25 abril 2024
PERSONALIDADES

Héroe de dos mundos, Giuseppe Garibaldi

Llegado a Sudamérica, contactó con otros disidentes italianos por las revueltas de la Joven Italia y llegó a ser presidente de la filial de esta organización en el continente americano gracias a su amigo Giuseppe Stefano Grondona. También formó parte de la logia masónica Asilo di Vertud . Luchó contra el Imperio de Brasil en la revolución de la República Riograndense liderada por Bento Gonçalves da Silva. En estas acciones tomó, junto al general Davi Canabarro, la ciudad portuaria de Laguna en el estado de Santa Catarina, lo que facilitó la creación de la República Catarinense o República Juliana.

Mientras que en Italia buscaba la unificación, en Sudamérica buscaba la fragmentación de las antiguas colonias. Garibaldi entró en el cuerpo de revolucionarios de La joven Europa. Durante esta época tuvo como amantes a Manuela de Paula Ferreira, sobrina de Bento Gonçalves da Silva, y Ana María de Jesús Ribeiro, llamada después Anita Garibaldi.

En 1841 pasó a Uruguay, donde tenía lugar la guerra entre los blancos de Manuel Oribe, apoyado por el gobierno de Buenos Aires del gobernador Juan Manuel de Rosas, y el gobierno colorado de Fructuoso Rivera instalado en Montevideo. Declarada en diciembre de 1838, la denominada Guerra Grande se desarrolló desde 1838 hasta 1851. El gobierno de Oribe estaba en las afueras de Montevideo, en el barrio que hoy se denomina la Unión, a la espera del momento justo y oportuno para tomar la ciudad. En Montevideo se encuentra el Museo Casa de José Garibaldi, instalado en la casa donde residieron él y su familia durante ese tiempo.

Mientras tanto Garibaldi, radicado en Montevideo, además de su actividad revolucionaria, daba clases de matemáticas e ingresó en la Logia Masónica “Les Amis de la Patrie”.

Al mismo tiempo en el Río de la Plata operaba la flota de la Confederación, al mando del almirante argentino Guillermo Brown, que intentaba bloquear el puerto de Montevideo. La flota armada por el gobierno de Montevideo, comandada por el Comodoro Juan Coe, había sido destruida. En 1842, el gobierno de Montevideo designó a Garibaldi como sustituto de Coe. Al mando de la flota, libró el 16 de agosto de 1842 un combate naval en el río Paraná en una sección del río llamada Costa Brava, denominándose así el enfrentamiento el Combate de Costa Brava cerca de la localidad Esquina, Provincia de Corrientes Argentina. Las naves comandadas por Garibaldi fueron derrotadas por las fuerzas de Brown. Después de sufrir fuertes pérdidas, Garibaldi escapó.

Vuelto a Montevideo, en 1843 —y establecido por Oribe el sitio de Montevideo, que habría de prolongarse hasta 1851— Garibaldi organizó una unidad militar que fue denominada “La Legión Italiana”, al frente de la cual se puso al servicio del gobierno de Montevideo, conocido históricamente como el Gobierno de la Defensa. Entre las acciones militares en que participó Garibaldi al frente de su Legión Italiana, se destaca la que tuvo lugar en las afueras de las murallas de Montevideo, llamada Combate de Tres Cruces, por haberse realizado en el paraje así denominado, el 17 de noviembre del 1843.

Luego de ello, embarcado en una nueva flotilla de una veintena de naves con unos 900 hombres de tropa para desembarco, y contando con el amparo de las escuadras de Francia e Inglaterra, pudo ocupar en abril de 1845 la ciudad de Colonia.

Garibaldi, en sus “Memorias”, sostiene que fue “difícil de mantener la disciplina que impidiera cualquier atropello, y los soldados anglofranceses, a pesar de las órdenes severas de los almirantes, no dejaron de dedicarse con gusto al robo en las casas y en las calles.

Los nuestros, al regresar, siguieron en parte el mismo ejemplo aun cuando nuestros oficiales hicieron lo posible para evitarlo. La represión del desorden resultó difícil, considerando que la Colonia era pueblo abundante en provisiones y especialmente en líquidos espirituosos que aumentaban los apetitos de los virtuosos saqueadores”.

En septiembre toma la isla Martín García, defendida por la Confederación, y la ciudad de Gualeguaychú (Entre Rios), la que sufre saqueos. Es de notar que Garibaldi admite los saqueos, que fue una pauta de comportamiento del cuerpo mercenario que dirigía. En sus memorias llama a su legión “virtuosos saqueadores”.

Las batallas de Itapebí y de San Antonio]

El 17 de enero de 1840, el gobierno de Juan Manuel de Rosas ataca el pueblo de Belén, en Uruguay, al que también saquean y destruyen. Manuel Lavalleja, aliado de Rosas, ocupa luego la ciudad de Salto desalojando por la fuerza a sus habitantes, que les eran adversos, y ubicándolos en un campamento a orillas del arroyo Itapebí, a 21 millas al norte de la ciudad.

En noviembre de 1845 una flotilla al mando de Garibaldi llega al puerto de Salto y logra recuperar la ciudad prácticamente sin resistencia.

Manuel Lavalleja espera confiado la llegada del ejército de Urquiza, pero es sorprendido antes de tiempo por Garibaldi, quien había marchado durante la noche para rodearlo y vencerlo en las orillas del arroyo Itapebí. Garibaldi rescata a las familias de la ciudad, las que vuelven con sus carros de víveres. Es hora de organizar la resistencia al ejército que está por llegar.

Entre el 6 y el 26 de diciembre, junto a la guarnición formada en Salto, Giuseppe Garibaldi debe resistir un ataque combinado de tropas de Urquiza. La ciudad de Salto sufre un sitio hasta que los atacantes son derrotados el 9 de enero de 1846 en Puntas del arroyo Ceibal.

Al amanecer del 8 de febrero de 1846, tropas que provenían de Corrientes, al mando del General Servando Gómez, se disponen ahora a atacar a la ciudad de Salto por el norte.

La situación es muy difícil, Garibaldi entiende que la mejor oportunidad para la ciudad es que el combate tenga lugar lejos de ella, por lo que sale al encuentro del General Servando Gómez en las cercanías del arroyo San Antonio, afluente del Río Uruguay.

Garibaldi con su Legión Italiana libra el combate, en un desesperado intento de detener el avance de las fuerzas de la Confederación, las cuales son muy superiores en número y calidad de armamento.

Servando Gómez ordena a su infantería sucesivas oleadas de cargas a la bayoneta y con lanzas. Las fuerzas de Garibaldi, sabiéndose inferiores, toman posiciones defensivas estáticas.

Los ataques van siendo rechazados uno tras otro, y las pausas entre las oleadas sirven para que los hombres de Garibaldi se vayan suministrando con armamento y municiones de los enemigos caídos. Como a las nueve de la noche, con los hombres totalmente exhaustos, y ante un campo repleto de cadáveres, los combates finalmente cesan. Las intenciones invasoras habían sido derrotadas. Garibaldi se retira de sus posiciones rumbo a Salto, tras haber perdido alrededor de una tercera parte de sus efectivos.

En la actualidad el recuerdo de Garibaldi está muy vivo en Uruguay. En Salto existe un monumento a Garibaldi de importante escala, construido en piedra de arenisca y diseñado por el arq. Juan Giovanni Veltroni, que sigue líneas modernas inspiradas en el Futurismo italiano.

En un nicho interior, se guardaron hasta entrado el siglo XX restos de los combatientes caídos en la batalla de San Antonio. Este monumento está ubicado en la Avenida Giusseppe Garibaldi, próximo a la zona de la batalla, y ha sido objeto de recordatorios de la comunidad italiana y recibida la visita de descendientes de Garibaldi en varias oportunidades.

Monumento a Garibaldi en Salto (Uruguay).

Después de diversos avatares y aventuras en este país, Garibaldi se casa en 1842 con Ana María de Jesús Ribeiro, llamada después Anita Garibaldi. A ella la conoció en 1839 en Laguna, Santa Catarina, en lo que fue un auténtico amor a primera vista. Con ella tuvo cuatro hijos, Menotti, Rosita, fallecida con dos años, Teresita y Ricciotti.

Retorno a Italia y segundo exilio

Giuseppe y Anita Garibaldi refugiándose en San Marino.

Tras volver a Italia en 1848, libró numerosas batallas a favor de la independencia de los Estados del norte de Italia, ocupados por Austria y Francia, a las órdenes del ejército del Reino de Saboya. Se convirtió en un auténtico héroe para el pueblo de Italia del norte ávido de libertad.

Con apoyo francés, intervino en la guerra contra Austria, si bien el cambio de actitud de Napoleón III, apostando súbitamente por la negociación, truncó temporalmente los objetivos de Garibaldi.

Se creó la República Romana, pero esta fue derrotada. Tuvo que huir de Italia con 3.900 soldados y su esposa Anita, mientras eran perseguidos por un ejército de españoles, franceses y napolitanos. Sin embargo, Anita murió en la fuga a consecuencia de una fiebre tifoidea el 4 de agosto de 1849.

Estuvo un tiempo en Tánger y luego se fue a Staten Island, Nueva York. Posteriormente sería capitán de navío mercante por el océano Pacífico hasta abril de 1851, cuando visitó a la heroína y compañera sentimental de Simón Bolívar, Manuela Sáenz, en Perú. Antes de retirarse fundó la primera estación de bomberos del Callao, la cual hasta el día de hoy lleva su nombre. Volvió a Nueva York, de donde salió en noviembre de 1853 hacia Tyneside, al noreste de Inglaterra, en donde estuvo un mes, saliendo en abril de 1854.

Segunda guerra de la independencia

En 1854 volvió de nuevo a Italia y compró la isla de Caprera. Al estallar la segunda guerra de la independencia italiana, era mayor general de los Cazadores de los Alpes, compuestos por 3.000 soldados.

Con ellos conquistó Varese, Como, Brescia y en las negociaciones de paz, Víctor Manuel II de Saboya logró la anexión de Lombardía, tras la que vendrían las de Parma, Módena, Toscana y Romaña, al solicitar sus gobiernos provisionales su unión al Piamonte.

El siguiente objetivo de Garibaldi fue entonces lograr la anexión del reino de las Dos Sicilias, el más próspero de la península italiana, al Piamonte. En dicho reino Francisco II de Nápoles ejercía una monarquía absoluta. Sin embargo, le garantizaba el bienestar a la población. Los movimientos separatistas en Sicilia fueron el caldo de cultivo para la expedición de los Mil Camisas Rojas, auspiciada por Cavour.

Al frente de su tropa de voluntarios, Garibaldi llegó a Marsala (después de haber zarpado desde Génova), donde fue recibido con entusiasmo por los rebeldes que pensaban que así lograrían la independencia de la isla, incluso algunos de estos se unieron a los Mil.

Pérdida de Niza y de Saboya en 1860 durante la Unificación de Italia.
Napoleón III impedirá a Córcega unirse a Italia.

Participó entonces en la supresión de la resistencia, dirigiendo más tarde sus tropas hacia Nápoles, entre las que se encontraba la Legión Internacional, compuesta, entre otras nacionalidades, por 500 húngaros, quienes derrotaron a las tropas del rey en la Batalla del Volturno, en octubre de 1860.

Esto obligó a Francisco II a huir y refugiarse en los Estados Pontificios, instaurando en Nápoles una república regida por un gobierno provisional. En Sicilia recibió ayuda económica de Alejandro Dumas, quien había viajado con su nave Emma con un cargamento de armas para Garibaldi. Posteriormente el escritor francés también ayudó a Garibaldi a escribir sus memorias.

Ambicionando una Italia unida bajo un solo gobierno radicado en Roma, concibió la idea de marchar sobre los Estados Pontificios, defendidos por tropas francesas. Sin embargo, Víctor Manuel y Cavour, temerosos de perder lo logrado ante una radicalización del conflicto, evitaron el avance de Garibaldi. El incidente no supuso un enfrentamiento entre el rey del Piamonte y Garibaldi; antes al contrario, el revolucionario reconoció a Víctor Manuel como rey de Italia el 26 de octubre de 1860. En 1861 fue invitado por Abraham Lincoln para un puesto en el ejército federal en la Guerra civil estadounidense, pero Garibaldi desistió.

Tercera guerra de la independencia y últimas aventuras

Garibaldi prosiguió incansablemente sus actividades militares en busca de la unidad de Italia, emprendiendo acciones sin éxito en 1862 al grito de: ¡Roma o muerte! La protesta de Napoleón, cuyas tropas custodiaban Roma, llevó al ejército de ocupación piamontés en Nápoles a repeler a Garibaldi, haciéndole prisionero en Aspromonte (sur de Nápoles). En 1864 viajó hacia Inglaterra, donde fue recibido con entusiasmo por la población y se reunió con el primer ministro Lord Palmerston. Tuvo durante esta época la ambición de liberar otras naciones ocupadas, como Croacia, Grecia o Hungría, pero nada de esto se hizo realidad. En 1866 estalla la tercera guerra de la independencia italiana, en la que Garibaldi y 40.000 hombres de los Cazadores de los Alpes, con apoyo prusiano, lucharon contra los austriacos en la Batalla de Bezzecca, consiguiendo la única victoria y tomando la ciudad de Trento. En 1867 realiza una nueva marcha hacia Roma aprovechando la retirada de las tropas francesas, que se ven obligadas a desembarcar otra vez y a derrotar al italiano en Mentana.

Igualmente, luchó en la Guerra Franco-prusiana en 1871, interviniendo en la batalla de la ciudad de Dijon, y posteriormente fue elegido diputado de la Asamblea Nacional Francesa, contribuyendo al progreso de la nueva Francia republicana.

Finalmente, lograda la unidad italiana en 1870, Garibaldi fue elegido diputado al Parlamento, cargo al que posteriormente renunció al no concretarse en hechos las ideas republicanas por las que él luchó incansablemente. En sus últimos años se retiró a la isla de Caprera, donde falleció el 2 de junio de 1882.

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