20 abril 2024
INSÓLITOS

Viagra falso y de contrabando

Los trabajadores de una compañía china que elaboraba viagra ilegal habían aceptado encantados convertirse en conejillos de indias para probar la eficacia de las pastillas, pero pronto abandonaron tras comprobar que exigía demasiado esfuerzo y tiempo.

La prensa local ha informado de que una banda de falsificadores de la provincia de Hunan importaba sildenafil, una sustancia occidental contra la disfunción eréctil, que mezclaba con maicena y vendía en botellas con falsas etiquetas de viagra.
Pero las dudas sobre cuánto se podía adulterar la medicina original sin perder los efectos vigorizantes llevó a la banda a exigir a sus trabajadores que las testaran con sus parejas o con prostitutas.
“Algunos regresaban a casa para probarlas, pero los originarios de otras provincias iban a casas de masajes y después les reembolsábamos los gastos”, ha explicado un miembro de la banda desarticulada al diario Sanxiang Metropolis.
“La plantilla estaba muy contenta al principio por probar la falsa medicina pero pronto se irritaron porque exigía un trabajo muy duro y abandonaron”, ha añadido.

La prensa no aclara si las pruebas eran descontadas del horario laboral o suponían horas extras.
Las pruebas permitieron importantes mejoras en la calidad y eficacia del producto.
Algunos informes poco satisfactorios aconsejaron elevar la proporción inicial de 1-1 entre medicación genuina y maicena a 1-1,5.
La noticia alude a la diferencia entre falsificadores concienciados que mezclan las sustancias en la misma pastilla con los facinerosos que simplemente alternan una pastilla de viagra con otra de maicena, lo que explica las reacciones imprevisibles y opuestas.
“Al menos hacemos pruebas con personas humanas, somos gente seria”, ha resaltado uno de los miembros.
La banda habría elaborado unos cien millones de pastillas desde 2014 que fueron vendidas tanto en China como en el extranjero.

Las falsificaciones de medicinas son un serio problema en China, con un sector atomizado en pequeñas compañías y una supervisión insuficiente.

La Policía desarticuló en marzo pasado una banda en Shaoyang (provincia de Hunan) que fabricaba 30 tipos diferentes de viagra y confiscó dos millones de frascos que ocupaban nueve camiones, según el diario hongkonés South China Morning Post.

Muchos de los consumidores adquirían estas pastillas para luego revenderlas, en la mayoría de los casos a clubes de alterne donde se oferta a los clientes pastillas del tipo viagra a diez euros, pero otros son consumidores directos de estos productos que desconocen los efectos secundarios que puede tener su ingesta.

Los arrestados, de nacionalidad española, habían creado dos páginas web que funcionaban como farmacias virtuales en las que se ofertaba de forma ilícita una amplísima gama de este tipo de medicamentos que eran adquiridos a través de la denominada internet profunda a laboratorios de India a un precio muy bajo.

Tal es así, según ha explicado en rueda de prensa el comisario de la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía, Rafael Pérez, que esta red, asentada en el Puerto de Santa María (Cádiz), compraba cada pastilla por unos diez céntimos para venderlas a diez euros, con lo cual las ganancias que podrían haber obtenido por esas 500.000 unidades ya retiradas del mercado negro ascendería a los cinco millones de euros.

La entrada de estos productos se realizaba desde India a través de empresas de paquetería en pequeñas cantidades -cada envío unas 2.000 pastillas- que llegaban a un centro de distribución de Puerto de Santa María donde eran distribuidas a los clientes. La organización se encargaba de introducir cada «blíster» en su caja correspondiente.

Los investigadores han mostrado su preocupación por la escasa concienciación social de los consumidores hacia este tipo de productos que no pasan controles sanitarios ni que son prescritos por ningún facultativo después de comprobar que esta organización tenía una cartera de más de 6.000 clientes.

Tanto el inspector jefe de la sección de redes, Roberto Fernández, como el comisario de la brigada de investigación tecnológica, Pedro Pacheco, han resaltado que este tipo de negocios ilegales está en auge, como también el hecho de que las organizaciones criminales utilicen cada vez más criptomonedas bitcoin para sus transacciones con los proveedores, ya que dificultan la acción policial.

Por eso, el patrullaje que hace la Policía en internet es fundamental para detectar este tipo de redes. Fue uno de estos rastreos hace seis meses el que originó esta operación, denominada Torre, y que toma este nombre porque un ciudadano residente en Torrejón de Ardoz (Madrid) fue el que condujo hasta la organización ya que era comprador habitual que luego revendía la mercancía en una tienda de artículos relacionados con los gimnasios.

Finalmente, la investigación concluyó con la detención de 25 personas en las localidades gaditanas de Puerto de Santa María (5), Puerto Real (1), Jerez de la Frontera (1); en las localidades barcelonesas de Vilanova i la Geltrú (1) y Granollers (1), así como en la ciudad de Barcelona (2); en Motril (Granada), Linares (Jaén), Sevilla (4), Madrid (2), Alicante (1), Málaga (2), Umbrete (Sevilla) y Valencia (2).

Todos los arrestados tenían un alto grado de especialización informática, ya que abrían continuamente nuevas páginas web que posicionaban rápidamente en los distintos motores de búsqueda en Internet.

Los agentes constataron la intención de los investigados de expandir e internacionalizar el negocio al detectar que habían formalizado contratos con empresas en Reino Unido y así favorecer la legalización de las ganancias. En la vivienda que servía como centro de operaciones se intervinieron 500.000 unidades de medicamentos de 62 variedades distintas, la mayoría destinada a la disfunción eréctil y a tratamientos adelgazantes.

Se han incautado también 23.000 euros en efectivo, 65.000 euros en bitcoins y se han bloqueado 320.000 euros en una cuenta corriente de uno de los investigados.

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