18 abril 2024
UNIVERSO

Nuevos planetas bajo la lupa

El telescopio Kepler vuelve a acertar. Esta vez descubre a ocho mundos que reunirían las mismas características de albergar vidas similares al nuestro.

Entre ellos, hay dos exoplanetas que son muy similares a la Tierra. ¡Cuidado! ¿Qué diría sobre enviar un mensaje el astrofísico Stephen Hawking?.

El informe surge en la 225a reunión de la Sociedad Estadounidense de Astronomía, en Seattle, Washington, la NASA informó que realizaron el hallazgo de ocho nuevos planetas, los que fueron vistos en zonas habitables del Universo.

“La mayoría de esos planetas tiene una buena posibilidad de ser rocoso, como la Tierra”, sostuvieron los astrónomos, aludiendo que de la cantidad encontrada, al menos dos, son los que corren con una mayor probabilidad de ser idénticos a la Tierra.

Uno de ellos es Kepler-438b, que tiene un diámetro 12% mayor a nuestro planeta y un 70% de posibilidades de ser rocoso, y se encuentra a una distancia de 470 años luz.

El otro, Kepler-442b, que es un tercio mayor que la Tierra y tiene una probabilidad mayor de ser recoso. Éste está aún más lejos: 1.100 años luz.

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“No podemos decir realmente que sean habitables, pero podemos afirmar que son candidatos prometedores”, cerraron.

Los astrónomos reconocieron que “la mayoría de esos planetas tiene una buena posibilidad de ser rocoso, como la Tierra”, pero dos corren con mayor ventaja.

El actual hallazgo eleva a 1.000 el número de planetas descubiertos gracias al telescopio Kepler, usado por primera vez en 2009, según informó hoy el Centro para la Astrofísica (CfA) de la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsonian en un comunicado. “La mayoría de estos planetas tienen buenas probabilidades de ser rocosos, como la Tierra”, dijo el principal autor del estudio, el investigador del CfA Guillermo Torres, que hoy presentó el hallazgo en un encuentro de la Sociedad Estadounidense de Astronomía.

Los ocho planetas se encuentran en la zona conocida como “Ricitos de Oro (Goldilocks)” de sus estrellas, es decir, que “orbitan a una distancia donde el agua líquida puede existir en la superficie del planeta”, explicó el CfA. De los ocho, el equipo de investigadores identificó dos similares a la Tierra, Kepler-438b y Kepler-442b, que “orbitan estrellas enanas rojas que son más pequeñas y más frías que nuestro sol”.

Kepler-438b da una vuelta completa a su estrella cada 35 días, tiene un diámetro un 12% mayor que la Tierra y hay un 70% de posibilidades de que sea rocoso, según los cálculos del equipo. Mientras, Kepler-442b completa una órbita a su estrella cada 112 días, es alrededor de un tercio más grande que la Tierra y tiene un 60% de posibilidades de ser rocoso.

Para estar en una zona habitable, un exoplaneta tiene que recibir más o menos la misma cantidad de luz del sol que la Tierra, para evitar que el agua se evapore o se congele, recordó el CfA. En ese sentido, los científicos calculan que el planeta Kepler-442b tiene un 97 % de probabilidades de estar en la zona habitable de su estrella, porque recibe alrededor de dos tercios de la luz solar que obtiene la Tierra.

Kepler-438b, por su parte, recibe alrededor de un 40% más de luz que la Tierra, por lo que tiene un 70 % de posibilidades de estar en una zona habitable. “No sabemos con seguridad si alguno de los planetas en nuestra muestra son verdaderamente habitables. Todo lo que podemos decir es que son candidatos prometedores” a albergar vida, indicó David Kipping, otro de los investigadores del CfA que participaron en el estudio.

Para sus cálculos, precisó Torres, el equipo adoptó “los límites más amplios posibles que pueden llevar de forma plausible a condiciones adecuadas para la vida”. La distancia a la que se encuentran los dos planetas hará difícil investigarlos más en profundidad, dado que Kepler-438b se encuentra a 470 años luz de la Tierra y Kepler-442b está a 1.100 años luz.

Antes de este descubrimiento, los dos planetas más parecidos a la Tierra que se conocían eran Kepler-186f, que recibe un 32% de la luz solar que obtiene nuestro planeta; y Kepler-62f, al que llega un 41% de la luz que alcanza el globo terrestre.

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