Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft

Enfocado para atraer a los seguidores del popular video juego, sin embargo los seguidores de la saga seguro que estarán comparando a lo largo del film a Alicia Vikander con la anterior protagonista.

La dificultad de ponerle otra cara al personaje de Lara Croft en Tomb Raider estaba claro. Los fans de la serie harían comparaciones con la actriz Angelina Jolie, quien le diera origen a la saga. Estuvieron años dando vuelta para saber qué hacían. Pues la idea siempre fue relacionar la saga con el video juego y querían que su protagonista femenina reuniera las características que prefieren más los seguidores del video juego. Una chica con destreza para superar todos los desafíos para superar todas las pantallas. Las bondades sensuales y su belleza, para los seguidores del video juego no son necesarias.

Y dentro de ese marco se pone en marcha Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft. Y su protagonista Alicia Vikander – La chica danesa (Oscar 2015) – Jason Bourne (2016), indudablemente es una gran actriz, sin embargo el director noruego Roar Uthaug (con experiencia en videos musicales), tiene el deber de mostrar una arqueóloga diferente, un poco más utilitaria, que llene las expectativas tanto de los seguidores de los videos juegos y que pueda vender entradas en los cines.

Esas serían las respuestas para aquellos que se dan de frente con la frialdad de esta Lara Croft creyendo que verían nuevamente el estilo sensual junto al humor provocador de la arqueóloga.

Aunque no vamos a comparar niveles de actrices, pues pensamos que las dos son muy competentes, es muy difícil hacer olvidar el personaje de la arqueóloga Lara Croft del 2001 y 2003, la compararla con la versión 2018. Probablemente pase mucho tiempo y varias secuelas Tomb Raider, para que la gente no relacione a Angelina Jolie cuando alguien nombre a Lara Croft. La realidad es esa.

El film es entretenido si no tienes muchas expectativas de ver una secuela de Tomb Raider.