Japón halla la eterna juventud

Científicos de Osaka, anunciaron en conferencia de prensa el descubrimiento de la proteína que creen es la causante del envejecimiento humano, y señalaron a la vez que están en condiciones de controlar su desarrollo. ¿Será la puerta a la vida eterna?

• Cometa Diablo pasa el 8 de abril
• La NASA en camino a Apofis el “Dios del caos”
• EEUU y Rusia continúan su sociedad en la Estación Espacial Internacional
• El futuro del automóvil eléctrico está en China
• Llegan los primeros impactos de la tormenta solar

La proteína “C1q” es una de las relacionadas con la protección del cuerpo frente a agentes exógenos y hasta hace poco tiempo se la creían vinculada exclusivamente a la conformación del sistema inmunológico humano.

Los japoneses contradijeron esta hipótesis y concluyeron evaluando que se trata de una proteína capaz de establecer pautas relacionadas con el envejecimiento del resto del cuerpo. Reconocieron no obstante que enfrentan un gran desafío secundario: la proteína puede ser controlada, pero al “adormecerla” también se bloquea parcialmente el sistema inmunológico del individuo en cuestión: de la fórmula para establecer un equilibrio entre ambos funcionamientos podría derivar el fármaco de la eterna juventud, afirman.

Coincidencia con biólogos norteamericanos
El estudio japonés se suma al realizado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, que avanzan en el análisis de un gen que permite a las células en general una supervivencia casi al doble de su tiempo de vida habitual.

El descubrimiento original fue realizado en 2011, por un equipo de biólogos que estudiaban células de levadura y su vínculo a los procesos de reproducción: las células pautadas por el envejecimiento replicativo, solamente pueden dividirse una determinada cantidad de veces, no más de 30 en general.

Las células viejas de levadura no se parecen a las jóvenes, en tanto adquieren estructuras anómalas en el nucleolo. Al activar uno de sus genes –el NDT80- los defectos del nucleolo se repararon, como lo hubiera hecho una célula joven, con lo que ésta vivió el doble de lo previsto.

Las anomalías del nucleolo, podrían ser la clave del envejecimiento celular, estudian ahora los técnicos.