tendrá un malvón en la terraza.

Nació en 1943, debutó en 1965 fue prohibido por Paco el Cabrón y se exilió en México.

Cuánto le debe de cultura América a ese tirano que la pobló de Josefinas Díaz, de Margaritas Xirgú, de Pepes Estruch y tantos otros que escapan a la memoria.

Defiende a los pecadores, no por ellos, sino en defensa propia.

Se niega a hacer algo contrario a lo que piensa, o le gusta, eso le incomoda.

Claro que estos gustos se los puede dar ahora, que ha llegado a su nivel, no todos pueden darse esos lujos, porque en el transcurso del tiempo, vamos vendiendo lo mejor de nuestra vida, la libertad a cambio del dinero que necesitamos para vivir.

Este catalán siendo su familia de origen obrero, pudo llegar a donde llegó, sin enajenar su libertad.

Claro que en el escenario hay que actuar, aunque se les parta la cabeza de dolor o haya tenido una bronca muy grande con la compañera o tenga un pariente grave y a sonreír señores, que el público para eso pagó la taquilla y el show debe continuar.

Su público lo considera un símbolo y el considera que no lo es, será por falsa modestia o de puro catalán.
Si su actitud hubiera provocado reacciones en contrario en sus fans, el no hubiera cambiado su modo de ser.

Los años lo han cambiado y se enoja por lo que le interesa y si no le interesa lo ignora y no se enoja.

Creo que su personalidad se resume en estos versos de Machado:

“Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas

duermo mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,

y amontonado en la arena
guardo amor, juegos y penas

Yo,

que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos

de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno

A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.

A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino…

Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero…

¿Qué te voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo?

Y te acercas, y te vas
Después de besar mi aldea.
Jugando con la marea

Te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
Perfumada de brea

Que se añora y que se quiere
Que se conoce y se teme.

Ay…
Si un día para mi mal
Viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca

Con un levante otoñal
Y dejad que el temporal
Desguace sus alas blancas

Y a mí enterradme sin duelo
Entre la playa y el cielo…

En la ladera de mi monte,
Más alto que el horizonte,
Quero tener buena vista.

Mi cuerpo será camino,
Le daré verde a los pinos
Y amarillo a la genista…

Cerca del Mar. Porque yo
Nací en el Mediterráneo…”

Serrat está al día de todo lo que ocurre en España y en América Latina porque la considera su mundo cercano.

La crisis la ve para largo.

Asimismo considera que castiga más a los que tienen algo y poco a los que no tienen nada, porque nunca han recibido nada.

Joan Manuel Serrat, cantando en vivo “Fiesta”

Recuerda que cuando empezó Felipe González la oposición le largó la campaña del desencanto, la que perdió fuerza porque todavía no habían tenido tiempo de encantarse con nada.

Piensa que los ministros cuando se reúnen deben de dejarse de tantas palabras bellas y concretar más en los hechos.

Con referencia a una entrevista que le hicieron a Fidel Castro, dice que Fidel lo tiene claro, que el régimen no funciona, pero que se ha tomado mucho tiempo en decirlo y tiene esperanzas en que el pluralismo político, se haga realidad en Cuba.

De Chávez que adoptó la personalidad de Simón Bolívar modificada dado que era esclavista y el de Chávez es liberador de negros. Lo califica de una manipulación a la que los políticos nos tienen acostumbrados.

Y que no entiende el peronismo y cree que ni los peronistas lo entienden al peronismo.

No le tiene miedo al ridículo por las pasiones dado que las mismas nunca las tuvo en un grado tal.
Pensaban que Mediterráneo era su techo, pero el considera que no hay una canción que lo tenga todo.

Considera que puede haber cierta simbiosis con dicha canción pero también la siente por otras e inclusive de otros.

Desayuna todas las mañanas entre las 8 y las 10 con Pepe, su perro.

Si tiene que encarar un problema médico lo hace de inmediato y sin temor, ya pasó por dos cánceres y otras historias.
No le quedan cuentas pendientes con la vida porque lo que no hizo hasta ahora, no lo hará.

Cuando se despierta por la mañana comprueba que se le ha concedido un día más de vida.

Serrat a pesar del decurso de la vida, enfermedades, idas y venidas, está esperando que le den un nieto sus hijas, porque su hijo está en Madrid y el como buen catalán no está dispuesto a ir a una cancha de fútbol que no sea en Barcelona y sigue mentalmente primaveral.

“La primera
vez que miro brotar la primavera-,
dije, y después, declamatoriamente:

-¡Cuán tarde ya para la dicha mía!-
y luego el caminar, como quien siente
alas de otra ilusión: – Y todavía
¡yo alcanzaré mi juventud un día!