Adiós alfajores y colas

Algún comerciante se resistió y le metieron un par de gruesas multas y le sacaron los principios por el lado de la billetera.

Apareció el espirómetro, que mucha gente pensó que lo habían inventado para medir el nivel de alcohol en el individuo, sino que mide la capacidad pulmonar y de paso salta la víbora de la alcoholemia.

Al principio la gente se asustó por la pérdida de la libreta y por el calibre de la multa, pero salvo en la noche de la nostalgia y algún otro elemento de tal magnitud, la gente va en remise y se toma hasta el agua del perro.

No contentos con ello los zorros, también conocidos como inspectores municipales de tránsito, que tenían que hace su cosecha, agarraron el jeito, la noche de la chupandina no se molestan, pero al día siguiente a las 9 o 10 de la matina salen con el aparatito y la resaca también se mide en el espirómetro y a llorar al cuartito, que me las tomé ayer, que mi tía Gregoria tenía un biombo, te sacan la libreta y te fajan flor de multa.

Aclaremos prefiero a un conductor con mediano nivel de copas que uno con los humos de la noche anterior.

Apareció la obligación del casco para los motociclistas y para los ciclistas después.

Es una herramienta muy útil, si yo tuviera que usar casco de motocicleta, seguiría a pie, porque entorpece la audición y me da claustrofobia, pero sin perjuicio de ello que es mi problema personal, también es problema para los pisteros de las estaciones de servicio o de muchas víctimas de rapiñas en la calle o en locales cerrados, porque con el casco de moto no se le ve nada a los individuos.

Igual con casco y todo mueren más de uno por día, por no poner algo desagradable, uno y fracción lleva a pensar un tipo entero y otro por la mitad.

Claro que no obstante ello, les obligan a utilizar un chalequito de cuida coches.

Cuando viene de visita mi cuñada, que es la tal respetuosa de todas las disposiciones, por su afán aeróbico ciclístico, se tiene que disfrazar con casquito de ciclista y chaleco que cuida coches, ella que tiene como 14 apellidos patricios.

Evito largarle la carcajada en la cara, para no tener un problema familiar, pero discretamente me voy para el fondo, allá donde está el perro y me desternillo de la risa a gusto.

Claro que la Intendencia o el Superior Gobierno en cualquier momento van a arreglar con algún sponsor el que diseñará una armadura para evitar que nosotros los pedestres nos hagan bosta los automovilistas, los motociclistas y los ciclistas, justicia para todos o para naides dirían los que mandan.

Recuerdo no hace mucho que un imbécil honorario, con viáticos, edil él, quería hacer un muro alto en toda la rambla de Montevideo para evitar caída de vehículos y personas al agua, espero que no tenga tanta suerte como el Dr. García.

Otra medida sanitaria fue la de suprimir la existencia en los restaurantes de grisines, galletitas, manteca, mayonesa, kétchup y sal, por el tema de la presión arterial, del colesterol, los triglicéridos y la mar en coche.
Si a uno se le antoja tiene que pedirla expresamente y ya veo al dueño del lugar de masticar pasándonos por la punta del lápiz por una mojadita de mayonesa y no hablemos de la manteca a quien sabe cuánto nos cobrará el panecillo.
Claro que al inteligente que planteó tal cosa tendría que haber calculado la paramétrica de tal insumo, para bajar los precios en consecuencia.

Bah…, también dirían de los que se afanan los edulcorantes y los palillos, aunque estos por ser su uso de mala educación raudamente desaparecieron de las mesas.
Pensar que la humilde mayonesa aquella emulsión de huevo y aceite, que se le cortaba a las mujeres cuando venía Andrés, aquel que viene una vez por mes, mi vieja cuando me encontraba ocioso, me daba un par de yemas y una lata de aceite, aquellas de dos litros, Maricarmen, Triana y no sé qué otra marca tenía Manzanares y la consigna era con una cucharita ir revolviendo las yemas e ir echándole un chorritito bien finito de aceite.
En la medida que iba agarrando más cuerpo el aceite podía ser más voluminoso.
Si se cortaba, vuelta a empezar, pero en lugar de echarle aceite se le echaba el huevo revuelto con aceite, porque la cosa no estaba para andar tirando la comida.

Con qué estará hecha hoy la mayonesa, debe ser una emulsión de algún gel sin gusto, al que le agregan el gusto, el color amarillo y aceite, vaya uno a saber.
Un amigo que ya no está más con nosotros, el pintor maragato Hugo Nantes, decía que los uruguayos practicamos la caridad del grissin, cuando entraba un gurí a pedir algo, le dábamos una de las bolsitas con los grissines que nos había proporcionado el dueño del boliche, en definitiva hacíamos caridad con dinero ajeno, aunque después al venir la cuenta, esos grissines venían incluidos como dios manda.

Ahora viene, por ahora, valga la redundancia, la última prohibición en los hechos, a partir de marzo, las cantinas de las escuelas y liceos no tendrán más bebidas gaseosas dijeron unos, colas dijeron otros.
En el marco de la ley N° 19.140, el MSP instará a vender sólo comida y bebida saludable.
Jugos con un 100% de fruta, bizcochuelos hechos con aceite (sin manteca ni margarina), postres elaborados con leche (pero con un máximo de 12,2 gramos de azúcar cada 100 mililitros), frutas y cereales.
Se olvidaron de la grasa de la leche y de la lactosa, mejor sería leche de soja, aunque debe de tener sodio.

Estos son algunos de los alimentos autorizados para vender en las instituciones educativas.
No tuvieron en cuenta los chiclets que provocan o fomentan el sarro dental y los caramelos que provocan las caries.
Considerando esto, es un hecho, que la apariencia de las cantinas cambiará radicalmente a partir de este año.

Dicha ley establece la protección “de la población infantil y adolescente que asiste a establecimientos escolares y liceales, públicos y privados, a través de la promoción de hábitos alimenticios saludables”, fue propuesta por el diputado nacionalista Javier García, votada el año pasado y aún no reglamentada.
Sin embargo, ya se pondrá en práctica a partir de marzo, cuando empiece el año lectivo.
El Ministerio de Salud Pública (MSP), en conjunto con el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) desarrollaron la lista de alimentos convenientes para vender en las instituciones educativas.

La directora general de Salud del MSP, Marlene Sica, dijo que también se mantuvieron reuniones con la Cámara de Industria, y que “todas las partes” apoyan la implementación de la nueva ley.
La lista, que si bien no es definitiva tiene los lineamientos generales de la versión final, se separa en tres grupos: uno de “alimentos y bebidas naturales o mínimamente procesados”, otro de “alimentos procesados envasados que cumplan con los límites establecidos en cuanto al contenido calórico y de nutrientes” y otro de “preparaciones envasadas en el punto de venta”.
“Aquí no se busca limitar las cosas que se venden, sino establecer cómo y en qué cantidades.
Las cantinas no van a poder vender más determinados productos, como refrescos y snacks, pero obviamente va a haber una transitoriedad para que no se genere un perjuicio económico”, precisó Sica.

El directora de Salud también señaló que se hará una evaluación en los centros educativos, comúnmente de doble turno, donde se entregan bandejas alimenticias a los alumnos, para que los menús que se brinden cumplan con los lineamientos que marca la ley.
Por otra parte, también desaparecerán los saleros de los comedores de los centros educativos y tampoco se les permitirá a los alumnos agregar condimentos a platos que ya estén elaborados.
En cuanto a los niños y adolescentes que vayan con la merienda o el almuerzo desde su casa, se invitará a los padres, aunque sin obligación, a que no lleven a los centros aquellos alimentos que están prohibidos.

“También se van a fomentar días de frutas, o de otros alimentos sanos”, precisó Sica.
Al Dr. García lo agarraron distraído y con un proyecto bien de médico, sin una gota de razonamiento social.
Es como cuando el médico cuando una persona vive de su trabajo físico y manda al paciente tres meses de reposo absoluto en cama, sin pensar en quien parará la olla.
En el caso del Dr. García pudo más el profesional médico que el político profesional.
Les dio pie con ese proyecto, que si no fuera para amolar la vida de la gente, nunca hubiera salido, porque en nuestro país hay infinidad de problemas prioritarios a la obesidad.
Grave error de concepto tienen las autoridades.
Todo lo arreglan con prohibiciones, debe ser porque ellos creen en las pruebas Pisa y les consta los magros resultados que han dado en nuestro país, porque el hecho radica en educar y no prohibir.
Mi cuñada se disfraza de cuida coches para venir en bicicleta no por miedo, sino simplemente por educación y se ríe del ridículo del disfraz.
La gente sigue chupando, cruzando con la luz roja, en motos sin documentación y fumando hasta en el dormitorio.
La de la picada previa en los restaurantes no se aplica.
Señores está humanamente PROHIBIDO PROHIBIR, no sean tontos e ignorantes, ES OBLIGACIÓN DEL ESTADO Y DE LOS CENTROS DE ENSEÑANZA EDUCAR, EDUCANDO Y NO PROHIBIENDO.
Al perro por más que le corten la cola, el por su cuenta mueve el rabito, ese toquito de dos o tres vértebras que le quedan, por un acto inconsulto del dueño.

En la dictadura estaba prohibido pensar y nosotros igual pensamos y salimos de aquel berenjenal.
Si quieren ser consecuentes y disciplinar a la familia que el concubinato siga siendo concubinato y no una forma de matrimonio distinta, prohíben el cigarrillo por perjudicial a la salud mostrando fotos de personas en estado terminal más algún maquillaje arriba y autorizan o legalizan como quieran llamarle a la marihuana, vivimos en una sociedad envejecida y para aumentar la natalidad autorizamos el matrimonio homo.

Pero ninguno, médicos o no, después del episodio de Santa Teresa no se le ocurrió que la vacuna contra el papiloma tendría que ser obligatorio y no meramente voluntario, una niña de 14 años no tiene discernimiento en tal materia y una madre ignorante le importa tres rábanos…
Que todo sea para bien…