Pete de Freitas del club 27

El baterista caribeño integrante de la banda Echo and the Bunnymen, ingresa al selecto club de los músicos un 14 de junio, al estrellarse con su moto de alta cilindrada.

Cuentan que el músico nacido en Trinidad Tobago ya tuvo accidentes anteriores, donde presuntamente estaría bajo los efectos del alcohol y drogas, a las cuales se había hecho adicto en los últimos años de su carrera.

Este selecto club 27, cuenta entre sus distinguidos asociados al blusero Robert Johnson, como uno de sus fundadores. También figuran otras celebridades; Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morri, Kurt Cobaia, junto a una treintena de reconocidos músicos.

Para ser miembro de el club 27, debes cumplir 3 requisitos indispensables:

1 – Ser músico.

2 – Ser Famoso.

3 – Morir a los 27 años.

Pete de Freitas, aunque quizás no haya sido tan popular como otras celebridades miembros del fatídico Club de los 27, reunía los 3 requisitos indispensables para ser miembro. Su instrumento era la batería, integrando la banda británica Echo and the Bunnymen en 1979, al reemplazar el efecto automático de percuciónes, que la banda estaba utilizando en sus inicios.

De Freitas nace en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, y en un principio utiliza como nombre artístico Louis Vincent (sus segundos nombres), quizás para no desentonar con los nombres de sus ex compañeros de la banda.

Pronto demostró que era mucho más que el típico batería, optando por los ritmos tribales y evitando el uso excesivo de los platillos. La personalidad que imprimía a su instrumento hizo que tanto él como su grupo destacaran dentro de escena musical de la década de los 80, saturada de reverberaciones.

Estuvo presente en los cinco primeros álbumes de la banda, participando en canciones tan emblemáticas como The Killing Moon, uno de los temas principales dentro de la banda sonora de la película de culto Donnie Darko.

En el 85, deja la banda y se establece en Nueva Orleans, donde funda The Sex Gods. Pero no es una buena etapa para Pete, ya que este empieza a abusar de las drogas y el alcohol, además de tener varios accidentes en los que casi pierde la vida.

Dos años después regresa a Liverpool y vuelve a formar parte de su antigua banda. Al poco tiempo se casa y tiene una hija. Todo apuntaba a que la nube negra que había pendido sobre él se había disipado y que el sol volvía a brillar en su vida. Pero solo era una ilusión efímera.

Pete tenía afinidad por las motos. El 14 de junio del año 1989, manejando una Ducati 900, no pudo evitar estrellarse contra un automóvil, perdiendo la vida a los 27 años de edad.