Madonna no irá a la cárcel

Antes de escribir este artículo estaba pensando en lo dura que es la justicia en EEUU.

Que a una actriz alcohólica, drogadicta y cleptómana, Lindsay Lohan, por robo y tentativa de robo de joyas la condenaron a arresto domiciliario, con pulsera electrónica en el tobillo, cuatro meses de prisión y cuatrocientas ochenta horas de trabajos comunitarios, de limpieza en la morgue.

Lex dura lex est lex.
Francamente son tantas las cosas insólitas en este episodio que voy a narrar a continuación que no sabía como titularlo porque no podía definir la cosa insólita, más destacada de las demás cosas insólitas, que lo integran.

Cuando lo que vino a ser el tercer entierro de Perón el 17 de octubre de 2006, el camionero Emilio Quiroz, apodado Madonna, en primer plano de las cámaras de televisión, la emprendió a tiros en la Quinta 17 de octubre contra una multitud, disparando once proyectiles de nueve milímetros con una pistola Berca.

Hubo 180 heridos, no se explicita si de bala, de golpes, de pedradas, la policía mutis por el foro no intervino.

Creo haber leído en aquel momento que era chofer de Moyano, el zar del sindicato de camioneros.

Madonna se califica él que además de camionero, es actor y no sé si usando de sus dotes histriónicas, fue que afirmó, que era una víctima, por ser el único condenado en una trifulca de la que resultaron 180 heridos.

Por ese hecho, mientras se sustanciaba el expediente estuvo detenido y en prisión preventiva por tres meses, entre octubre de 2006 y enero de 2007.
Desde enero de 2007 hasta acá estuvo en libertad y al enterarse de la pena dijo que estos años fueron los peores de su vida.

Su patrón o ex patrón Pablo Moyano, porque yo me hago lío con el padre y con el hijo Hugo Moyano, ambos trabajan en el mismo tema, son los que manejan el sindicato de camioneros y también los fondos de la obra social, lo que ha dado lugar a una investigación en las cuentas bancarias numeradas de Suiza.

Es un problema de imagen fue lo que manejó el líder de la CGT Hugo Moyano al manifestar que “Siempre hay algo para ensuciar a los camioneros” (al sindicato).
Mientras en Suiza siguen con los trámites para decodificar las cuentas bancarias, que se atribuyen a uno o ambos Moyanos y todavía está en danza, el tema de la entrega de medicamentos yutos o truchos a los usuarios del sistema “obra social del sindicato”.
A título aclarativo, porque lo de la obra social es un engendro peronista, y los uruguayos eso no lo tenemos y cocemos poco, los obreros aportan a la misma y funciona como una especie de mutualista, manejada por las autoridades del sindicato.
Volviendo a Madonna, hasta el 17 de octubre de 2006 utilizaba el arma exclusivamente en las clases de tiro que tomaría para combatir los momentos de ocio.

Debe de haber tenido muy buena puntería dado que por la forma en que tiraba y no pegarle a nadie fue un gran mérito (por si está distraído esto es una paradoja mía).
Pero la justicia es justicia y habiéndose tomado su tiempo desde el 17 de octubre de 2006, ahora condena a esta autodenominada víctima que le tiró once tiros con una nueve milímetros a una muchedumbre apretujada contra una pared, sin contar los que estaban en el camino –que no eran pocos- a la siguiente pena.

Dos años y medio de prisión en suspenso por “abuso de armas” en concurso ideal con daño calificado.

Lo eximió de los cargos de “tentativa de homicidio” e “intimación pública”, delitos con penas de seis años y medio de prisión, solicitados por el fiscal del caso.

Asimismo, no se ría por favor porque esto es para llorar, deberá abstenerse de concurrir a eventos públicos o políticos, como lo fue el traslado de los restos de Perón.
Pero la sanción no queda solo en eso, sino que además deberá abstenerse de consumir estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas y realizar tareas remunerativas a favor del Estado por un total de cien horas, que deberán ser cumplidas en un hospital cercano a su domicilio.

Nunca se me había ocurrido tomar alcohol en un hospital y menos abusar de él, salvo que sea el alcohol gel y por vía dermatológica.
En caso contrario, perderá el beneficio de la pena de ejecución condicional y volverá a ser detenido.

Su abogado lo calificó de muchacho pacífico y que no era patovica ni guardaespaldas y apeló la sentencia.

Las dos justicias son muy duras, la americana a una enferma alcohólica, drogadicta y cleptómana le parte un código de penas en la cabeza y la justicia argentina, con los Moyano de por medio, es muy dura de digerir.