GEOPOLÍTICA

La Guerra Fría 2.0: El mundo vuelve a contener la respiración

Ya no hay muros cayendo ni encendidos debates sobre ideologías. Sin embargo, el aire vuelve a oler a tensión, a desconfianza, a esa vieja sensación de que el poder global se parte en dos.

Estados Unidos y China han tomado el relevo de la historia: el enfrentamiento que alguna vez tuvo como protagonistas a Washington y Moscú renace, más sofisticado, más silencioso… pero igual de decisivo.

Escuchando a Santiago Armesilla, director del Instituto Beatriz Galindo – La Latina, subrayaba: “Estamos viviendo una nueva Guerra Fría”, dice con la certeza de quien observa los movimientos del tablero mundial desde arriba. Pero esta vez, el campo de batalla no se mide en kilómetros conquistados ni en banderas flameando sobre ciudades arrasadas. La guerra del siglo XXI se libra con microchips, sanciones, tratados y algoritmos.

Cuando la diplomacia se viste son la seda de estrategia

China, cada vez más expansiva en Asia, África y América Latina, ha comenzado a desafiar abiertamente la hegemonía estadounidense. Su influencia se extiende como una red invisible que conecta puertos, minas y mercados.

Cuando Washington refuerza alianzas, controla tecnología y sostiene su dominio a través del músculo económico y militar de la OTAN o el pacto AUKUS. Europa, antaño epicentro del poder mundial, hoy aparece desdibujada, atrapada entre su dependencia energética y la necesidad de posicionarse en un mapa que ya no la tiene en el centro.

Y Armesilla lo resume con crudeza: “Rusia y Ucrania son piezas menores en una partida que se juega entre Washington y Pekín”. Y es en esa partida donde la historia vuelve a repetirse, aunque los actores cambien de rostro.

Trump, Putin y la política sin máscaras

Una llamada telefónica entre Donald Trump y Vladimir Putin bastó para encender las alarmas.
¿Casualidad? Difícilmente.

Para Armesilla y otros analistas, ese gesto encarna la esencia misma de la realpolitik: una política sin ética ni ideología, donde solo importan el poder y el interés.

Trump, siempre calculador, parece buscar su regreso al escenario mundial. Se mueve como un jugador que observa el tablero desde fuera, esperando el momento justo para ofrecerse como mediador, para recuperar la centralidad perdida.

Su objetivo, dicen los expertos, no es solo tender puentes con Moscú, sino contener la expansión china en territorios estratégicos.

Argentina aparece aquí como ejemplo silencioso de esa batalla

Según los analistas, Trump habría maniobrado en las sombras para evitar que Pekín ganara terreno durante la crisis de deuda argentina. Una muestra más de cómo esta Guerra Fría 2.0 no necesita misiles para dejar cicatrices.

2 comentarios en «La Guerra Fría 2.0: El mundo vuelve a contener la respiración»

  • Se trata de dos locos tanto Putin como Trump y hay que cuidarse también del chino pero con los que mas hay que tener ojo son con todos los que los quieren hacer pelear.

  • No son locos, sacando a Trump los otros 2 son los malignos en la tierra y vos los haces quedar como estadistas. Porque no te vas a vivir un poco a china o a rusia a ver como vive esa gente en dictadura y en la miseria.

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