23 abril 2024
CRÓNICASPERSONALIDADES

Joaquín Torres García

Los uruguayos somos muy especiales. A algunos artistas como Torres García los reconocemos y los respetamos.

A otros medio pelo, pero que se movieron bien en la relaciones públicas somos capaces de poco menos que declararlos héroes nacionales.

No voy a dar nombres porque los muertos están.

En la zona inmediata donde vivía Torres García además de su yerno Yepes, había pintores, escultores, poetas, escritores, era una zona en que muchos profesores prestigiosos de la época construyeron o compraron sus casas ley Serrato mediante.

Pero nos viene la desmemoria y somos capaces de llegar a la catástrofe.

Resulta que un escultor de cierto renombre en su época, hizo una puerta con el estilo de la obra de Lorenzo Ghilberti, que ocupa un lugar distinguido en el edificio del Municipio de Montevideo, la cual fue hecha a pedido de uno de los arquitectos que estaba construyendo una agencia de un banco privado de prestigio.

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LA OBRA DE LORENZO GHILBERTI, UNA DE LAS MAYORES PRODUCCIONES DEL RENACIMIENTO SE MUESTRA EN EL PALACIO MUNICIPAL DE MONTEVIDEO

Pasaron los años y los vientos cambiaron y no fueron muy propicios para los bancos y en un quítame allá de esas pajas, el Banco de referencia cambia de dueños, varias veces y al final hasta de nombre, la puerta fue una puerta más y no la escultura.

En los balances figuraría puerta de dos hojas de tanto por tanto y la puerta siguió en su lugar y cuando las autoridades últimas o penúltimas del banco pensaron ponerle minifalda a una vieja y sacaron la puerta escultura y pusieron una blindex de vidrio de lo más copera.

Si hubo buena fe los que sacaron los materiales de la obra la fundieron como bronce y como tal la vendieron, pero si hubo mala fea algún Vivanco está esperando que pase el tiempo y la tiene empalmada en algún lugar para sacarla a relucir sin que nadie reclame nada.

Hace unos años y a una cuadra de donde había estado la puerta escultura, hablando con el escultor Octavio Podestá y le dije vio que en el banco de la esquina voló la puerta de fulano de tal y Octavio me dijo, “vió, no se puede creer”.

Pues hay que creerlo, marchó la puerta escultura por una puerta blindex por ignorancia o delincuencia.

Joaquín Torres García nacido en Montevideo, 28 de julio de 1874 y fallecido en Montevideo, 8 de agosto de 1949 fue un destacado pintor, profesor, escritor, escultor y teórico del arte uruguayo.

Creador del Universalismo constructivo y del Taller Torres García, uno de los principales movimientos artísticos de su país.

Hijo de María García Pérez y Joaquín Torres Fradera. Su padre era originario de Mataró y criado en una familia de cordeleros es decir en una familia relacionada con la navegación. Su madre era uruguaya, hija del carpintero José María García, un colono español de las Islas Canarias y de Misia Rufina Pérez, una criolla aristócrata.

En 1891 Joaquín Torres Fradera trasladó a su familia de vuelta a Mataró, Cataluña y luego a Barcelona. Torres García tomó lecciones de pintura con Josep Vinardell. Su primer óleo lo realizó en 1891 en Mataró, cuando tenía 17 años.

En 1894 ingresó en la Escuela Oficial de Bellas Artes de Barcelona, y también asistió a la Academia Baixas y al Círculo Artístico de San Lucas.

En 1903 trabajó con Antonio Gaudí y participó del movimiento noucentista catalán.

En 1904 realizó con Iu Pascual una exposición en el Círculo Artístico de San Lluc. Ese mismo año comenzó a escribir sobre arte, cosa que haría durante toda su vida, con un artículo en la revista Universitat catalana.

En 1912 expuso pinturas y dibujos en Galerías Dalmau. El texto del catálogo fue de Eugenio D’Ors y la crítica en la publicidad de Roma Jori.

En 1910 recibió el encargo, por medio del escritor Roberto Payró de pintar dos murales, La Agricultura y La Ganadería para el pabellón uruguayo de la Exposición Universal. Expuso en el Fayans Catala cincuenta obras.

En 1911 participó en la exposición Internacional de Arte de Barcelona con La Filosofía presentada por Palas en el Parnaso como Décima musa. «Se trata de una escena sobria, contenida, de gran pureza formal por su marcado geometrismo y regularidad, sin el dinamismo ni la expresividad que hemos visto en el simbolismo del que intenta alejarse».

En junio de ese mismo año a través de, entre otros, Eugenio d’Ors conoció a Enric Prat de la Riba, presidente de la Diputación de Barcelona, que le realizó diversos encargos, el más destacado fue el de los frescos del Salón de Sant Jordi en el Palacio de la Generalidad de Cataluña que Torres García realizó entre 1913 y 1914.

En 1913 publicó Notes sobre art, en catalán, su primer libro.

En 1917 expuso en las Galerías Dalmau de Barcelona, junto al pintor español Rafael Sala. Publicó Art Evolució, en Un Enemic del Poble, No. 8 de noviembre de 1917.

En 1921 viajó a Nueva York. Su estancia allí le proporcionó pocas alegrías y muchos sinsabores. Sin hablar inglés, no pudo integrarse y pese a su admiración por el constante espectáculo que para él eran las calles de Manhattan, su periodo en esa ciudad fue descorazonador. Intentó infructuosamente trabajar en la Sociedad Hispánica de América o dedicarse a la decoración teatral pero sin suerte. Volvió a Europa en 1922.

En 1924 se instaló en Villefranche-sur-Mer, un pueblo de la Costa Azul y en 1926 se trasladó a París. En 1928 conoció a Theo van Doesburg, quien les presentó a los miembros del grupo De Stijl. Posteriormente conoció a Piet Mondrian y nació el grupo Cercle et Carré.

En 1929 organizó una gran exposición de Arte Moderno Nacional y Extranjero desde París para Galerías Dalmau en Barcelona. Participaron Hans Arp, Sophie Taeuber-Arp, Theo van Doesburg, Mondrian y Van Rees, entre otros. Esta exposición reunió un numeroso grupo de artistas relacionados a De Stijl.

En 1932 regresó a España, donde se instaló durante dos años.
En 1934 Torres García viajó a Montevideo acompañado de su esposa Manolita Piña y de sus 4 hijos, Olimpia, Augusto, Ifigenia y Horacio. A su llegada al puerto de Montevideo fue recibido por una importante comitiva, y de inmediato comenzó una gran actividad con entrevistas, conferencias y exposiciones, téngase presente que fue recibido así porque el profeta triunfó en otros lares y no en su propia tierra donde fue reconocido al volver.

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América invertida

Poco después del regreso a su ciudad natal fundó la Asociación de Arte Constructivo. El 24 de mayo de ese año brindó su primera conferencia en el Paraninfo de la Universidad de la República organizada por la institución «Arte y Cultura Popular». Y el 5 de junio inauguró su primera exposición individual realizada en Montevideo, en el local de «Amigos del Arte». Ese mismo año fue nombrado Profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República.

En 1936 editó la revista de la Asociación de Arte Constructivo «Círculo y Cuadrado» la cual es una continuidad de la revista “Cercle et Carré” que publicara anteriormente en París. Es en ese número que aparece una de las versiones del muy conocido dibujo de Torres García que representa el mapa de América del Sur orientado con el sur en la parte superior.

En 1938 publicó La tradición del hombre abstracto (Doctrina constructivista), un manuscrito ilustrado a mano sobre la tradición universal del arte abstracto.

En 1939 publicó Metafísica de la prehistoria Indoamericana donde busca vincular el arte abstracto tradicional precolombino con el arte moderno. Ese mismo año disolvió la Asociación de Arte Constructivo.

Entre finales de 1942 y principios de 1943 se realizaron las primeras reuniones del Taller Torres García. En el taller, Torres dará clases de pintura a jóvenes artistas buscando así renovar la pintura uruguaya. Su idea era enseñar de forma exclusiva una pintura estrictamente planista basada en el plano de color, la línea y la geometría, determinando la unidad de la obra por medio de una estructura realizada con la regla áurea. Tras su muerte, el taller seguirá abierto hasta 1967 a cargo de varios de sus discípulos. Como recuerda Guido Castillo, escritor y director de Removedor, la revista del Taller, “Torres García les enseñó el oficio del la pintura con el máximo rigor y sin la menor rigidez, para que supieran cumplir con las reglas por un profundo conocimiento de ellas”. El Taller dará a artistas de la talla de Julio U. Alpuy, Gonzalo Fonseca, José Gurvich, Alceu Ribeiro, Sergio de Castro y los hijos de Torres García, Horacio y Augusto Torres, entre varios otros.

En 1944 se inauguraron Murales de Saint Bois que son pinturas murales en el Pabellón Martirené del Hospital Saint Bois, realizadas junto a sus discípulos del taller. Ganó el Gran Premio de Pintura del VIII Salón Nacional de Bellas Artes con su óleo Paisaje de Menton. Su libro Universalismo constructivo, publicado en 1944, constituye la base para entender su visión del arte. Muchos de esos murales fueron roto por clavos para colgar la ropa de empleados.

En 1948 se comenzó a construir la casa de Torres García en la calle Caramurú 5612, diseñada por los arquitectos Ramón Menchaca y Ernesto Leborgne.

Falleció el 8 de agosto de 1949, a los 75 años.

“He dicho Escuela del Sur, porque en realidad, nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala insistentemente el Sur, nuestro norte.”

Un comentario en «Joaquín Torres García»

  • Es asi como dicen Nico Medes yo cuando era chico aprendi algo sobre quien fue Torres Garcia depués no supe nada mas de el en los museos de las memorias deberian de destacar a esas personas y buscar eventos para hacerles reconocimientos que bien se lo merecen porque forman parte de nuestra historia.

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