18 abril 2024
GALERÍAS

Los de tu misma edad ya son viejos

No te ha pasado alguna vez, que cuando miras una persona de tu misma edad, dices para adentro; ¡Qué avejentado está!

De esto se trata esta historia

Mi nombre es Federico y estaba sentado en la sala de espera de la dentista, era mi primera consulta con ella. En la pared estaba colgado su diploma, con su nombre completo.

De repente, vino a mi memoria el nombre de una chica. Era muy linda, tenía el cabello largo hasta la cintura, era delgadita y unos ojazos bárbaros. Y estaba en mi clase, en la escuela del barrio. ¿Podría ser la misma chica del cual yo estaba secretamente enamorado? .

Cuando llega mi turno y la veo, se me esfumaron esos pensamientos.
La mujer estaba excedida en peso, su cabello no era el mismo, y su cara estaba llena de arrugas, y parecía más vieja como para haber sido aquella compañera de clase.

Después de examinarme mis dientes, le pregunté como al pasar si conocía la escuela del barrio en cuestión.
Me contestó con una sonrisa – Claro que la conozco…

A lo que le pregunté, cuando había terminado sexto grado.
Ella me contestó que fue en 1980. ¿Por qué me lo preguntas?
Entonces con total certeza le dije; ‘Tu estabas en mi clase!
Ella me miró por un rato…

Fue entonces cuando esa veterana gorda, fea y toda arruga me preguntó…

¿Tú eras el maestro?

Un comentario en «Los de tu misma edad ya son viejos»

  • Que cierto es. Ocurre que nuestro espíritu no envejece. Envejece el envase. A veces no somos concientes que el tren de la vida ( como suelo llamar a la edad) nos pasa por arriba y sólo nos damos cuenta de ello cuando alguien de nuestra misma edad, que hacía tiempo no veíamos se nos presenta. Es allí cuando tomamos conciencia de los estragos del tiempo en el físico de el o ella: el espejo nos acostumbra a vernos a diario.en el. Nos resignamos de una u otra forma, y no tomamos conciencia que el dios cronos nos fue debastando y surcando nuestro rostro y nuestro físico. A veces es mejor tener un espejito de “Blancanieves”, que otro que nos delata surco a surco que hemos entrado en la 3ª edad. Pero, considero que la vejez, no pasa por las vueltas que hemos dado al sol.Pasa sólo por nuestra manera de ser. Pasa por resignarnos a ser viejos. Pasa por no tener proyectos de vida. Por perder la voluntad, y las iluciones. Porque el hombre jamás sabe cuanto va a vivir. La jubilación trae la resignación para la gran mayoría, sin percatarse que es en el retiro que obtenemos la libertad , de hacer lo que realmente hemos soñado toda la vida. Seguro que la salud. juega un papel preponderante. Pero aún sin ella, podemos hacer infinidad de cosas, y descubrirnos a nosotros mismos : y las cualidades que están allí y que nunca descubrimos por cierto. Cordiales saludos.

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