Gracias a la vida

Claro que al decir gracias a la vida, estoy agradeciendo primeramente a mis padres porque ellos, pensándolo o no, me la dieron.

No me mire torcido, muchas veces venimos por errores de cálculo paternos, no porque quisieran tener al nene.

Mi vieja, si me parió a los 37 años, claro que yo era la quinta búsqueda de la nena que no vino, siempre me cantó, que a mí me habían buscado.

A veces le discutía un poco para darle color a la vida, pero dejémoslo por esa plata, porque si ella había perdido al anterior en diciembre y yo nací a fines de setiembre, ni cuarentena mediante, ni nada, que vine porque le erraron el biscochazo, a otra cosa, y suerte para mí.

Volviendo al principio, mal que les pese a muchos amargados estoy agradecido a la vida y a nuestro país, si señor, a ambas cosas.

Si hubiera nacido en Kenya, o en la China, sería un negrito desnutrido más o un chinito disfrutando del puñado arroz, pero acá, con mis seres queridos y los otros también, por qué no, no tenemos, ni vivimos las miserias que viven ellos, entre otras cosas, o no somos un pequeño engranaje de una máquina de laburar, como los chinitos que engordan a un amo multimillonario en un país comunista (¿?) y ahora por concesión del mandamás, hasta se pueden dar el lujo de tener más de un hijo, máximo dos, tampoco la pavada, de tres o cuatro, no dos y basta.

Esta bolilla no se la pensó ni Marx, ni Lenin y a Mao, que le acaban de demoler la estatua dorada de 37 metros de altura, sin darle tiempo a las palomas a cumplir su tarea.

Cuando escribí esto me acordé de los gorriones, cuando en la China de Mao resolvieron fortalecer la agricultura y resolvieron exterminar los gorriones, porque consumían y no producían, y estudiaron que el gorrión no podía volar más de 10 o 15 minutos y moría porque el corazón no le daba para más, y coordinaron a toda esa millonada de
chinos, grandes y pequeños y empezaron a hacer ruido todos al mismo tiempo, sin parar y lograron casi extinguir los gorriones, porque acto continuo buscaron los nidos y rompieron los huevos y los pichones murieron de hambre al no tener los padres que les dieran de comer.

Claro que en 1958 que fue la corrida de los gorriones no tenían estudios serios y que contradijeran la idea de Mao y los suyos, que al casi eliminar los gorriones, eliminaron el enemigo natural de otras plagas como ser langostas, hormigas y otro montón de insectos que atacan la agricultura y sus ramas afines.

Con la paloma es otra historia, bicho que para nosotros los occidentales es un bicho sucio, molesto y trasmisor de enfermedades, que lo tenemos como símbolo de la paz, los chinos son muy timberos y les encantan las carreras de palomas y por eso no les molestan las palomas.

Volviendo a lo nuestro hice la escuela pública, secundaria completa y la universidad de la república sin pagar un peso, cuando hice los cursos, después de recibido, con un compás legal de espera mediante, empecé a pagar el fondo de solidaridad, que servía para gastos de la universidad e inclusive pagar becas a los estudiantes de menores recursos.

La enseñanza básica la pagaron mis viejos y la generación de ellos, con los impuestos de entonces.

Hice mi carrera trabajando en dos lados, sin perjuicio que consideré siempre que examen salvado, era una cantidad X de dinero reajustable que invertía en una cuenta imaginaria, reintegrable a mi persona el día que ejerciera la profesión con buenos o magros resultados, trabajo por trabajo, tarea por tarea.

Para mi no eran un castigo los exámenes, aunque sufría los nervios como loco, pero salvarlos era para mí una amortización parcial de mi inversión.

Esa inversión la podría perder de dos formas, si me moría o si abandonaba mis estudios.

Se me alargó la carrera por tener que sustentarme en la vida, pero esa es la ley primera, el trabajo requiere tiempo y con tiempo se paga.

También estaba invirtiendo en tiempo a futuro con mi eventual jubilación, en la medida que mi trabajo generaba aportes y los aportes devengados por el trabajo determinaban el monto de mi jubilación.

En la Universidad teníamos el Departamento de Bienestar Estudiantil, donde se conseguían entradas para los Teatros Municipales, no recuerdo si gratuitas o a muy bajo precio y también al Cine Universitario o al Teatro Universitario que funcionaba en la Facultad de Humanidades, cuando estaba en el edificio del hotel que nunca llegó a ser hotel, que construyó don Emilio Reus y que se plantó por la crisis de 1890.

Ahí fui una vez con mi padre a ver no me acuerdo que obra siendo un niño.

Si mal no recuerdo cuando fue Decano de la Facultad de Derecho el Dr. Juan Carlos Patrón, quien fuera además de abogado y profesor, fue también escritor y autor teatral, la más conocida de sus obras fue Procesado 1040 que fue llevada inclusive al cine.

Durante su decanato se llevó a cabo una especie de juegos universitarios, con campeonatos de futbol, volleyball, basquetball y no recuerdo si había algún otro deporte incluido, fue por el mes de setiembre y con motivo de las vacaciones de primavera, se realizó un corso universitario por 18 de Julio, carros alegóricos referentes a cada carrera, con disfraces acordes y quien colaboró con mucho material o en la organización fue don Carmelo Imperio, quien proporcionó los disfraces y demás cosas que eran utilería de carnavales pasados.

A don Carmelo Imperio lo conocí muchos años después.

Él ya estaba retirado y fue en un verano en un hotel de La Coronilla, el Costas del Mar y me acordé de él y los Marinos Cantores, a los que le hacían la competencia los integrantes del Blue Melodie, de mi barrio Palermo, que ensayaban en la sede de Central, central a secas porque no había habido fusión con otro cuadro en aquel entonces.

Una cosa que voy a confesar acá les enfriará los pies a muchos hinchas de Central, su nombre proviene nada más ni nada menos que del Cementerio Central, no del ferrocarril como puedan pensar algunos.

Huracán Buceo puede decir que su nombre se debe al puertito y no al Cementerio.

Como Rampla Juniors debe su nombre a su cuna en la Aguada, por la rambla, a la cual le decían rampla.

Volviendo al corso el carro alegórico de nuestra carrera tenía una alegoría de una persona que estaba muriendo y se estaba redactando por el escribano el testamento.

El que hacía de escribano, como no podía ser de otra forma, era Pepito, un personaje del que escribimos un artículo hace un par de números.

Los encuentros deportivos demostraron que la fraternidad universitaria sería para otros menesteres, pero lo que fue en el fútbol, dejaba mucho que desear, en un partido contra Química en la cancha de Misiones (en aquel entonces Misiones a secas), encuentro nocturno, para la estadística dio, que al terminar el encuentro, habían sido expulsados cuatro compañeros ya recibidos, que estaban jugando para reforzar el equipo, cosa que era reglamentaria, lo que no era reglamentario era que al salir efectuaran tiros libres contra la hinchada femenina de los adversarios e hicieran gestos obscenos hacia la tribuna.

El corso por 18 de Julio era formado por los carros alegóricos acompañados por estudiantes disfrazados, acordes a la circunstancias.

En el caso nuestro el del testamento, consistía en lo que simulaba una caja mortuoria, el escribano Pepito redactando presuntamente el testamento y acompañaba el carro desde la calle la presunta futura viuda, rubia ella, vestida con un conjunto negro de minifalda, a la cual la seguía una cohorte de dolientes con el mismo uniforme de todos los estudiantes de la misma carrera, que consistía en un saco de una tela tipo toalla, blanco a rayas celestes y sombreros tipo panamá.

Habíase consumido suficiente grappa por parte de los dolientes y los no dolientes y le traían la carga a la pobre viudita.

Todo muy divertido para el público y el desarrollo final del desfile es el broche de oro.

Uno de los más contumaces cargadores de la viudita, era un estudiante de origen ruralista, muy pasado con copas, en dos palabras, mamado por unanimidad.

Cuando terminó del corso, todos volvieron al centro de estudiantes a seguir consumiendo éteres etílicos y los contumaces cargadores de la viudita seguían atrás de ella como perros atrás de una perra en celo.

La viudita fue para el fondo y todos atrás de la viudita, volvió para el frente y todos al frente atrás de la viudita.

Pero, siempre hay un pero en las cosas, la viudita se cruzó con otra rubia, vestida también de negro, o sea que pareciera que había dos viuditas similares y efectivamente eso pasó, el ruralista en uno de esos cruces de viuditas para acá y viuditas para allá, siguió a la viudita que no era y ésta última le siguió la corriente.

Pasó el tiempo, dejamos de ver al ruralista y a la segunda viudita.
Y como quien no quiere la cosa, el clima exterior se empezó a complicar, los líos ya no eran líos sino enfrentamientos con la policía.

El estribillo aquel de “Obreros y estudiantes, unidos y adelante!!!”
Empezaron a caer presos los integrantes del movimiento en aquel entonces revolucionario y hete aquí que salieron en la prensa como que habían caído presos el ruralista con la viudita segunda.

Ese fue el bautismo de uno que fue muy importante persona dentro del MLN, por un cruce de viuditas, como diríamos en solfa nosotros cuarenta y pico años después.

El compañero, había colgado los hábitos reaccionarios de ruralista y se convirtió en el polo opuesto, y para los que no creen en el destino, aquí tenemos como unas grappas y un cruce de un par de viuditas, todo por un cruce de viuditas y algunas cuantas grappas de más, y de ahí en más la vida de él cambió definitivamente, se comió una pesada cana y cuando salió de la cana definitivamente cambió la ex viudita, por otra dama y la cosa no quedó ahí, pero fue mucho más larga y tuvo muchos avatares su vida.
Perdió hasta el apodo, con eso digo poco y nada.

A la primera segunda viudita nunca más supe de ella.

Paro acá y que todo sea para bien…