Quieren acabar con la prostitución en Cuba

Según fuentes obtenidas en los medios la hija de Raúl Castro busca acabar con la prostitución en Cuba criminalizando a los clientes.

Mariela Castro Espín, nacida en La Habana, 27 de julio de 1962 es una política y sexóloga cubana.

Licenciada en la especialidad de pedagogía y psicología en el Instituto Superior de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” de la capital cubana.

Es la directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) y de la revista Sexología y Sociedad, en La Habana.
Hija de Vilma Espín Guillois, quien fuera en su momento la presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y el presidente cubano Raúl Castro.

Es hermana de Alejandro Castro que, además, fue asistente personal del Jefe de Estado.

En febrero de 2013 fue elegida diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.

Activista por los derechos de los homosexuales y los derechos LGTB en Cuba, ha sido además promotora de la efectiva prevención del VIH/sida.

Ha desarrollado importantes eventos de índole social para fomentar y difundir variados proyectos para la protección y el respeto a minorías sexuales en la isla.

Es una de las figuras claves en la política desarrollada en el CENESEX por proteger e incorporar de manera plena a la sociedad a las personas transexuales.
También se ha manifestado a favor de los derechos de la mujer a decidir abortar.

Mariela ha manifestado en diversas entrevistas su total adhesión al gobierno cubano, además de considerar públicamente que lo más conveniente para Cuba es el partido único.

El 13 de agosto de 2013 fue declarada visitante ilustre de Montevideo.

“No podemos decir que queremos proteger a nuestras niñas, niños y adolescentes de la explotación sexual.
No es solo desearlo, sino rompernos la cabeza para encontrar de qué manera lo vamos a hacer”.

La directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) e hija del presidente cubano Raúl Castro, Mariela Castro, propone condenar a los clientes que pagan por servicios sexuales para acabar con la prostitución.
“No podemos solamente decir que estamos de acuerdo contra la explotación sexual como una forma de trabajo sexual.
No podemos decir que queremos proteger a nuestras niñas, niños y adolescentes de la explotación sexual.
No es solo desearlo, sino rompernos la cabeza para encontrar de qué manera lo vamos a hacer”, dijo Castro en el programa de la televisión cubana Mesa Redonda sobre el Simposio Internacional Violencia de Género, Prostitución, Turismo Sexual y Trata de Personas.

Sin embargo, a pesar de la propuesta, medios locales indican que debido a la realidad socioeconómica de la isla, es más probable que esto se quede solo en el plano académico, a que llegue a materializarse.
Además, los expertos han señalado que en un país donde la prostitución no es ilegal es difícil adoptar una medida que penalice a los clientes de las prostitutas ya que es incongruente con la idiosincrasia de Cuba.

No obstante, Amir Valle, autor del libro Habana Babilonia o Prostitutas en Cuba, una de las documentaciones más importantes sobre ese flagelo en la isla, reveló que desde 1993 miembros del gobierno de la Isla “asumían la tesis de penalizar al cliente como freno esencial al fenómeno, sin tener en cuenta que, en el caso cubano, cualquier solución pasa, en primer lugar, por el reconocimiento político de la existencia del flagelo”.

“El gobierno cubano, aunque cuenta con toda la información y estudios de campo para posicionarse, jamás ha aceptado en realidad el alcance social del fenómeno”, añadió Valle.

Teóricamente Mariela Castro la ve muy sencilla, claro que para ella todo fue muy sencillo, pero hay hechos sociales que no se solucionan de un plumazo, por más que sea la hija del dictador de turno.

La prostitución es una forma de ganarse la vida muy arraigada en el mundo y por supuesto que Cuba será todo lo socialista que quieran pero la prostitución es una forma de vida muy importante en un país donde la miseria se ve permanentemente.

La prostitución paga la comida y la prostituta será feliz siempre y cuando no piense, porque es una forma muy desagradable de vida, tener que soportar al primero que venga con dinero, sea sucio, borracho o enfermo, con los riesgos de las enfermedades sexuales que atacan sin síntomas aparentes y se llevan la vida.

En 1959 la Revolución Cubana atacó al régimen de Batista partiendo de la base que se había transformado a la isla en un burdel de EE.UU. y que la mafia dominaba el juego y la prostitución.

Ganó la revolución, y también ganó la prostitución, porque hoy en el 2017 el flagelo de la prostitución se ha convertido en una herramienta para sobrevivir muy agresiva y gracias al burdel de los turistas españoles y de otros países viven muchas familias en Cuba, simplemente las mujeres han cambiado de usuario, un Johnnie por un José, los dólares, pòr euros.
La prostitución de mal necesario pasó a ser una forma de vida en la que trabajan hasta profesionales universitarios, dado que del ejercicio de su profesión no pueden sobrevivir y lo hacen como la forma más natural, porque se criaron y formaron en ese medio y con ese mal social incorporado como algo normal.

La promiscuidad social es un flagelo que será muy difícil de combatirá y si no lo han logrado con un régimen totalitario, difícilmente logren controlarlo prohibiendo o metiendo presos a los turistas, a los que se les ofrecen las bellezas naturales del caribe junto con las suculentas mujeres, las cuales lo hacen peleando por la vida y no teniendo otras posibilidades.

Se pueden importar de un día para el otro, pagándolos, automóviles chinos baratos, pero para sacar a las mujeres del mercado de la prostitución, no se podrá hacerlo por decreto, ni con dinero.
Lo de la hija de Raúl Castro es una petición de principios muy loable, pero le llevará muchos años de educación de las niñas para que en su momentos las futuras mujeres no ejerzan el meretricio.
Hoy se ofrecen a las prostitutas como una palmera más o una playa hermosa de la isla o un vaso de ron cubano.

Nada es tan fácil y ese tema tal vez sea el más difícil de todo.
Caer es muy sencillo, lo bravo es levantarse.