Xenofobia

La palabra, en resumidas cuentas, viene a ser, odio a todo lo extranjero.

La presidente (Presidenta le gusta a ella que le digan y escriban aunque en el diccionario de la Real Academia Española no existe) y doctora, aunque no exhibió nunca el título y la Universidad de La Plata, tampoco lo ha hecho.

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No se conforma ni siquiera con una licenciaturita, nada, quiere ser Dra. Cristina Fernández, aunque con ese nombre y ese apellido debe de haber unas cuantas doctoras en derecho, médicas, etc. etc. en Argentina, si hasta hubo un momento que en el gabinete había varios Fernández, a cuál de ellos peor, pero los había.
Por unos mangos podría haberle comprado el título a alguna doctora Cristina Fernández y a otra cosa.

Cuando veo tanto jaleo, sobre títulos y cosas me viene a la cabeza la letra de aquel tango de Discepolín (Enrique Santos Discepolo) que el único defecto que tuvo el pobre además de la tuberculosis fue haber sido peronista.

La parte de la letra que me acuerdo es:

“Hoy me entero que tu mamá
“noble viuda de un guerrero”,
“¡es la chorra de más fama
“que ha pisado la treinta y tres!
“Y he sabido que el “guerrero”
“que murió lleno de honor,
“ni murió ni fue guerrero
“como m’engrupiste vos.
“¡Está en cana prontuariado
“como agente ‘e la camorra,
“profesor de cachiporra,
“malandrín y estafador!”

La letra tiene una parte inicial que no tiene desperdicio y el final es de película.
Bah… como todo lo de Discepolín.
Pero la homenajeada de esta página es la señora Cristina Fernández y algún día si el patrón nos deja haremos un homenaje a tan distinguido autor.
Esta Sra. así la llamaremos para evitar problemas de si su cargo termina en a o en e y si es abogada o no, si es doctora o no.
Ella es ella y a otra cosa.

Últimamente no se si por malas juntas que ha tenido le ha dado por filosofar, prosear al pueblo y calificó a los españoles de xenófobos.
Creo que los españoles tienen un gran nudo, porque si uno les toca España tiene flor de lío, pero entre ellos están recontra divididos, por distintas lenguas, que algunas son idiomas y otras dialectos, claro que los idiomas valen pocas cuadras, porque los de tal lado a tal cosa le dicen de tal forma y a tal otra de tal otra forma y resulta que lo que es en un lado no es en otro.

La tilde ese invento maldito que nos costó tanto agarrarle la onda, aprendiéndonos de memoria las reglas de acentuación, resulta que lo pronuncian, pero no lo ponen.
Muchas palabras agudas, las pronunciamos como graves o llanas por no aparecer el tilde escrito.
También colaboró en este tema en gran forma y estilo Francisco Franco, porque no permitía que en las escuelas se hablaran las lenguas tradicionales, solamente el español y las lenguas autóctonas se aprendían extracurricularmente y porque era lo que se hablaba en la casa y en la calle.

Pero los gallegos no se entienden con los asturianos ni para tocar la gaita, los catalanes no quieren ser españoles, ni para jugar al fútbol y los vascos andan por ahí con esos líos, de una bomba aquí, otra allá y otra acullá.

Que los andaluces son unos contamusas y los castellanos se creen los dueños del idioma, que bien, bien no se habla en ninguna parte de España.
Es como el italiano puro, ¿en qué parte de Italia se habla?
En la mayoría de los lugares son dialectos.

No me voy a meter a hablar de que en Rocha tal cosa o tal otra, válgame dios.
Lo puse con minúscula, si me agarra un cura o algún otro me arma un lío.
Verdulero, carnicero, chacarero, escribano, abogado, todos van con minúscula, no veo por qué voy a cambiar la regla de las minúsculas y las mayúsculas por otro oficio más.
Parece ser que Cristina Fernández está con bronca porque en España dice que le tienen bronca a los extranjeros.

Es muy probable que sí, porque con la crisis aparecieron todos los latinoamericanos y algunos otros también a ocupar los oficios y empleos.

Nadie paró a pensar que son los tataranietos, bisnietos o nietos de los españoles que vinieron oportunamente y nadie les dijo nada, sino dejarles un pico y una pala para ellos y después hacer chistes diciendo que lo que separaba a los gallegos de la gente era un mostrador.

Cuando la época de los reyes Católicos, la que empeñó las joyas y su marido, en las leyes estaba prohibido a los españoles que ejercieran los oficios “baxos e viles”.
Y cuales era los oficios bajos y viles, oficios bajos era trabajar la tierra y viles era trabajar el dinero.

Como la Iglesia con los reyes Católicos no permitían esas tareas a los cristianos, cuando uno deja un lugar libre lo ocupa otro, y así fue, oficios bajos, trabajar la tierra, la trabajaron los moros y los oficios viles, como colocar el dinero a interés en préstamos, era para infieles y por lo tanto lo ejercieron los judíos, a los cuales no les ataban prendas con los reyes católicos.
De ahí en más todo el oro que iba de América a España terminó en manos de los que fabricaban comida, los moros y los que facilitaban el dinero para las expediciones, los judíos.

Cuando no les pudieron pagar, eran usureros, delincuentes, infieles y fueron corridos de España.

Los que no se convirtieron al cristianismo y de ahí tenemos a los judíos turcos, sefaradíes o sefaraditas y los que se tuvieron que convertirse por la Santa Inquisición eran llamados despectivamente “marranos”, muy doloroso para los judíos ese apelativo, porque ellos, al igual que los árabes no comen carne de cerdo por considerarlo un animal sucio.
Pero volviendo al tema de doña Cristina, en España por reacción hacia los inmigrantes o emigrantes, depende de si fueran o vinieran, les pusieron nombretes a los cuales son muy afectos los de la madre patria.

El genérico sudacas y los específicos, brasucas, yoruguas, porteños, paraguas, etc.
Cuando se dio vuelta la marea y empezaron a volver venían con la marca ardiendo, como se decía antes en campaña cuando a una res se la marcaba con un hierro al rojo (hoy se marcan con ácido).

Pero la señora Cristina no tiene en cuenta, que en Argentina, no solo discriminan a los no argentinos, sino a los provincianos también, entonces tenemos por un lado a los yoruguas, a los bolitas, a los brasucas, a los paraguas, pero también a los de las distintas provincias como ser en forma genérica los cabecitas negras, tucumanos, riojanos, entrerrianos, cuyanos, etc. que fueron los que trajo Perón para meter fuerza con sus candidaturas en Buenos Aires y palos para todos los demás.

Argentina es una república federal de nombre, pero todo, absolutamente todo, tributos inclusive vienen a la olla grande de Buenos Aires y a los provincianos aparte de pagar los impuestos, le tiran algún mango para sus presupuestos provinciales.
Todo muy lindo cuando le caminaban por arriba a los gallegos y a los tanos, todo bárbaro y los chistes de brutos eran para los gallegos y los asturianos.
Mario Benedetti en una poesía de su cumpleaños en Nueva York, decía que los estadounidenses se hacían lustrar los zapatos por los negros y después les decían shoeshiners.

Con España pasó lo mismo solamente los árabes y los judíos podían ejercer los oficios baxos e viles, y después eran los campesinos o los usureros.
Estamos en un mundo global, en el cual nos tocó vivir a todos juntos, cuando un español emigraba a América se despedía de la familia como si los enterrara y ahora nos sentamos en la computadora y hablamos y nos vemos con los que está a mas de 15.000 kilómetros.

El término xenofobia es un idiotismo como lo es también el que distingue a las personas por su origen o su etnia.

El que quiera saber el porqué de la letra del tango que transcribí, tengan a bien de informarse por la prensa, cuanto recibió esta señora de la herencia de su esposo, por sus negocios en el sur de la Argentina y su actuación como Presidente él y como Presidenta ella.