26 abril 2024
CRÓNICAS

Se nos piantó el año

La vida, al igual que el agua, se nos escurre entre los dedos de las manos y se va inexorablemente, sin darnos cuenta de que es sin retorno, afortunadamente no nos damos cuenta, porque en caso contrario, sería como sentarnos en la puerta de nuestra casa a esperar la carroza.

Nuestra relación, estimados lectores, empezó, nada más ni nada menos que el 9 de febrero del año que hoy termina.
Fue una relación fluida que disfruté plenamente, porque escribir me produce placer, con algún intercambio de mensajes también fluido, a veces, con comentarios discrepantes y otros de apoyo, ambos bienvenidos, porque son los que le ponen la sal y la pimienta a esto que de lo contrario, sería como hablar solo.

También sé y me consta, por otras formas de comunicación que tiene El Reporte, que muchos lectores participan de los artículos y simplemente no comentan, porque no tienen nada que comentar o no quieren hacerlo, pero también participan de la comunicación, no en forma activa, pero si llevándose, lo que pueda lograr transmitir por este medio.

Estos días estaba leyendo un viejo, hermoso y profundo libro de uno de los grandes de la escena uruguaya, desafortunadamente desaparecido, aquél que supo unirnos con su lectura de la Proclama del Obelisco, que nos unió a todos los uruguayos en aquel momento tan crucial de la democracia, discurso que quedará grabado, en la historia nacional con letras marcadas a sangre y fuego.

Y don Alberto Candeau, en su libro “Cada noche un estreno”, escrito en colaboración con Carlitos Mendive, aquel gran cuentista uruguayo que uno lo encontraba en cualquier boliche, meta papel y lápiz escribiendo uno de sus cuentos y disfrutando de una grapita con limón, claro que estamos hablando, de una época en que en los boliches, al que pedía una grappa o una caña no lo miraban mal, ni le decían que la casa no vende tal bebida.

Volviendo al libro contaba don Alberto que el gran Alejandro Casona, un escritor español que anduvo por estos pagos corrido por la guerra civil española, por la cual Francisco Franco hundió a España, desde 1936, en que empezó el golpe contra la República Española, hasta la muerte del dictador en 1975, en el más profundo oscurantismo, rodeado de curas fascistas, donde todo lo que pensaba, era considerado comunista, donde los hijos denunciaban a los padres por ser libres pensadores y se llevó 1:000.000 de españoles a la sepultura.

Permitió que España fuera la preliminar de la segunda guerra mundial donde los fascistas italianos y los nazis alemanes probaron sus armas, aviones, bombas, etc., contra el pueblo español.
Después como todos los después, el quedó como dictador y los países que lo habían considerado un enemigo, cuando estaba de manos dadas con el eje contra los aliados, le perdonaron sus pecados, porque con la guerra fría pesaba más ser anticomunista que demócrata.

Esto le costó a España la pérdida de intelectuales de todas las ramas del arte, como ser en literatura del vuelo de García Lorca, Antonio Machado, y muchísimos más y nosotros que siempre fuimos afortunados con las guerras, como buenos vendedores de comida, tuvimos buen dinero y recibimos a los grandes, que huían para salvar la vida, y gozamos en la invalorable paz de nuestra bendita tierra disfrutar de Margarita Xirgú, Pepe Estruch, Josefina Díaz, Alejandro Casona y muchísimos más.

En aquella época de las fono plateas de las radios, a alguien se le ocurrió, que con la genial capacidad de escribir cosas de interés general de Casona y con la lectura protagonizada de Candeau se podría armar un muy buen programa para todo público, tanto culto como popular y así fue.

Alberto Candeau

Era un programa de gran audiencia y la confesión de Alejandro Casona era que su dificultad mayor estaba en elegir el tema y el título.
Entonces nunca le faltaba un amigo que le sugería un tema y un título y muchas veces en un sobre por debajo de la puerta de su vivienda, incluso participó de dicha suerte el propio Candeau.

Casona era un sabio, pero esa afirmación suya, es una realidad permanente, que tenemos presente los que escribimos artículos semana a semana.

Nadie se imagina la inquietud, el desasosiego de no encontrar un tema que inspire a escribir o que inspire a escribir y que sea de interés del público lector, pero a pesar de todos los pesares, cerramos el año, en el cual escribimos artículos sobre infinidad de temas y en algunos, si el artículo no anduvo bien, no fue sólo por el contenido, sino simplemente, por no haber dado con el título adecuado o un buen llamador.

Escribimos el primer artículo justificando el seudónimo, y después vinieron otros como ser: sobre los best sellers, anécdotas juveniles con el inolvidable Paco Espínola, la adaptación a los nuevos tiempos, costumbres, formas de hablar, recuperar a grandes que la historia los olvidó como al Fayol el diseñador del Carro del Chaná, la puntualidad, los recreos futboleros de la escuela del barrio Palermo, recuperar la sonrisa herramienta recíproca del convivir, el síndrome de Eróstrato, prohibido prohibir, un personaje inolvidable el Loco Ramón, El Gran Sportman y el Gran Carlitos García, Frutos del mar cuando me tocó la cucaracha en la cazuela de mariscos, el almacenero de barrio que fiaba con libreta, el botellero que tanta falta nos hace hoy donde las botellas no son retornables, salutación a los cuartos de Sudáfrica, formas de encarar la vida de manera disfrutable, trabajo que se transformaba en aventuras en aviones pequeños, Ose y yo no nos entendemos, un recuerdo a Santiago Luz y a Washington Quintas Moreno y otro recuerdo a Azúcar, alguna meditación sobre la parca, el sabor a nido vacío que tienen las casas cuando los hijos se casan y se van, un partido de fútbol en el Penal de Punta Carretas con nuestros compañeros de estudios presos por tupamaros, anécdota judicial de un juez de paz rural comiendo el asado con el arma homicida, cuando los perros se ataban con salchichas, como nos ha hecho más iguales la modernidad de los elementos domésticos, un gran perro con un gran corazón, una mona malvada, bandideadas de muchacho en zona rural, las yiras, los piquetes a contrapelo, in memoriam del Sabalero, mi pequeño zoológico de animales libres, el por qué de determinadas prendas de vestir, las pelucas y los piojos, escribir cosas que nadie entienda pero dejando subyacente que el que no entiende es un infradotado, las patrañas escritas en las memorias de Juan Casanova, el por qué no se legisla fomentando la donación de órganos, las nuevas bibliotecas digitales y la pugna Facebook vs. WikiLeaks.

Fueron nada más ni nada menos que cuarenta y cinco artículos que disfruté al escribirlos y maquillarlos y agradezco profundamente al editor por todas las ilustraciones que le adjuntó a las letras y muchas veces, cambió mis lúgubres títulos, por algo más llamativo, a él mi más profundo agradecimiento y a los lectores espero que no se borren y sigamos disfrutando de El Reporte por mucho tiempo más.

Asimismo como es de estilo les deseo a nuestros amigos un feliz y próspero año nuevo, para ellos y sus familiares, con salud que es la materia principal, para disfrutar del resto de las cosas.

Un comentario en «Se nos piantó el año»

  • A travez de esta ventana pudimos ver durante todo este año mucho mas cosas que un simple titulo…descubri a alguien que tiene calle de pedregullo, adoquin, balastro, cemento, etc. conocimos historias de cosas que ocurrieron en el pais…personajes del barrio y algunos misterio de ese pais tan lejano para mi. alguna vez que otra cometo el pecado de comentar y me sale solo una barbaridad que no pega ni con lo lindo ni con lo serio…..un amigo un dia me dijo que calladita parecia mas inteligente………….pero si pienso en un mejor 2011……es porque tengo la idea de seguir abriendo esta ventana para poder seguir descubriendo todas las cosas mas que quedaron por mostrarme……….
    Por un nuevo año
    Rita

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