Silvio Rodríguez, el solista de una gran banda

En momentos que el cantautor cubano recorre escenarios ibéricos promoviendo su último trabajo de estudio, recordamos algunos momentos de su comienzo.

En los años 70’, había un gran movimiento cultural, político y musical, donde el cantautor cubano fue figura. Hoy es una institución viviente, y para muchos un emblema dentro de la canción protesta en Latinoamérica.

En 1971, Silvio Rodríguez cantaba para un documental Oda a mi generación, que es parte de un centenar de canciones escritas entre 1968 y 1970

Las últimas tres décadas del pasado siglo, estaban acompañadas con los discos de vinilo, los amplificadores a válvulas, las manifestaciones callejeras y los gases lacrimógenos.

Y en esa revolución tanto sonora como social, donde ganaba en los oídos de la muchedumbre los sonidos fusionados de las baladas country-jazz-blues y rockeras, un movimiento cubano se le ocurre ponerle un sentimiento de protesta a esa música que bajaba desde el norte.

Así se originó el fenómeno de la Nueva Trova Cubana como si fuera una gran banda de rock o de blues. Silvio Rodríguez fue una de las figuras más destacadas de aquel nuevo movimiento.

Y hoy, cuando las coyunturas políticas y los tiempos son otros, vemos al cantautor cubano, como el solista de aquel movimiento musical que comenzara a fines de los 70’ intentando fusionar aquel sentimiento de protesta con la tendencia acústica del sinfónico.

En ese aspecto, pensamos que nadie queda conforme.

¿Por qué?

En el sinfónico, dejamos de escuchar aquel sonido acustico de 1968, cuando un joven cantante de 22 años se subía a los escenarios de la Habana, haciendo las previas (telonero) a las figuras cubanas del momento.

Donde la escencia de su música era su guitarra donde en aquellos días teloneaba a figuras del calibre del cantautor César Portillo de la Luz. Se acompañaba con su guitarra también, cuando participó del Festival de la Casa de las Américas (fundada por la guerrillera Haydée Santamaría), donde conoció a Pablo Milanes y a Noel Nicola.

Y ese trío, sería el responsable de una nueva movida en Latinoamérica, dando origen a la ‘Nueva Trova Cubana’.

Los iconos referentes de este nuevo movimiento musical, eran los ídolos de la generación del momento. Con las tonadas de los Beatles y el contenido de protesta de Joan Baez y Bob Dylan como ingredientes, los integrantes de La Nueva Trova fueron armando las primeras recetas musicales.

Luego se sumaron otras inspiraciones mas latinas como la de Violeta Parra, Joan Manuel Serrat e incluso el cantautor uruguayo Daniel Viglietti.

Y en esa generación de la época, que escuchaban la insipiente música ‘Disco’, es que se dirige esta nueva movida de músicos, donde uno de sus fundadores más productivos, sin lugar a dudas fue Silvio Rodríguez.

‘Cuba Va’ es un clips realizado en 1971, al mejor estilo de The Beatles, donde participan Pablo Milanes, Silvio Rodríguez, y Noel Nicola. El clips fue hecho para el documental del mismo nombre de la canción, que realizara el periodista Félix Greene.

El creador de ‘Ojala’, ‘Sueño con serpientes’, ‘Serenata diurna’, y otros tantos otros éxitos de la trova, compuso más de 600 canciones, colaborando también, en los arreglos y letras con varios músicos integrantes de la nueva movida latinoamericana.

También Silvio Rodríguez es uno de los cantautores que más se ha inspirado en la figura de Ernesto ‘Che’ Guevara, al escribirle e interpretar, seis canciones propias, más ‘Hasta siempre comandante’, que no fue escrita por Silvio, sino por otro coterráneo suyo llamado Carlos Puebla, que la escribió en 1965.

“La muerte del Che, nos golpeó muchísimo a todos los jóvenes que pensábamos en una revolución latinoamericana”, contaba Silvio Rodríguez. Y la primera canción dedicada al ‘Che’ que compuso el artista cubano fue ‘La era está pariendo un corazón’, que fue incluida en el documental de Pino Solanas “La Hora de los Hornos”.

Pero luego de ‘La era está partiendo un corazón vinieron una seguidilla de canciones que el propio Silvio dice, fueron inspiradas en el ‘Che’;
Fusil contra Fusil
América, te hablo de Ernesto
Un hombre se levanta,
La oveja negra
Hombre
Tonada del albedrio

El artista que hoy canta, luciendo gorra y grandes auriculares, es la muestra viviente del cubano promedio de su generación, que transitó su niñez con los últimos momentos de la dictadura de Batista.

Ya en la adolescencia participó en las brigadas de alfabetización; a los 17 se incorporó al servicio militar y más adelante se alistaría como combatiente en las brigadas internacionalistas cubanas para participar en la guerra civil angoleña. Una vez que regresó a la isla, cambió su fusil por la guitarra para nuevamente emprender el viaje.