Mafalda I

La hija mayor de Quino tiene 48 años de edad cumplidos y desde que era chiquita, tenía unos pensamientos perversos.

Y el padre que le dio el habla, pero no el apellido, optó por tener doble nacionalidad, desde 1990 es argentino y español, pienso que todo debe ser por temor a una indiscreción de este infierno, que como el veneno, viene en envase chico.

Tal vez la actitud de Mafalda es que tiene nombre de Princesa y de barco hundido, pero se lo pusieron como parte de una campaña publicitaria para las lavadoras Mansfield, que nunca se realizó y lo peor de todo es que el apellido del padre es lavado. Con esos antecedentes como pretenden que no sea descarada y ácida.

De ahí, saldrá su actitud contestataria ante la vida, por la frustración ser lavado y no haber llegado a lavarropa. Freud se haría una fiesta en el diván con este pergeño.

El que definió la forma de comunicación que utilizan Quino y muchos otros como “Tiras Cómicas” le pasó como a Mafalda, que lo que todos festejan de sus dichos, son una serie de pensamientos más serios y profundos del mundo, si no estoy equivocado.

Ya que estamos hablando del Mundo, “no voy a pedir que lo paren porque me quiero bajar”, pero la mecánica que utilizó el señor que se esconde atrás de Quino fue muy hábil.

Achicó el Mundo a un tamaño infantilmente concebible y lo limitó temporariamente entre los años 1964 y 1973. Con ello logró dejar afuera a los años tristes de las dictaduras y sus personajes uniformados, e inclusive a los que los sustituyeron con uniformes y también a ciertos civiles frustrados por carecer de uniforme.

A los niñitos que trabajan con Mafalda los dejó chicos en el tamaño y les dio el razonamiento de adultos y nosotros nos reímos de ellos, como cuando nos reímos frente a los espejos deformantes que lo único que hacen es mostrarnos a nosotros como somos y no como creemos que somos. No nos reímos del mono por sus monadas, sino en lo que las monadas del mono se parecen a actitudes humanas. ¿No sé si he sido claro?

Los estereotipos que representan Mafalda, Felipe, Susanita, Manolito, Miguelito, el Guille y Libertad, el anónimo padre de la susodicha, Raquel y personajes secundarios de apoyo que también tienen lo suyo y muy importante, porque no es casualidad que la mascota de Mafalda sea una tortuga y que lleve el nombre de Burocracia.

El que diga que la tira de Mafalda es cómica, es porque nunca se miró al espejo.

Como el Mundo se quedó antes, de que nos pasara todo aquello, no es por casualidad que los malestares del planeta están en Asia.

Si Ud. replantea la situación en el año 2010 ¿verdad que los malestares no estarían tan concentrados en Asia?.

No quiero ser indiscreto, pero como el mundo gira Ud. tal vez señalaría otra zona geográfica o ¿estoy equivocado?, porque en esto podemos estar equivocados cualquiera de nosotros dos o de cualquiera de los restantes lectores. Creo que habría cientos de opciones geográficas.

No sé que analgésico habría que darle al Mundo, aunque si volvemos a nuestros años mozos tendríamos “El Mundo tal cual es” aunque habría que aclarar tal cual era.

Pensar que es tan perversa Mafalda que a su tortuga, pretende alimentarla con una hojita de lechuga, ¡sí alimentar a Burocracia con lechuguita!.

Por favor, no se me quede serio, por lo menos finja una sonrisa y si llora, espero que sea de la risa, porque si no, estamos en el horno.

Nunca me corrió por la cabeza, que escribir sobre el humor, sería tan serio o tal vez al humor hay que tomarlo en serio y lo serio tomarlo con humor, mucho humor.

Me está pasando como al Canario Luna, que en paz descanse, pero me estoy metiendo en el personaje, de tal forma, que hasta me da vergüenza subir al Citroën 2CV, que en definitiva es lo que Papá pudo comprar.

Creo que a ese auto con pinta de haber sido hecho con chapas de zinc (ojo, ahora la RAE permite escribir cinc), los porteños lo llamaban “Milonguita”, parafraseando la letra del tango “porque los hombres te hicieron mal”.

También le decían el Patito Feo, pero nunca llegó a Cisne, pero siempre a los lugares a los cuales el dueño lo conducía.

Le pido disculpas, pero lo mío fue una descarga, como un cuento verde en un velorio, porque Mafalda, con sus dosis de realidad, tan real, me oprime y de alguna forma tengo que desoprimirme, el chiste no está en el lugar adecuado, pero por salud tenía que hacerlo.

Ahora, recién ahora, me doy cuenta del por qué Quino, que la estaba haciendo toda, con el personaje y compañía, paró las rotativas en 1973. Dijo que se había quedado sin ideas, si el libretista suyo es el circo del mundo y a pesar de los pedidos de muchos que copian a su hija, lo quieren parar, sigue girando y produciendo más chistes en serio, en serio, sigue produciendo más chistes.

Claro que el año pasado, después de 33 años, se le escapó la niña, no tan niña, más bien diabla, para cantarle las cuarenta, al primer ministro Silvio Berlusconi, en La Reppublica de Italia, por unas declaraciones despreciativas hacia las mujeres.

Pensar que estaba hablando de cosas serias y este Berlusconi me saca del tema.

No entiendo a Mafalda que no le gustaba el Citroën 2CV, si en esa época todos andábamos en Fiat 600, Fuscas, les podíamos pagar la patente y el combustible, como le pasaba al padre de Mafalda (el anónimo, porque el otro ya había hecho la suya), sin necesidad de tener que ir a empadronar a Colonia, Flores o Durazno.

Tenía razón Mafalda: “No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta”.

Es un razonamiento muy parecido al de la medicina hoy se muerte de tal o cual cosa y antes la gente se moría de repente. Le descubrieron un montón de nombres a algunas causas de muerte y todavía los más pobres sigue muriendo de repente.

Recién empiezo, esto es como la primera o segunda copa, caliento el pico y todavía me falta toda la familia, los amiguitos, los accesorios y un montón de cosas más, que dan para mucho escribir, casi pongo hablar.

Pensándolo bien, Quino, tendrá la doble nacionalidad, porque duda entre ser gobernado por un Borbón o los Kirchner o … si la nena, se tiró contra Berlusconi, bah… aunque ahora todos se tiran contra Berlusconi, hasta las mujeres que fuman, pero de las caras y el las paga con la plata del pueblo y los diarios le hacen reportajes a él a y ellas.

Será casualidad o adrede que todos los personajes tienen su nombre en diminutivo, excepto Mafalda y Felipe, los cuales viven en el mismo edificio, la primera en el segundo piso y el segundo en el quinto.

De esto y de un montó de cosas más, si a Ud. le interesan, trataremos en el próximo artículo sobre nuestra invitada Mafalda.

Aplicando una de las sentencias de Felipe:

“No dejes para mañana el tratar de encajarle a alguien lo que tienes que hacer hoy”, pero el espacio y el tiempo son crueles… como dicen en la prensa escrita o en la oral.

O “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. ¡Desde mañana mismo empiezo!”