23 abril 2024
MUNDO

Sí señor yo voté

Aparte del placer de hacerlo y descubrir que la cadena de radioemisoras tiene dueño y es susceptible del estado hepático del que manda, alguno estará como perro con dos colas, pero se sienta un mal precedente para cuando mande otro, sea del pelo que sea.

Eso es lo que nos diferencia a los demócratas con otros, no pensamos para un patrón, sino para y por el país.

El resultado me sirvió para un montón de cosas como ser recalificar a muchos “amigos” y ponerles en el grupo de “conocidos” y a algunos quitarles el calificativo de queridos y dejarlos como “conocidos a secas” y redescubrir a “queridos amigos” que lo seguirán siendo.

También me sirvió para tener claro a quien no votaré en el futuro.

Gustosamente lo hice para darles la oportunidad de que pudieran opinar sobre el tema, muchos que no pueden firmar, como es mi caso, que firmé mi credencial cívica y por ende la copia que queda en el padrón electoral, cuando tenía quince años, porque mi viejo era un tipo previsor y no le gustaba hacer colas a último momento.

Esa letra que firmó en aquel entonces, pasó la etapa de sacar apuntes en el liceo, en preparatorios y en la facultad.

En la facultad tenía una firma parecida a la que tuve en el ejercicio profesional, la cual cuando me jubilé la pasé a lo que era la media firma y hoy me quedan tres letras mayúsculas mal dibujadas y un firulete a guisa de rúbrica.

La última vez que firmé, que no fue para este tema, me falsifiqué yo mi propia firma, lo cual no es delito, porque como me pude traer el documento a casa, sentado y tranquilo, la ensayé un montón de veces y me quedó casi igual, hasta con la colita de chancho de la rúbrica.

El auténtico demócrata hace todo lo posible para que se ejercite el derecho del voto así sea por su rival, porque esa es la verdadera democracia.

Cuántas veces llevé a alguno a votar sin preguntarle por quién lo haría.

Claro que para mucha gente ese tema está demodé.

No voté para derogar la ley de despenalización del aborto, sino que lo hice para que todos los orientales tuvieran la posibilidad de votar lo que cada uno considerara que era lo mejor para el pueblo, no todos lo entendieron así, porque muchas veces se confunden rivales con enemigos y no puedo ser enemigo de otro oriental.

Criterios anti se dan cuando entran a funcionar los dogmas, verdades a priori, como las que manejan los anti o los pro, no piensan, no razonan, estoy a favor y chau o estoy en contra y si no podés votar es tu problema.
Como también que lo qué era lo mejor no estaba en tela de juicio, simplemente te gané de mano y a otra cosa.

O la chiquita, un voto en el parlamento es la voluntad del soberano, me alcanza y me sobra para legitimar algo y a otra cosa.

Pero no consideran que el voto, es un poder-deber, es un derecho que conlleva una obligación.

Todos tenemos que cubrir los requisitos legales, o sea el derecho de sufragar y la obligación de hacerlo, sea por sí o por no, o votar en blanco o anulado.

Aplaudo la actitud del Dr. Tabaré Vázquez que concurrió a la mesa receptora y cumplió con la obligación y el derecho de sufragar, en sus competidores políticos, de su propio partido, que parecen haberse transformado en sus enemigos, y por cierto que lo son, lo defenestran llevando agua para su propio molino, sin tener en cuenta, ni importarles mucho que bien pudo haber votado en blanco o anulado, claro que a muchos les conviene correr a Vázquez para un lado o que pierda la mayoría de votos posible.

Lo habrá hecho por el Opus dei o por masón, capaz que lo obligó la patrona.
Los grandes favorecidos con este plebiscito frustráneo fueron los aborteros porque han quedado legalizados en forma irrevocable.

Nuestro país tiene antecedentes en la materia de legalizar situaciones ilegales, por el año 1939, legalizaron y les dieron agencia a todos los clandestinos de quiniela.

Unos días antes iban en cana, unos días después pasaron a ser magnates, claro que los clandestinos sigue existiendo, porque la gente cree en ellos porque pagan algún peso más, pero si el premio los pasa, irán a cobrar a donde cayó el avión.

Hoy tenemos una empresa muy solvente que se llama Abitab, que es una red de cobros y pagos que utiliza la infraestructura de los agentes de quiniela y lotería, cubre una necesidad y será cara o barata según el bolsillo del cliente.

De ahora en más las clínicas especializadas en matar fetos, serán de una pulcritud total y tal vez la tarifa, que ya no será más tarifa, sino honorarios, baje un poco, porque aumentará la competencia al no haber tantos riesgos, ni la necesidad de darle una atención (léase coima) a ciertas autoridades represoras en la materia del ayer delito.

La muerte de un paciente pasará de homicidio con un lote de agravantes, a una mala praxis en un acto médico legítimo, o como dicen los que una vez prestaron el juramento hipocrático, léase hipócrita, el paciente no colaboró y le cierran los ojos.

Eso sí, ténganlo bien claro, las clínicas serán utilizadas por el mismo sector que lo hacía antes, los pobres al hospital, carnet de pobre mediante y si hay lugar y tiempo, la mutualistas lo cobrarán, salvo que sea un caso patológico que arriesgue la vida del paciente, porque si cobran el parto, porque no es una enfermedad, un aborto es la consecuencia de un descuido tonto, pero no patológico.

Las que iban antes a Yaguarón y después de un aborto se bancaban un viaje en ómnibus de la gran siete, con peligro de una hemorragia en el camino, seguirán yendo.

La que es pobre de solemnidad irá a la comadre del barrio, que con alguna aguja de tejer o tres raíces de perejil tratará de hacer el trabajo.

No ha cambiado la cosa en gran forma, a pesar de tantos discursos, mujeres desnudas en la explanada del Palacio Legislativo, Monseñor Cotugno y demás seguirán con la matraca, mientras el cepillo les rinda en la iglesia.

Dentro de poco estará todo olvidado.

En el futuro sé a quienes no votaré, pero no tengo para nada seguro a quienes lo haré, eso sí, ténganlo por seguro que lo haré por los que dieron la cara.

No me llevo con los rencores, pero tengo una muy buena memoria.
Soy hincha de cuadro chico y no le hago asco a votar a perdedor antes que votar a un mal ganador.

Uruguay jugó un muy buen partido y Forlán tiró el penal impecablemente, pero el golero se lo atajó y ya vendrán tiempos mejores, porque siempre amanece otra vez.

Un comentario en «Sí señor yo voté»

  • Le dicen paliza y parece que marcharon todos los los iluminados…

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