19 abril 2024
MUNDO

DONNE SOTTO LE STELLE

Cuando me puse a intentar el armado de la columna me vino un párate frente a la realidad, el antes y el después

Me afeito todos los días y ante el espejo compruebo la realidad, aunque el impacto mayor es cuando nos encontramos con una fotografía de algunos años ha. Pero Gina Lollobrigida, Silvana Mangano, Lucia Bosè, Silvana Pampanini, Sophia Loren, Claudia Cardinale y Anna Magnani -excepto la Mangano y la Magnani-, todas viven y les ha llegado la realidad del tiempo.

Vivo en el “te acordás”, aunque a pesar de 82 años de edad la mayor y las demás cerca, muy cerca, se conservan bien, pero verlas octogenarias a mujeres que con su fina estampa y su decir dejaban turulato al más pintado causa pavura.

Gina (Luigina) Lollobrigida a los 82 años se queja de haber tenido demasiados amantes, pero ordenémonos un poco porque las emociones atentan contra el orden elemental de la columna.

La gran cantera de bellezas italianas, fue descubierta en concursos de belleza de Miss Italia, el que en 1947 ganó Lucia Bosè, pero la tercera fue Gina, si, Gina Lollobrigida.

La que proviene de otra cantera es la más joven –o la menos vieja- Claudia Cardinale que es tunecina.

Todas vivieron la Segunda Guerra, con mayor o menor intensidad, de acuerdo a los lugares de radicación. Asimismo, unas tuvieron buen apoyo económico familiar o inicial y otras la miseria y el esfuerzo y si, tal vez, hay que elegir una por su calidad profesional, su origen muy duro y sin ser la más agraciada por la belleza, pero que fue la mejor dotada o trabajada en la faz histriónica, es la que murió más joven, Anna Magnani.

Tal vez, el esfuerzo machacado por la actividad teatral y su necesidad imperiosa de llegar con los únicos medios que poseía, los suyos, hizo la noche romana en clubes y cabarets, para sobrevivir en la preguerra y era conocida, en el ambiente, como la Edith Piaf italiana.

Tuvo estudios en la Academia Romana de Arte dramático junto a Paolo Stoppa y trabajó en la Compañía Vergani-Cimara y en espectáculos con nuestro conocido Totò y un papel importante en una obra de teatro de Eugene O’Neill.

Pisó escenarios en Milano, Torino, Roma y agradecida a la vida –yo diría mejor, a su arte – por haber sido recibida por tantos italianos en las tablas de Buenos Aires.

Vuelvo a caer en lo mío, muchos lo atribuyen al factor suerte y yo se lo dedico a la consagración al trabajo, a la inteligencia y al saber elegir el momento oportuno.

Trabajó en 1941 en “Nacida en viernes” como compañera de actuación, el que además fue guionista y director del film, Vittorio De Sica, procedente del pequeño mundo de Mario Camerini, en un momento en que, el gran Vittorio, no padecía de esos ataques de cine comercial en los que hacía cualquier cosa para ganar dinero, sino que lo tuvo, en uno de los mejores momentos de De Sica (“Rosas escarlatas” (1940), “Magdalena, cero en conducta” y “Un garibaldino al convento” siendo intérprete de todas menos de la última)

Otra película que fue un símbolo del neorrealismo, 1945, de Roberto Rossellini, “Roma, città aperta”, donde por algunas escenas llegó al firmamento italiano, cosa que la catapultó en esa categoría en forma mundial.

No tenía ese entorno y belleza que rodean a las estrellas, pero su rostro era de una fortaleza, que no necesitaba de otros elementos para demostrar lo que quería expresar.

Trabajó bastante con Rossellini antes de su etapa con Ingrid Bergman.

1951 “Bellísima” de Lucino Visconti y en 1953 “La carrose d’or” de Jean Renoir (hijo del pintor Pierre-Auguste Renoir).

Era una época fermental, donde todo tiene que ver con todo y nada tiene que ver con nada. Por ejemplo Anna fue la intérprete de “Anna Christie” obra que le significó el premio Pulitzer a Eugene O’Neill, padre de Oona O’Neill, que fue repudiada por su padre por haberse casado, sin su consentimiento a los 17 años, con el gran Charles Chaplin de 54, de cuya unión nació Geraldine Chaplin.

Necesariamente tengo que resumir las obras y los actores y/o directores porque Anna Magnani da para varios libros y yo me enredé con las grandes féminas italianas.

1955, “La rosa tatuada” obra de Tennessee Williams por la cual siendo su primera obra en inglés le significó un gran esfuerzo y el Oscar a la Mejor Actriz. Dicha obra no la pudo hacer en teatro en EEUU porque su inglés la superaba y tuvieron que sustituirla.

1957, “Viento Salvaje” de George Cukor con Anthony Quinn, nominada al Oscar y ganó otros premios como el Globo de Oro, el David de Donatello y el Oso de Plata.

1959, “Piel de serpiente”, también de Tennessee Williams con Marlon Brando.

1962, “Mamma Roma” dirigida por Pier Paolo Pasolini, película sumamente aclamada, pero se estrenó en EEUU en 1995 (22 años después de la muerte de Anna). Me viene a la memoria, que la adorable actriz ítalo uruguaya Pina Criscuolo, llamaba a su madre “mamma roma”, nunca le pregunté el por qué y ya no están ninguna de las dos.

Tributo a Anna Magnani

Su última aparición en cine fue en “El Secreto de Santa Vittoria (1969) y en 1972 es sorprendida en la puerta de su casa, en Roma, por un homenaje de Federico Fellini a la diva, en que cierra la escena diciendo “Ella es Roma”.
En el Paseo de la Fama de Hollywood hay cuatro distinciones a italianos, Anna junto a su eterna rival Sophia Loren, la soprano Renata Tebaldi y Arturo Toscanini.

La vida de Anna no fue nada fácil en lo sentimental.

Hija de padre desconocido fue criada en Roma por su abuela y cinco tías.

Tuvo que hacer la noche para pagarse los estudios y sobrevivir.

Se casó con un realizador italiano Goffredo Alessandri en 1935 y se divorció en 1950, nunca se volvió a casar.

De un ardiente romance, con el actor Massimo Serato, fue su hijo Cellino (Luca), el que fue víctima de poliomielitis y quedó postrado en una silla de ruedas. Serato la abandonó antes del nacimiento.

Anna dedicó su vida a cuidar a su hijo y recibió el Premio Violeta Dorada a la madre ejemplar.

En 1944 comienza su relación con Roberto Rossellini, que fue bastante brava, quien la abandonó, por Ingrid Bergman, en uno de los grandes escándalos de la época.

Anna falleció en Roma en 1973 a los 65 años de un cancer pancreático, acompañada por su hijo Luca y Roberto Rossellini.

Está enterrada en el mausoleo de la familia Rossellini.

Su nieta es la actriz Olivia Magnani, nacida en 1975 y por lo que vi es una hermosa mujer, con todos los complementos, que ello conlleva.

Se me fue largo y creo que lo mejor es cortar acá y seguir con le donne sotto le stelle, dopo, ciao…

Un comentario en «DONNE SOTTO LE STELLE»

  • Estimado Sr. Olivera:
    Creo que como el mercado cinematográfico en este país está inclinado a la parte más comercial como ser las películas de EEUU, aunque muchas, creo que por problemas o mejor dicho economías impositivas, son filmadas en Canadá el arte europeo, que vale mucho no tiene mucho recibo por falta de publicidad y por falta de films en la pantalla. El cine francés, el italiano pareciera que no los representa nadie y las películas españolas que vemos, son coproducciones argentino, españolas, etc. etc.
    Un Titò o una Anna Magnani con una vida de trabajo y sacrificio son mirados por arribita y a otra cosa. La que va a tener mayor público va a ser Olivia Magnani por su físico y otros elementos que se pueden ver muy claramente en You tube.
    Gracias por mostrarnos una parte que algunos conocían y otros ignoran totalmente.

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