16 abril 2024
INSÓLITOS

Los Windsor y sus temas

Al Rey que abdicó (o lo abdicaron) por su amor, por la mera intención de casarse con una norteamericana, un tanto liberal y divorciada dos veces, Wallis Simpson, sirvió para que lo tiraran por la borda y hasta su muerte tuvo que entrar a Inglaterra solo y por la puerta del fondo.

Ayudó mucho la iglesia Anglicana en el tema de dejarlo afuera.

Jorge VI tuvo un matrimonio del cual nacieron Elizabeth II y Margarita que también tuvo entretenida a la prensa con sus idas y venidas, pero como ya había descendencia y como ella no estaba en la línea de eventuales candidatos al trono, los gacetilleros no gastaron tinta en ella.

Claro que se trata de gente que está más expuesta a los medios y hay muchos ojos y oídos dispuestos a ver y escuchar y también un dejo de impunidad en sus actos, porque si yo cometo un desliz y no me ve la vecina de la esquina estoy a salvo, pero a esta gente la siguen paparazzi en camiones y otros que trabajan sin patente que son los cortesanos que boquillan por dinero y a la sordina.

Además Elizabeth II, inevitablemente un diez en conducta con esa cara tan Windsor y en lo que respecta a infidelidades, el que era un poco ligero de cascos era el consorte Felipe de Edimburgo, el que tuvo su pinta y algún frasco de perfume se llevó del Carrasco Polo Club en sus épocas y alguna señora muy añosa hoy dirá para sus adentros hasta donde sabrá lo que escribe.

De los resultados de dicha unión no estaría contenta ninguna madre, porque Carlos, el príncipe de Gales, se casó con Diana Spencer, una mujer plebeya, pero al igual que la candidata de España, hermosa y carismática con el pueblo, de la que se divorció a los quince años de matrimonio y se volvió a casar con Camila Parker-Bowles, que había sido su amante antes, durante y después.

Lady Di falleció en un confuso y nunca aclarado accidente automovilístico a poco tiempo del divorcio y el pueblo inglés le sigue rindiendo tributo a su memoria, no parando atención ante la actual esposa Camila.
Esta sombra no sólo le tapará el sol a Carlos sino a los Windsor de por vida.
La Princesa Ana se casó, se divorció y se volvió a casar al poco tiempo.
El príncipe Andrés se casó con Sara Ferguson y se divorció y el tema dará para bastante más.

Las hijas de ambos deben ser unas santas al igual que el príncipe menor Eduardo, Conde de Wessex y su esposa, deben ser 10 en conducta porque sus hijas son menores de edad o como todos ellos ya están muy lejos del trono no le llaman la atención a los medios para nada.

El caramillo está en las inconductas de Andrés y Sara Ferguson, ya sean juntos o por separado.

Cuando la guerra de las Malvinas lo habían pintado como un héroe pero parece que como dice el tango “Chorra”, “… no fue militar ni guerrero…” y en la vecina orilla se han hecho gárgaras en aquellas épocas con este señor, que uno, llega un momento en que no sabe hasta cuando lleva el IVA y el IRPF, o es todo con impuesto incluido.
Ya hace tiempo, Sara Ferguson, para cuyo matrimonio le había hecho gancho Lady Di con Andrés, anunció que en la fecha de los esponsales no se iba a encontrar en el país.

Se adelantó a que no la invitaran.
Sus hijas van a ir.

El 17 de marzo la reina Isabel II con audiencia de emergencia en el Palacio de Buckingham ordenó al duque de York, o sea su segundo hijo, en una palabra Andrés, el tío del novio, que se pusiera las pilas para evitar cosas que arruinen el casamiento del príncipe Guillermo (hijo de Lady Di) con la plebeya Kate Middleton, pero tío Andrés sigue siendo noticia y por cierto ni en las necrológicas ni en las buenas.
Pareciera que a los 51 años de edad no maduró.

Apareció en la prensa abrazado con una masajista de 17 años en la casa del multimillonario Jeffrey Epstein, apenas le triplicaba la edad a la joven.
Los runrunes vienen por el lado de corrupción, vínculos con pedófilos, etc. etc., todo esto trae malos vientos para el 29 de abril, fecha de la boda.

El problema que trae Epstein es que fue condenado por frecuentar los servicios sexuales de menores y actualmente es procesado por pederastía.

Y sospechan, mis queridos lectores, quienes serán los testigos de cargo en dicho juicio, pues nada más, ni nada menos, que la masajista y el tío Andrés, cosa que en nuestro medio le hubiera hecho fama de canchero, pero entre los ingleses no funca.

Pero cuando las cosas andan bien hasta los caracoles dan leche, pero cuando vienen mal uno se cae de espaldas y se fractura la frente.

Doña Sarah Ferguson, dicen que, tuvo la peregrina idea de pedir públicamente disculpas por haber permitido que el duque Andrés obtuviera de Epstein un préstamo de U$S 20.000.- para cubrir parte de su deuda personal que supera los U$S 6:000.000.-
Esto tiene un olor a ajo que mata, las cantidades no cierran con nada.

La ex tía del Guillermo, para no caer en la reiteración de volver a poner Sarah Ferguson, hace unos meses, fue sorprendida, tratando de venderle, a un falso empresario árabe, la posibilidad de acceder a su ex marido, en su calidad de representante de Comercio y Negocios británico, un puesto sin sueldo, pero por el cual Andrés recibe la friolera de U$S 300.000.- al año en gastos de representación.

Ahí fue cuando optó doña Sarah en no asistir al enlace de su ex sobrino.
Por el affaire Epstein la prensa británica indagó las labores del duque de York como enviado comercial.

En los últimos tres años presidió 50 misiones comerciales, en monarquías del golfo Pérsico, Tailandia, Vietnam y Mongolia.

Pero son reiteradas las visitas a países con regímenes despóticos como Azerbaiján, Turkmeintán y Kazakhastan los que causaron estupor.
En 2007, el príncipe vendió la residencia que la reina le había regalado con motivo de su casamiento, en Sunninghill, por U$S 20:000.000.- y el comprador fue el yerno del presidente de Kazakhastan.

Pero, siempre hay algo para agregar, la negociación la llevó a cabo la ex amante del yerno comprador, por un precio U$S 5:000.000 mayor que el que figura y esta señora además tiene una relación sentimental con Andrés.
El Foreign Office a tomado cartas en el asunto para poner coto a estas vergonzantes actividades nada principescas.

Del tráfico de armas, mejor no hablamos porque podría dar lugar a mucho más y mejor sería que saltara por algún órgano especializado en el tema.
Me pregunto, todos estos sujetos mantenidos por el pueblo inglés hasta cuándo abusaran de la venda en los ojos que la monarquía le pone a sus súbditos.

Como la fábula de Orwell titulada Rebelión en la Granja, cuando el burro que lo curtían a palos todos los días, trabajando con el arado de sol a sol y le daban de comer paja, cuando pasaba por el chiquero y veía al chancho, sin hacer otra cosa, dedicado exclusivamente a comer maíz, papas y boniatos a boca llena, todo el día, el burro, que era burro pero pensaba y lo hacía para sí, “esto no puede durar” hasta que vino el día de San Martín y al cerdo le tocó el suyo y amaneció carneado y colgado de una pata.

Cuando el burro vio esto se dijo: ya me parecía que esto no podía durar.

Un comentario en «Los Windsor y sus temas»

  • Se lo tienen bien merecidos los windsor dan asco, la madre teresa admiraba a diana y el papa lo dijo mas de una vez, que pobreza la de isabel y carlos que la corneaban, se lo tienen bien merecidos todos los kilombos que tienen.

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