Dior no será lo mismo

Su principal estrella y musa de la creación, fue despedida por la firma luego de un incidente que protagonizó en París.

El lunes pasado, Christian Dior desfiló en la pasarela francesa bajo un aluvión de críticas.

Para los críticos, será más que difícil reemplazar al creador británico, dato que sus tijeras y sus ‘toques’ era un sello muy significativo para la marca. El genial y extravagante John Galliano, tuvo un incidente a comienzo de año en el centro de París, donde fue acusado de proferir insultos antisemitas a una pareja de transeúntes. Detenido por la policía y al realizarle una prueba de alcoholemia, el diseñador dio positivo.

Al verse envuelta Christian Dior en un posible escándalo racista, la fábrica opto por cortar con el diseñador británico, como la forma de deslindar su responsabilidad. Galliano se desempeñó durante 15 años la dirección de Dior y hoy está consagrado como uno de los creadores con más inventiva e imaginación de nuestro tiempo.

Aunque el director general de la firma, Sidney Toledano ha explicado que «Dior aplica con la máxima convicción su política de tolerancia cero ante cualquier comportamiento o palabra racista o antisemita», hay que decir que Sidney Toledano, es nacido en Casablanca (Marruecos), es judío y su padre fue el presidente de la comunidad sefardí de Casablanca. Es lógico pensar, que el presunto incidente protagonizado por el diseñador británico, no sería tolerable.

Lo que por el momento ha despertado el incidente y el despido de John Galliano, son críticas, pero no de racismo. Las críticas a la casa francesa tras el primer desfile de alta costura sin las tijeras del diseñador británico, despedido en marzo. “Fue una colección esquizofrénica”, señalan tanto críticos de modas como medios de comunicación.

La música muy alta y los colores primarios no fueron suficientes para que la ausencia de Galliano no se hiciera notar.

Video con el informe del desenlace de Galliano y Dior VER VIDEO

Y aunque en el juicio, celebrado el 22 de junio en París, Galliano se disculpó y afirmó no recordar lo ocurrido en el comentadísimo incidente del bar La Perle, de momento el diseñador tiene las puertas cerradas en la firma francesa.

Pero quien sabe que ocurrirá en el futuro, este desfile era importante porque era obvio que se miraría bajo la lupa. Dior no pasó su examen frente a su público, ya jugó sus cartas y la trataron de “colección esquizofrénica”, algo que no tiene un valor muy comercial.

La firma deberá moverse rápido, porque las próximas pasarelas estarán en la esquina y su público se fijarán con mas rigor si esta vez, hizo bien los deberes con la propuesta de colección. Pero por mas que se le busque la vuelta, es bravo que una empresa cinche con una persona que declara amar a Hitler. Y estar borracho no lo libra del asunto.