19 abril 2024
CIENCIA

El automóvil eléctrico alemán de los 70

BMW construyó su primer city car eléctrico en el año 1972

Impulsado por un motor eléctrico que abastecían 12 baterías bajo el capot, este automóvil con 80 kilómetros de autonomía en los años 70′, se convierte en la primera reacción alemana en búsqueda de energía alternativa. El sedán exhibido al mundo en el mundial de Munich 1972.

Con esta propuesta, BMW sentó las bases hace más de cuatro décadas, donde a pesar de no ser más que un prototipo, dejó claro que la firma alemana estaba dispuesta a explorar nuevas formas de impulsión alternativas al motor térmico.

El primer vehículo eléctrico de la marca fue el BMW 1602e, que estaba basado en un 1602 de hecho, estéticamente es exactamente igual, pero escondía en su interior un corazón bien distinto. El modelo en cuestión fue creado con el objetivo de servir de escaparate tecnológico en las olimpiadas de Munich ’72.

La crisis del petróleo se cernía sobre el mundo y los fabricantes debían mostrar su interés en la búsqueda de la máxima eficiencia, así que BMW fabricó dos unidades de este prototipo para dejar constancia de ello.

Una vez eliminado el motor de combustión, al BMW 1602e se le colocó un propulsor eléctrico de 32 kW (43 CV) y un paquete de 12 baterías Varta de 12V, que ocupaban todo el vano motor y pesaban nada menos que 350 kilogramos. Si hoy nos quejamos de la autonomía de los vehículos eléctricos, nada comparado a los escasos 30 kilómetros -siempre que no se rebasaran los 50 km/h de crucero- que ofrecía este BMW.

Rendimientos

Las prestaciones tampoco eran su fuerte: de 0 a 50 km/h en 8 segundos y 100 km/h de velocidad máxima. Pero bueno, todo esto no era espacialmente importante porque la idea era simplemente mostrar que la empresa era capaz de hacer funcionar un coche movido por energía exclusivamente eléctrica.

Y así lo hizo. El motor, por cierto, tenía un sistema de frenada regenerativa capaz de acumular energía en las baterías, algo muy habitual en los coches de hoy.

El BMW 1602e es poco conocido porque nunca llegó a fabricarse en serie. No fue un proyecto viable por motivos varios y, por ello, no paso de la fase de prototipo. Pero aquello de ser pionero y atreverse a mostrarlo en un evento de tal repercusión como fueron los JJOO de 1972 hizo que BMW se apuntara un buen tanto.

Hoy, la firma germana ha madurado bastante esta línea de negocio con modelos como el BMW i3 o el BMW i8. También la parte dedicada a las motocicletas (BMW Motorrad) tiene su representante con la C-Evolution, un potente y avanzado megascooter que lleva ya dos generaciones a sus espaldas.

Además de estos vehículos y de otros tantos híbridos enchufables disponibles hoy en la gama de BMW, desde ahora y hasta el año 2025 asistiremos al lanzamiento de 25 modelos nuevos como parte de la estrategia de electrificación. Más vale que nos vayamos acostumbrando a un futuro con más enchufe y menos surtidor, porque parece que los tiros van por aquí.

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