Dr. Garretón: Eliminar sus nombres

Es el 1er. Centro Internacional de DD.HH. de categoría 2. -“… se enfoca en el sur –explicó el magistrado español-, para el sur y como un faro, se pretende que, hacia otras partes del mundo para definir entre todos y entre todas las políticas de DD.HH., que afortunadamente, se están diseñando en esta parte del mundo en una forma proactiva y ejemplificadora para aquellos otros países y regiones que otrora, en algún momento, abanderaron esa lucha y ese reconocimiento”.

Hizo mención a cómo llegó a conocer los crímenes y el terror de las dictaduras del cono sur cuando tuvo la oportunidad de investigar los crímenes cometidos en Automotoras Orletti y la paradoja que, ahora la sede del Centro que dirige está en la que fuera la Escuela Mecánica de la Armada, el mayor centro de detención, tortura y desapariciones de Argentina y probablemente del cono sur, donde más de 5000 personas entraron detenidas y solo 163 salieron con vida.

Refiriéndose a nuestro país dijo que:- ” … Uruguay está en una línea ascendente en el ámbito de los DD.HH. aunque no todas las instituciones están a la altura histórica que exige la justicia y que exige la plenificación del derecho humano a la verdad, la justicia y la reparación por parte de las víctimas”. Elogió el esfuerzo que están haciendo fiscales, jueces y políticos en la lucha contra la impunidad y dijo también que internacionalmente algunas sentencias y resoluciones nos muestran que estamos en el lado correcto, en el lado de la defensa de las víctimas y en la lucha contra la impunidad.

Por su parte, el juez Roberto Garretón, señaló que todos los sudamericanos tenemos una gran deuda con Baltasar Garzón. Que unos de los días más felices de su vida fue cuando Joan Garcés lo llamó para avisarle de la detención de Pinochet y que eso se lo debemos a Garzón. Dijo que a partir de la detención de Pinochet se habían producido 2 efectos: el efecto Pinochet y el efecto Garzón.
El efecto Pinochet es, el que hace que desde ese entonces los criminales no se animen a viajar por miedo a ser detenidos. Puso el ejemplo de Fujimori, el ex dictador peruano, que se animó a viajar y ahora está preso y condenado.

El efecto Garzón, por su parte, dijo que era muy importante porque a partir de la decisión de encerrar al ex dictador chileno, los jueces “descubrieron” que se puede hacer justicia. En Chile, explicó, hay muchos militares procesados y encarcelados, gracias a que los jueces vieron que se puede juzgar a los criminales.
Refiriéndose a nuestro país puso como ejemplo el juicio contra Bordaberry, que dijo que parecía que iba ser un terremoto, pero que no hubo ningún terremoto, y que debemos estar contentos de que terminó sus días en prisión domiciliaria. Afirmó también que en Uruguay se sigue avanzando en busca de la justicia.

La Mesa Redonda

El rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, en su calidad de anfitrión abrió la mesa redonda dando la bienvenida a los ilustres ponentes y leyendo la declaración emitida por esa institución el 5 de marzo pasado sobre las perspectivas de la verdad y la justicia en materia de los atentados a los DD.HH. cometidos durante la dictadura.

Seguidamente tomó la palabra el Dr. Garretón que señaló que el distingue 4 tipos diferentes de impunidad. Una es la impunidad penal o judicial, que es la que está en cuestión en este momento, pero hay otras que también son muy importantes y no las tenemos en cuenta.

La impunidad política: las dictaduras comprenden asesinos, desaparacedores , torturadores, etc. y para ellos está el derecho penal y el derecho penal internacional, pero hay muchas personas que son tan responsables como ellos pero que no han cometido delitos, ministros, magistrados, personas que ejercen el poder, pero que una vez que desaparece la dictadura y llega la democracia aparecen como alcaldes, ministros, candidatos a la presidencia, “y eso a mí –expresó- me causa más dolor que el que estén libres los criminales que asesinaron, porque significa que para nosotros la democracia nos da lo mismo”.

Agregó que, toda violación de los DD.HH. tiene siempre 3 componentes: un hecho juzgado –secuestro, asesinato, tortura, etc.-; un hecho brutal, una cobardía, -el abuso del poder y la fuerza-, la impunidad garantizada -actuar obedeciendo órdenes con la garantía de que no les va a pasar nada-; y el tercer componente de todo crimen contra la humanidad: es la mentira, no hay crimen si mentira -no son verdad los desaparecidos, las torturas, etc-. … “eso no podemos dejarlo pasar, -afirmó-aunque el autor de la mentira no haya cometido delito, (el ministro de haciendo que da la platita para que los servicios de seguridad funcionen, o el ministro de trabajo que cambia los códigos y permite expulsar a cualquier opositor del puesto de trabajo, etc.) todas estas personas que tienen algún tipo de responsabilidad deben tener una inhabilitación perpetua para ejercer cualquier cargo público.

La impunidad moral: -“Todos se sienten salvadores de la patria, expresó, -no tengo nada de qué arrepentirme, hice lo que tenía que hacer, y el subordinado dice:”cumplí las instrucciones de mi jefe que me garantizó que no me iba a pasar nada, porque yo también cuando voy a matar a fulano, soy un héroe al servicio de la patria”. También tienen que tener las sanciones y las consecuencias del hecho que cometieron, no pueden quedar impunes”.

La impunidad histórica: es la impunidad del reconocimiento histórico, todos los dictadores quieren al terminar su mandato tener su estatua, o perpetuarse en calles, plazas, hospitales con sus nombres. Todos estos tipos de impunidad hay que eliminarlos absolutamente.

Ha señalado después que, en los 200 años de vida independiente de los países sudamericanos ha habido muchísimas dictaduras y que hasta ahora todas han terminado impunes, que los pueblos han comenzado a reclamar justicia recién después de los años ’70 del siglo pasado, que es un gran avance que estamos teniendo hoy en día el que se pueda juzgar a los criminales.

“En materia de justicia, -dijo- no deja de ser un progreso fantástico, que después que existe la escritura, 6.000 años, tengamos ahora la Corte Penal Internacional.

No nos habíamos dado cuenta hasta ahora, durante 6 milenios, que habían ciertos hechos que sobrepasan al delincuente que lo cometió, sobrepasan a la pequeña comunidad que es la de la víctima del delito cometido, sino que nos duele a todos, y por lo tanto todos tenemos que reaccionar con justicia”. Estos progresos que se van consiguiendo requieren ciertas conductas, –apuntó- los crímenes son imprescriptibles, no cabe amnistía alguna. Los juicios que se están haciendo por crímenes contra la humanidad, en varios países sudamericanos, todos los juicios incluyendo el juicio contra Pinochet, son los juicios más justos que existen, los criminales gozan de todas las garantías, aunque ellos no quieren garantías, quieren la impunidad. Agregó que Uruguay estaba un poco atrasado en esta materia en relación a Chile y Argentina.

Finalmente dijo que tenemos que mantener los progresos conseguidos en materia de DD.HH.

En clara alusión a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de trasladar a la jueza Mariana Mota y a las declaraciones del magistrado Ruibal, expresó: -“En esta materia la marcha atrás es inaceptable, la marcha atrás, si ya se ha avanzado en esta materia, no tiene ninguna justificación. Los crímenes son los mismos y por lo tanto a mi me parece que la legislación de los poderes de los jueces o cualquier otra fórmula que tenga por objeto paralizar los juicios, es un retroceso jurídico, político, moral y cultural. Porque tenemos que pensar que estamos construyendo entre todos los ciudadanos del mundo un mundo donde los dictadores y los criminales que trabajan para los dictadores no tengan espacio”.

Cerró el turno de ponencias el juez Garzón quién dijo que tenía todo el respeto institucional por la SCJ pero la discrepancia absoluta con los planteamientos jurídicos en la decisión de trasladar a la jueza Mota de juzgado. Dirigiéndose a la jueza Mariana Mota, presente en el acto y que había recibido una cerrada ovación en el momento de entrar al Paraninfo, dijo que como él no corre riesgo de que lo trasladen tiene la libertad de expresarse y señaló que no entiende: ..” Como es posible que se pueda sancionar a alguien por interpretar la ley de acuerdo con los estándares nacionales e internacionales incluso con precedente jurisprudencial del propio país”.

Ante la posible crítica que puedan sufrir sus palabras dijo que tiene derecho a hablar porque el es un ciudadano universal y las víctimas son universales y por lo tanto habla como víctima.

En referencia a la Ley de Caducidad, donde se dice que no se puede juzgar por delitos que no lo eran en el momento de cometerlos, dijo que Uruguay firmó el acta de la Declaración de Londres de 1945, por la que se crea el Estatuto del Tribunal de Nüremberg para juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el nazismo y por lo tanto: -… “Nadie en este país puede decir que Uruguay no reconocía los crímenes de lesa humanidad desde el momento que se firmó el estatuto de Nüremberg.”