Médicos y locos
Estaba un par de doctores en un restaurante, de repente entra uno de sus colegas y rápidamente corren hacia él para preguntarle su secreto de ser tan bueno.
Él les contesta:
Queridos colegas, mi especialidad son las suegras.
Entonces uno de ellos le pregunta:
¿Por qué?
Entonces le responde:
Si la suegra mejora, la hija me paga bien, si muere el yerno me paga el doble.
Un señor con el médico: Doctor, ¿cómo salieron los exámenes? Tiene un 98% de alcohol en la sangre… ¿Sólo 98%? ¡El maldito hielo!
Dos locos se encuentran en el patio de un manicomio; uno de ellos le enseña el puño cerrado al otro y le dice:
– Oye, ¿a que no adivinas que es lo que tengo en la mano?
– Hmmm… ¿un elefante?
El del puño cerrado pone cara de fastidio y replica:
– Si, bueno, ¿pero de que color?