Claudia Anselmi: Construyendo imágenes
Fue uno de los mejores talleres que funcionaron durante la dictadura al cerrar Bellas Artes
Hace unos días se inauguró la Primera Bienal de Arte de Montevideo. Más de 50 destacados artistas de todo el mundo exhiben sus obras en la sede central del Banco República, en el Edificio Anexo del Banco República, en el Edificio Atarazana y la Iglesia San Francisco de Asís.
Por Iara Bermúdez y Waldemar García.
“Todos tenemos una esfera interna llamada – la expresión-, que se vehiculiza de forma natural y en el niño de forma espontánea”, señala la docente y artista plástica uruguaya.
A la vez hay hasta 15 espacios habilitados con exposiciones donde se puede disfrutar de una buena muestra del arte contemporáneo. El Cabildo de Montevideo es una de las sedes donde se exhibe una importante muestra colectiva de nuestro arte actual.
El Reporte conversó con una de las más destacadas artistas plástica uruguaya que participa de esta muestra: Claudia Anselmi.
Su vinculación con el arte nace desde muy pequeña, con 12 años, en 1970, entra en el taller de Nelson Ramos y desde ese entonces hasta la fecha su vida ha transcurrido entre pinceles, paletas, colores, lienzos y todo un mundo de elementos que fue incorporando a su producción artística.
Su gran sensualidad, su voz suave, su punto de timidez se transforma en contagioso entusiasmo cuando habla de arte. Poco a poco la conversación, fue desgranando con gran fluidez distintos aspectos de su vida, del arte, de la crítica.
Claudia nos comenta su gran agradecimiento a sus progenitores que supieron ver su gran amor al arte y con 12 años le propusieron ingresar en un taller…”Mi abuela era uruguaya residente en Italia y los padres le arreglaron casamiento con los Anselmi que se habían conocido a través del comercio. Mi abuela dibujaba y tocaba el piano cosa que cuando se casó dejó de hacer, por supuesto, porque eso no estaba bien visto. Puede ser que en los genes de mi padre eso estuviera. Él llegó a Uruguay con 15 años para no ir a la guerra pero nunca tuvo nada que ver con el arte y mi madre tampoco, pero ellos veían que en la escuela me gustaba mucho ilustrar y un día mí padre me dijo: Claudia ¿no te gustaría ir a un taller? -¿Qué es eso? Le dije. Un lugar donde solo vas a pintar. Por supuesto que acepté.
Vengo de 2 ramas de educación; el taller de Nelson Ramos, muy estricto en todo lo que era plástica conceptual: una idea-un resultado técnico-una propuesta plástica, pero todo apuntaba a una proposición plástica. Uno de los mejores talleres que funcionaron durante la dictadura al cerrar Bellas Artes. Yo entré a los 12 años y era un mundo adulto, me vi cautivada por ese ambiente adulto de caballetes, paletas, pinturas y a esa edad es muy importante los incentivos de este tipo. En el taller tener a un niño estaba bien visto y nunca me dijeron “no hagas esto o aquello”, sí tuve lineamientos estrictos para lo que un niño puede tener en su cabeza. Me tuvieron pintando en blanco y negro como un año y yo era una explosión de color. Te van educando. Yo tenía condiciones, pero sobre todo tuve un ambiente familiar que me incentivó. Pude hacer a los doce años lo que la mayoría consigue sobre los 20 años, que es cuando ellos deciden lo que quieren hacer. Eso es un agradecimiento eterno que tengo a mis padres.
La otra rama viene por Nena Badaró, una corriente que mira más al ser humano, más el ser interno, todo este bien interno que le hace a una persona el estar en un lugar donde no hay presión, donde no va a ser juzgada. El juicio plástico es muy difícil en este tipo de matriz de taller. Lo que apunto es a algo integral a través de la plástica, no es arte terapia sino ir construyendo la individualidad plástica a través de un clima de taller abierto en donde se contemplan otras situaciones.
Anselmi, que dirige un taller para niños y jóvenes, nos cuenta que cuando ella empezó lamentablemente no existían este tipo de talleres que después se fueron creando. …”Esa es una corriente que viene a través de Nena Badaró, que a su vez lo toma de un gran docente investigador en dibujos infantiles, Arno Stern, que ha hecho un trabajo muy serio de análisis de imágenes de dibujo infantil y las primeras imágenes que uno grafica”.
Hablar de la creación infantil la apasiona y se emociona contándonos algo del trabajo de Stern y alguna anécdota,…”Todos tenemos una esfera interna que se llama “la expresión”, que se vehiculiza de forma natural y en el niño de forma espontánea y con los mismos grafismos en China, en USA, en Latinoamérica, en Europa. La esencia es la misma y comienza en el mismo lugar. Él hizo una decodificación de todos esos símbolos, pero más allá del ser humano frente a la actitud del grafismo. Nosotros tenemos una anécdota muy linda con un alumno chino que tuvimos. Estaban todos los niños dibujando una casita y de pronto nos apareció una pagodita. El objeto casa lo tienen todos los niños, pero en él era una pagoda”.
La creación artística es algo que los no iniciados creemos que está reservado a personas con unas dotes innatas, con un gran talento, sin embargo la docente que hay en Claudia nos aclara…”las frases de los adultos, “mira que yo no sé hacer nada, mira que yo nunca agarré un lápiz”, son como una caparazón, pero en 4 meses de trabajo en el taller, a través de los materiales, eso se empieza a ablandar y es maravilloso ver los procesos de las personas, porque en realidad todos nacemos con esa cualidad”.
..”Tú puedes construir una imagen gráfica, plástica, si estás bien contigo mismo. Si estas mal contigo mismo no dejas pasar eso, pones como una barrera, yo no puedo, yo no sé, ¿por qué el otro puede y yo no? Independientemente del estado de ánimo, lo importante es estar convencido de que uno puede hacer algo, a veces una rabieta, una bronca, una injusticia pueden ser el punto de partida de una obra de arte. Es una mirada, un punto de vista, algo que hace “clic”, cambia y está proponiendo algo. A veces el artista plástico se adelanta y genera una respuesta ante una situación”.
La obra de un artista está compuesta por distintos porcentajes de talento, de trabajo y de formación. Su análisis parte de los comienzos del arte y su evolución hasta llegar al eclecticismo actual y todas las variantes de las artes plásticas.
“Yo creo que el arte fue cambiando de lugar en la vida del hombre. Empezamos a graficar para ver cómo vivíamos: en una piedra, en una cueva y por las escenas puedes determinar de qué época son, de acuerdo a si son escenas de caza o escenas de hábitos. Los entendidos fueron desglosando todo eso y entonces si vuelvo otra vez a mi tiempo y a mi historia personal veo que el entorno de mi familia hizo que me diera un lugar para poder desarrollar ese talento. No en todas las familias se le da lugar al arte, por miedo. Por ejemplo, Figari fue abogado hasta los 60 años y después empezó a pintar y dejo una obra prolífica y llena de talento. En realidad yo creo que el talento son habilidades, yo le llamo “la mano de la habilidad” y después de ese clic, de tener ese punto de vista que a nadie se le hubiera ocurrido, ese dardo que te deja como que está aportando una visión. Y eso pasó en todos los tiempos.
Hoy coexisten distintas áreas en el arte, técnicas que son dispares entre si y que sin embargo a la hora de presentarte en un Salón Nacional están todas representadas. Un video puede estar compitiendo con una pintura o con una escultura de la forma tradicional. El área tecnológica también coexiste. Un Salón Nacional hoy es un reflejo de esto: fotografía, pintura, escultura, video. En realidad hay un movimiento internacional. Estas cosas que pasan en Uruguay llegan con 20 años de atraso. Esto hace 20 años que pasa en Europa. En la Bienal de Montevideo que se inauguró recientemente en el lenguaje de la instalación esto ya está incorporado. A veces decimos “el arte moderno no lo entiendo”. La gente dice:”me ponen un zapato ahí y eso lo puedo hacer yo”. Eso es algo que tengo que combatir en el taller, porque tú lo puedes hacer pero es a la otra persona a la que se le ocurrió”.
El artista y su obra en el tiempo y en el espacio.
“En la vida del artista hay distintas propuestas, distintos momentos. También cambian las propuestas y como se miran esas propuestas. Hoy, que un artista sea constante en lo que está haciendo, está bien visto. Lo importante es el desarrollo de esa idea. Hace años vino un maestro de EE.UU., David Finkbeiner, y todos los artistas de esa generación nos apuntamos; había una carencia de esos espacios todavía en 1986. Sin embargo los artistas se las ingeniaron en esa época para decir cosas durante la dictadura con lenguajes insinuados, metafóricos. Para mí fue increíble tener su visión, me dijo: “Claudia cuando tu empiezas con una idea que puede ser temática a partir de una forma, cada serie tiene para desarrollarla, cubrirla y agotarla con todo lo que quieres, 10 años. Yo en esa época trabajaba con cajas, escenografía dentro de cajas, cajitas, cajotas; empecé con el tema del barrio sur, después el carnaval, cambiaron los muñecos de cerámica, cambiaron las escenografías por grandes formas metálicas envueltas en papel. Después vino el tema de los rollos, y el rollo fue chico, fue grande, fue bobina para que la gente si quería se la pudiera llevar. Eso fue muy interesante socialmente hablando, cuando la gente entró a la exposición y vio que se podía llevar un trozo no duró ni media hora, eran 80 mts. monocopiados que desaparecieron en un instante. A mí me angustió mucho, pero al final escribí: “aquí estamos en el final de la bobina de papel, muchas veces consumiendo y confundiéndonos en ese consumo hasta llegar a destruir algo muy preciado y muy precioso”. Y ahora veo que sí que cada tema me llevó 10 años”.
Las nuevas tecnologías han entrado en el arte y por supuesto también en la obra de Claudia Anselmi que nos explica cómo se fueron integrando en su obra y como el arte se va implantando dentro de otras disciplinas y forma parte de la vida y el entorno cotidiano.
“Las nuevas tecnologías, han entrado en distintas etapas. Cuando recién entró lo digital no tenía ni idea como manejarlo, me he apoyado en gente que si manejaba el lenguaje, nos sentábamos juntos y elaborábamos la imagen. Eso fue cambiando, son recursos, cuando tú quieres decir algo buscas la técnica para transmitir. En diciembre voy a tener un seminario en Punta del Este, viene gente dentro del mundo de la economía, de la biología, de la investigación que está queriendo incorporar a los artistas porque los artistas tienen un punto de vista distinto frente a los temas. Es un seminario de bosques. Lo uno a aquellos módulos de 10 años, ya llevo 5 años trabajando sobre los bosques. Me contactan y voy a hacer un bosque. El bosque es de tiras. Hace años que vengo trabajando en la instalación. Voy a hacer una performance dentro de ese bosque. Estoy diciendo que es una instalación, estoy diciendo que son tiras y que la gente puede entrar y armar su propia escenografía, su propia situación dentro de un bosque, que es la performance. Son todas palabras que están dentro del mundo del arte y que han ido cambiando la situación del cuadro colgado a la pared. Sigo haciendo cuadros pintados para colgar en la pared porque me encanta, pero si tú me decís donde entro yo como artista y que me está moviendo, eso es lo que estoy haciendo ahora y eso no tiene un precio”.
Para finalizar la conversación la artista nos deja su punto de vista sobre la crítica hoy y la incidencia del mercado en el valor de las obras de arte.
“Estamos pasando por un momento en que está muy disociada la crítica y el mundo del arte acá en Montevideo. Algunos críticos que tuvieron mucha incidencia hace algunos años atrás ahora están volviendo. Hay poca reposición, hay pocos lugares en la prensa estables para el arte. Hay distintos agentes que escriben acerca de un tema puntual para un medio.
En general me ha ido muy bien con la crítica. A veces descubro cosas que escriben sobre mis obras que no me había dado cuenta.
En el precio de las obras hay distintos ramales de acción. Está el mercado propiamente dicho, está el mundo de la crítica, el mercado de los remates, galerías de arte, cada cual puede pasar un precio. Después está la gestión; muchos artistas tienen atrás como “un soporte de hallazgo”, algo que está imponiendo porque reúne una serie de pequeñas cosas que hacen que se sea un producto que esté bien en ese momento. El artista tiene que tener una parte de gestión, de autogestión, gestión de mercados. Son muchas las variables. Quién decide en última instancia son las personas que están en puestos de poder, como siempre ha sido. Los directores de bienal. Los que tienen atrás una formación de haber visto, el poder de análisis, son como equipos que se conforman y que van estructurando esa escala de aceptación y valoración. De repente una obra es excelente para una determinada circunstancia y es una obra mediocre para otra. Quién establece eso son los códigos que se manejan a nivel internacional. La relación entre el mercado y el artista, es endémica, es una relación amor-odio. El artista precisa de eso por un lado y no precisa de eso. Existen cada vez más galerías en que uno se puede identificar mejor. Trabajan mejor tu obra. Hoy por hoy el artista tiene menos conflicto porque hay más mercado que habilitan poder elegir. En Europa ciertamente es así, aquí estamos empezando. Un muy buen artista puede tener un mal precio en el mercado porque fue manejada mal la carrera, de una manera no tan profesional desde un punto de vista del mercado. Puede ser muy profesional desde el punto de vista de su obra”.
Le preguntamos si se veía haciendo algo diferente de lo que hace y ha hecho toda su vida y nos dejó esta reflexión:
“Mi vida es esto, no me puedo imaginar en otra concepción, pero sí de repente como incorporando ese arte a lo cotidiano. Olvidarme de los códigos, de las exigencias de lo que estoy haciendo y encontrarme con un niño en la playa y disfrutar de ese momento y armar un castillito de arena. No me imagino fuera del arte pero si cambiando la forma.
excelente!!
impecable!!!!!………felicitaciones!!!!!
muy buena nota , que nos informa de èstas cosas que de otra forma no sabriamos !
gracias al Reporte y gracias a su periodista Iara ! felicitaciones !!!
Que linda entrevista y que calidez y amor por su profesión nos transmite Claudia!! Es un precioso cuadro de su vida como artista y ser humano transitando diferentes épocas. Me parece fantástico como va integrando el avance tecnológico así como otras disciplinas a su obra de arte. Este aspecto tan dinámico de poder entrar y salir de la obra tan original que maravilla.
Me sorprendió la brutalidad y el egoismo de la gente de haberse llevado sin miramiento alguno partes de una obra de arte que llevó años de producción en un instante sin siquiera reparar que estaban destruyendola.Luego entendí que sucedió como producto de una sociedad egoista donde la preocupación por el otro y sus producciones está devaluada. Felicitaciones a nuestra ARTISTA por dejarnos en alto frente al mundo en todos los ordenes de la vida. Abrazo Claudia, Iara, Waldemar y Carlos
Adriana
Felicitaciones a a Waldemar García y Iara Bermúdez por esta magnifica nota y a la artista plástica Claudia Anselmi, mi admiración y mis ganas de escucharla hablar de arte, largo y tendido…un placer.