Marilyn Monroe: La tragedia

El personaje elegido, al que todos los lectores le vieron como una diosa, efectivamente lo fue, pero nada más que en el séptimo arte, pero lo que es en la vida real, fue una desgraciada, en todos sus términos, por no extenderme en calificativos.

Nosotros los seres comunes y corrientes conocemos de nuestros antepasados lo que se dignaron contarnos nuestros padres o algún abuelo y paremos ahí, si hubo algún episodio desagradable lo maquillaron y no llegó a nosotros.

Totò y Anna Magnani tuvieron una infancia cruda, pero una carrera brillante y un final mucho mejor que su principio, a pesar de algún sinsabor.

Nuestra estrella empezó mal, siguió peor y el final no sabemos como fue, aunque si lo podemos calificar de trágico.

Empecemos por el bisabuelo materno, que toda la historia de ella viene por ese lado porque los que ponían la semillita se olvidaban de dejar el nombre y los que dejaban el nombre o se lo atribuían no habían germinado su semillita.

Nos podemos remontar a este señor llamado Tilford Hugarn que terminó su desgraciada existencia a los 82 años, colgándose en el granero, el que en esa época era viudo de una esposa sifilítica, enfermedad para aquella época vergonzante, pero que creaba un entorno de locura y destrucción del individuo y de la familia.

La abuela de nuestro personaje llamada Della May, siendo menor de 15 años, era famosa por su promiscuidad y por su cabellera cobriza, ojos verdes y formas de mujer.

Se casó con Otis Elmer Monroe, pintor de brocha gorda con ínfulas de ser un Henry Matisse.

Terminó internado en un manicomio donde murió semiparalítico de sífilis. Acá, las viejas de antes le llamaban a dicha enfermedad “la francesa”, porque los beneficiarios de ella, la adquirían con las prostitutas, que por lo general eran de esa procedencia.

De dicha unión quedaron dos hijas llamadas  Gladys y Marion.

Della, o sea la futura abuela de nuestra homenajeada, tenía una debilidad por la cual circuló por su lecho o por donde fuera, camiones llenos de hombres.

Gladys Monroe, hermosa, tímida era un estorbo para la licenciosa vida de Della, quien no la incluía en sus proyectos y a los 14 años falsificó los documentos y se casó con John Newton Baker, embarazada de su hijo Jack y al otro año nación Bernice Inez Gladys.

Su esposo pidió el divorcio por conducta obscena y lasciva (1921).

Compartió un apartamento en Hyperior Ave. con su supervisora, rubia, menuda, autoritaria llamada Grace Mc Kee y por supuesto también fanática de hombres como su amiga y cohabitante Gladys Monroe.

CHUCHERIAS, JOYAS Y PERLAS

Grace Mc Kee, que con el tiempo fue ayudante de Joan Crawford –ésta última no siendo coetánea, ni se sabe por qué, siempre habló pestes de Marilyn Monroe- , estuvo a punto de adoptar a Marilyn Monroe cuando pequeña. Pido disculpas por llamarla por su nombre de estrella, porque es la única forma de no hacer un nudo gordiano con tantas mujeres en la vuelta y todas fanáticas del mismo tema.

Gladys Monroe y Martín Edward Mortensen, de 27 años, divorciado, pastor luterano, se casaron el 11 de octubre de 1924 y se trasladaron a Santa Bárbara, lo que venía a ser el sueño del pibe de la Monroe, Gladys.

A los 4 meses harto de las infidelidades Mortensen pide el divorcio.

Gladys sigue en ese revolcadero de relaciones promiscuas, sin futuro, nombre, ni rostro.

A los 10 meses del divorcio descubre que está embarazada.

El 1º de junio  de 1926, en el Hospital Central de los Ángeles, nace una niña, de los amantes fugaces, ninguno deja el hombre y la madre, ya que está, se lo endosa a su ex marido el pastor Mortensen, ex en todo y menos que menos padre de la niña, pero le sirvió a la señora y además le atribuye otra profesión y un domicilio desconocido, no es cuestión que alguno se pusiera a averiguar mucho. Para hacer las cosas mal hay que hacerlas bien mal.

El que termina figurando en la página roja es el Sr. Mortensen que se mató en un accidente con una moto y de esta forma cerró el tema de cualquier reclamación y pasó a llamarse esta niña Norma Jane Mortenson (en el apuro le erró con el nombre que era Mortensen).

Como frutilla de la torta, Norma Jane Mortenson, a las 48 horas de haber nacido, fue entregada al cuidado de Ida Bolander, una criadora de bebés por negocio y sin amor.

Un tema muy actual, a pesar de que este hecho ocurrió hace más de 80 años. Hace poco vi una película en DVD, basada en hechos de la vida real, donde una psicópata se dedica a tal negocio y comete un ultraje mayúsculo con una niña que perdió la vida a causa de ello y de las omisiones de asistencia del caso.

Obviando cosas horribles, la posterior Marilyn, en esa etapa vivió una vida espantosa, con cambios de amas de crianza (de alguna forma hay que llamarlas) con maridos de las amas, que abusaban de una niña absolutamente inocente, que no sabía nada de nada del tema, hermanos de crianza que se iban desarrollando y jugaban a los doctores con ella. Seguir con el tema es para satisfacer el morbo de algún depravado.

El pedigrí de la que después fue Marilyn Monroe es de suicidas, sifilíticos y sexo a diestra y siniestra.

Nuestra Marilyn, físicamente estupenda, basta con ver las fotos del almanaque, anteriores a la época de las siliconas y era formidable y no fueron tomadas  en su época de estrellato, sino por un fotógrafo semiprofesional, que no era el arte lo suyo, sino dinero y sexo y lo fueron para pagar unas deudas.

Cuando estuvo consagrada, los estudios la intimaban a que negara que fueran de ella y como para ella, eso era lo más natural del mundo, no lo negó, y se negó a negarlo y le rescindieron contratos, pero eso la valorizó en el mercado y obtuvo otros contratos en mejores condiciones económicas. Despacito íbamos saliendo de la etapa de penurias económicas, es cierto, a puro físico.

Aparentemente tuvo un hijo antes de su fama y fue dado en adopción a pesar suyo y fue una deuda pendiente que tuvo para con ella y por dos veces, ya consagrada, perdió embarazos y tuvo abortos espontáneos. Ese hijo nacido fue objeto de una búsqueda infructuosa. Pienso que de haber existido hubiera aparecido rápidamente en pos de la herencia de Marilyn, raro que no le hayan inventado alguno.

Antes de llegar, a ser conocida, tuvo muchos episodios similares a los de su madre o abuela, pero algún buen inversor la hizo cultivarse y fue una de las diosas de Hollywood.

Tuvo un matrimonio para liberarse de las ataduras juveniles con un tal James Dougherty (1942-1946) que no pudo soportar el asedio a que era sometida Marilyn en su lanzamiento al mundo del espectáculo.

Tuvo otro matrimonio, cortito, pero muy conversado, con Joe Di Maggio(1954) jugador de baseball de las ligas mayores y el matrimonio que la marcó fue con el escritor Arthur Miller (1956-1961), que no sólo la marcó a ella este brillante escritor e intelectual tildado de comunista, por el cazador de brujas Mc Carthy, sino que el propio Miller sintió fuertemente la relación y muchos de sus personajes femeninos, fueron hechos de medida para Marilyn con variado éxito. Ella estuvo pendiente de Miller, pero Marilyn era Marilyn.

El episodio Kennedy o Kennedy’s podemos interpretarlo ampliamente con un gran espectro.

Ella venía de una familia de locos, sifilíticos y suicidas y esto no es  para que lo analicé yo, sino un especialista en el tema -creo que a esta altura ya lo estudiaron muchísimos y se callaron la boca-.

Lo expuesto no va en detrimento de Marilyn, porque ella pudo haber tenido infinidad de culpas, menos de esta última si es de origen genético.

Si se le atribuye la muerte a un homicidio, me pregunto ¿y por qué no?  Si fueron asesinados los hermanos Kennedy, uno Presidente y el otro en vías de serlo, por qué el PODER iba a tener escrúpulos en sacar del medio a alguien que pudiera estar molestando a algún grupo de poder.

Si la Comisión Warren no pudo aclarar el magnicidio y se le fueron muriendo, casualmente, uno a uno, por todo tipo de causas, todos los testigos.

Lo que nos quedó en el cerebro, vía retina, es aquella rubia platinada que en el respirador del subterráneo se le levantan tan oportunamente las polleras…

El que quiera ver con quienes filmó y que películas hizo y con que directores, sírvanse buscar en wikipedia y va a quedar más feliz que yo, que me tuve que tragar sapos y lagartijas para conocer aproximadamente algo de la verdadera.

La gran industria fabricó galanes machotes que tenían a todo el mujererío enloquecido con su pinta como Rock Hudson y resulta que después era todo lo contrario de lo que aparentaba.

Uds. que pueden  imagínensela divina, escultural, aterciopelada y en colores y no olviden que el próximo 1º de junio cumpliría 84 años de edad.

Creo que ella tuvo la misma suerte que tuvieron Carlos Gardel y Julio Sosa, que murieron en la flor de la edad, antes que empezara la decadencia.