25 abril 2024
CRÓNICAS

Nos suceden cosas comunes

La experiencia que algunos llaman haber estudiado en la Universidad de la calle, se complementa, con el pensamiento de que el mejor salón de clase del mundo se encuentra a los pies de cada persona.

Hay muchas formas de alegrar la vida a los demás y en consecuencia también la propia.

Una sonrisa, un abrazo, un beso, un chiste oportuno, un halago verdadero….

Algún tropezón sin ser caída, una tontera insignificante, nos quita del rigor de la perfección permanente.

Hay mucha gente que no necesita dinero, sino que con una mano fraterna y un corazón escuchando, valen mucho más que un balde de dinero o el mejor de los psicólogos o psiquiatras.

No es necesario ganar todas las discusiones, sino simplemente hace mucho bien, saberse dueño de la razón y dejar pasar al contradictor, conforme sin demostrarle que está equivocado, ya la vida se encargará de enderezarle el rumbo.
Mi vida se forjó desde niño al lado de mi padre, escuchando sus palabras, viendo las lecturas preferidas o las audiciones que él disfrutaba.

Recuerdo las noches en que el formidable Wimpi, el salteño Arthur N (Nunes) García,daba unas charlas radiofónicas en Montevideo, creo que por radio Carve y mi padre se prendía a su filosofía, mitad estudiada con gran erudición y la restante de su propio caletre, las cuales siempre las terminaba diciendo: “Que todo sea para bien”.

Nuestra vida al igual que un hilo en un carrete, a medida que se es joven se va gastando menos vueltas del carrete, pero cuando se está terminando el hilo, las vueltas son mucho más rápidas, cuan raudamente nos transcurre la vida, un minuto, una hora, una mañana o un día, un mes y al rato ya estamos en el año siguiente, por ello debemos aprovechar cada instante en que estemos del lado de arriba de la superficie de la tierra.

La vida se compone de pequeñas cosas, disfrutables todas ellas, porque las grandes cosas ocurren pocas veces en la vida y si ocurrieran a diario, se convertirían en pequeñas cosas consuetudinarias.
El nacimiento de un hijo es un evento formidable, pero el nacimiento del décimo hijo ya se convierte en una rutina.

No hay que caer en la rutina, todos nuestros actos deben ser distintos e inesperados.

La gota orada la roca, pero también el goteo permanente de una cosa, nos desquicia y nos arruina lo bello de la vida que casualmente es la diversidad de los instantes que los hace distintos y disfrutables.

Hay mucha gente que confunde valor con precio, a esa gente hay que hacerle entender que hubo alguien que era tan, pero tan pobre que lo único que tenía era dinero.

Un tipo valioso no tiene precio y un multimillonario se puede vender por un plato de lentejas.

Mucha gente por timidez o alguna otra circunstancia especial se muestra hosco con los demás no permitiendo que se le arrime nadie, pero cuando toman confianza, su forma de ser les da una vuelta de ciento ochenta grados en el trato para con los demás.
Plantear un problema es tener el problema y la única solución es encararlo y resolverlo. Mucha gente esconde sus problemas para no tener que enfrentarlos y viven una vida arrinconados, tal vez por un problema efímero.

Hay personas que para resaltar se juntan con seres mediocres no dándose cuenta que pulirán su espíritu y su inteligencia tratando a personas más inteligentes.

El que se golpea el pecho ante los demás y parodiando su forma de actuar es un ser con un profundo complejo de inferioridad. El ser superior no tiene por qué jactarse de serlo porque ella emana del trato simple con sus congéneres.
Esto da para mucho más.

Que todo sea para bien…

2 comentarios en «Nos suceden cosas comunes»

  • Que verdad. La vida es muy sufrida y un bajon a veces solo esperamos una alegria para ayudarnos a seguir pero no es tan facil encontrar gente que tenga humor, pero hoy es viernes ya es algo positivo.

  • Hay que ser positivo y sonreir por las duda muy bien lo que se dice aqui buen fin de semana.

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