Dólar, qué!!!

Esto a la larga es una expoliación, claro que ellos no me obligaron a llevarles el dinero, sino que me obligaron los de afuera.

En una palabra, me están ordeñando la vaca, antes que tenga el ternero.

Pero la alternativa la tengo con el colchón Bank, las viejas cisternas embutidas en los baños de las casas, a las cuales se les corta absolutamente el suministro de agua y con una vulgar tapa de cisterna, se tiene un cofre fort casero, también está la cajita de toma corriente, que maquilla un pequeño cofrecito.

Todo sirve, una querida amiga, hace pozos en el jardín y va enterrando latas con sus dólares, claro que el día menos pensado, alguno de sus amigables perros le saque a la superficie el tesoro de ella, porque el término es relativo a cada uno,50, 100, 1.000 o 1:000.000 de dólares son distintos montos de tesoros, dependiendo de los recursos del propietario y los chorros se encuentren el botín sin seguir el hilo del zapato, serán felices sea cual sea el monto del tesoro.

A mí me pone muy nervioso cuando en la vecina Argentina estornudan, porque acá terminamos engripándonos.

Un señor mayor fue a un muy renombrado banco de plaza, en aquel entonces y con el producido de la venta de un campo de muy buenas dimensiones, lo fue a depositar y un amable gerente le dijo, pero por qué no los coloca en tal lado (una isla del Caribe) y este buen señor les regaló casi dos millones de dólares, por unos infames puntos más de intereses.

Todavía está esperando juntarse con ellos, por suerte tenía algún otro resto en otro lado.

Recuerdo en aquella crisis, que a pesar mío, tuve que ir a retirarle unos dinerillos en color verde a una señora al BROU, los cuales estaban a plazo fijo.

Lo hice discutiendo con ella, porque según mis teorías, de aquel entonces, en nuestro país no iba a pasar nada y pasó.

Por suerte esos dólares terminaron en una botella bien tapada, entre otro mundo de botellas, en el sótano de una casa, inundable, claro que las botellas flotaban y por su naturaleza son a prueba de agua.

Estuvieron más seguros en un sótano anegable que en el BROU, muy a pesar mío.

Este verano pasado vimos como andaban a las corridas en Argentina, porque el corral cambió varias veces de dueño, de derecha a izquierda o diestros que se hacen los zurdos para rascar mejor para adentro con otro cartel.

Empezaron a hablar del dólar blue, no sé bien si por su traducción a “azul” o a “triste”.

Antes al pan lo llamaban pan, pero ahora a lo negro le llaman azul o triste, como a Ud. le guste más la traducción.

Uno iba en Buenos Aires a cambiar cien dólares estadounidenses en la calle Florida, le preguntaban hasta que había comido la noche anterior, cuanto calzaba su abuela, y con muchos misterios le compraban sus dólares.

Claro que después la viuda vestida de negro, que el otro día se puso el sombrerito coqueto para ir a saludar a su previamente denostado Papa Francisco, el que ahora después de darle un besito a ella, no es tan podrido como ella decía o como tuvieron el toupet de hacerlo saber previamente al concilio que lo nombró.

Claro que el concilio los conocía más a ellos que ellos han caído en el colmo del mentiroso, de creerse sus propias mentiras.

Los términos “paralelo” y el “oficial”ya son históricos, porque para conseguirlo hay que ser amigote de la dama vestida de negro y de su clan.

La otra noche hablando con unos amigos me encontré con otro nombre de otra variedad de dólar argentino, “el dólar fuga”, que es aquel que ya viene prelavado y puede ser puesto en un lugar dentro o fuera de fronteras, pero está lejos del bien y del mal a la vista del gobierno.

Pero no nos quedemos cortos, porque el imaginario argentino no tiene límites, actualmente, en el mercado de divisas de dicho país pueden encontrarse10 cotizaciones diferentes para el dólar.

Esto fue motivado por el cepo cambiario a la moneda estadounidense y el incremento del 15 % a las compras realizadas con tarjetas de crédito y débito a cuenta de Ganancias y Bienes Personales.

En un programa dos reporteros, describieron cada uno de estos diferentes dólares, explicando sus diferentes valores.

Dólar oficial, sólo puede obtenerse si se necesita para realizar un viaje, con previa autorización de la AFIP. Cotiza $ 4,67.

Dólar “blue”,también conocido como dólar negro o paralelo, el que se consigue en el mercado idem. Cotiza $ 6,36.

Dólar gris, dólar fuga, también conocido como “contado con liqui”. Es el que usan las empresas para sacar fondos al exterior. Cotiza $ 6,61.

Dólar “green”,es el que comercializan los “arbolitos”, los clandestinos de la calle. Cotiza $ 6,56.

Dólar celeste,es el que se utiliza para operaciones inmobiliarias. Es un promedio entre el oficial y el “blue”. Cotiza $ 5,51.

Dólar Morenoes la cotización que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, odiado por todo el mundo por lo prepotente y alcahuete de los que mandan, sin distinción, le exigió a las casa de cambio que se implemente.

Pero no se puede conseguir dólares por ese valor. Cotiza $ 5,10.
Dólar soja, el dólar oficial menos las retenciones. Es el que se utiliza para las operaciones de soja y trigo. Cotiza $ 3,02.

Gracias a estas retenciones el agro nuestro ha mejorado sensiblemente.

Dólar turista, el dólar que surge del valor oficial del tipo de cambio, más el recargo del 15% impuesto por la AFIP por las compras con tarjetas de crédito y débito. Cotiza $ 5,51.

Dólar casino, tiene que ver con las operaciones que se utilizan casinos de Uruguay y Paraguay. Lo utilizan personas que compran fichas y luego las devuelven. Cotiza $ 5,51.

Dólar Brasil, es el valor con el que se consigue la divisa en dicho país pagando por pesos. Cotiza $ 8,40.

Las cotizaciones establecidas en este artículo valían al momento en que el mismo fue escrito, y el número de variables de los nombres de los distintos dólares en Argentina, dependen de la imaginación del pueblo argentino, que a pesar de las calenturas que se agarra a diario, tiene esa frescura para, por lo menos, en los nombres ser originales, que en el fondo también es una sonrisa, con poca esperanza, como quien dice si salimos del Patacón, es esta Dios proveerá.

Por favor hermanos argentinos, se os ruega, no toser, ni hacer un quintito de fiebre, porque acá, nos pueden terminar internando con triple pulmonía.

Les deseo sinceramente que les vaya lo mejor posible, porque somos el vagón de cola de esa economía de uno de los países más ricos del mundo, robado hasta el cansancio y como el Ave Fénix, siempre resurge de sus propias cenizas, hasta que viene algún otro avispado y la vuelve a prender fuego.