La mano viene brava

La estructura de la sociedad está un poco o bastante, depende del poder de apreciación y la sensibilidad de cada uno, brava, pesada, espesa, dura, en una palabra la convivencia de los habitantes de nuestra sociedad está pasando por un período que podríamos llamar de los más críticos de nuestra historia, incluidas las guerras civiles, dictaduras y demás.

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La palabra crítico viene de crisis, efectivamente estamos viviendo una crisis en los valores de convivencia social.

Empezaremos de abajo hacia arriba

El futuro de nuestra sociedad, los más jóvenes, están pasando por una crisis, donde el sacrificio es tenido a menos y rascarse el ombligo, por unos sectores está mal visto y por otros es lo normal.

En una palabra se regala el pescado en vez de enseñarse a pescar.
Pero no todos piensan lo mismo, otros quieren ver los resultados de la compra diaria de pescado, para cuya adquisición ponen el dinero y el resultado no lo ven y otros se niegan bajo todo concepto a ir a la captura del pescado.

La estructura social cruje cuando un cuida coches, actividad lícita y reglamentada por la Intendencia, gana más que un obrero.

Otras actividades como la limpieza de los para brisas de los automóviles en los semáforos rinde más que otras tareas.

La simple manga en los semáforos o en la calle lisa y llanamente es una actividad que reditúa.

El que efectúa estas actividades ya sea el cuidado de los coches, el limpiado o no de los parabrisas y la simple manga la mayoría de las veces recibe una retribución mayor que por ejemplo un obrero de la construcción, que hace nueve horas diarias o más, teniendo al capataz o algún otro superintendente de la obra que lo controla en su rendimiento y si no satisface su labor, le liquidan el salario y el despido en el momento.

El grupo de referencia, no tiene capataz, ni supervisor alguno y es patrón de sí mismo, y si hay buen pique, trabaja muchas más horas y si no lo hay, se va al boliche, para la casa o donde se le cante, es un hombre libre, atado solamente por sus necesidades primarias.
El usuario del automotor, no necesariamente siempre es el dueño del vehículo, tiene que pagar la tarifa del estacionamiento, a la Intendencia. Otro hecho oneroso, por el mero hecho de arrimarse al cordón de la vereda, al cuida coches y a todos los malabaristas y limpiadores de vidrios que encuentra en su camino.

Si es, por ejemplo, un visitador médico, la empresa no le dará un centésimo para estos rubros, y si le roban las cosas que dejó adentro del automóvil, el cuida coches casualmente no estará y el responsable ante la empresa será el trabajador.
El BPS que es tan exigente con las empleadas domésticas, en cuanto a si están o no afiliadas, otra lucha que tiene que tener el patrón, que es por lo general un matrimonio con hijos chicos que tiene que delegar la función, para que se los cuiden, si no hay una suegra o una tía dispuesta a mano.

La primera en no querer estar afiliada al BPS es la empleada, y menos que menos, estar asegurada.
El empleado que en esta situación es patrono, tiene esa disyuntiva, y si comete la torpeza de no afiliarla al organismo previsional, en un supuesto caso de despido o cuando se enferme o se incapacite o se ponga vieja, se las verá negras y los montos suben como leche hervida.
Pero lo que más me preocupa en estos momentos, no es la gente trabajadora, sino la situación que se nos da cada vez más corriente, en que los delincuentes se están armando y los habitantes de nuestra sociedad también.

La gente ya no denuncia los robos, salvo que sea para cobrar el seguro, pero el robo tipo rastrillo o con poca violencia no se denuncia.

Los códigos del hampa tampoco se cumplen, porque hasta para ser un buen ladrón hay que cumplir con las reglas y hoy los ladrones viven de lo que roban pero son profesionales del delito, pero sin los valores del gremio de los chorros.

Tiran antes de que la víctima reaccione o se entere que va a ser robada, por las dudas o para achicar a los eventuales destinatarios de sus hechos.
Por lo general lo hacen por inexperiencia y miedo, como en los robos en casas en que orinan en los pisos, no lo hacen como los perros para marcar territorio, sino por el estado nervioso que están pasando.

La gente está tomando actitudes defensivas fuera de lo habitual o de lo que era normal.

Tenemos el caso del óptico que madrugó a los eventuales ladrones y terminó preso él por algún error que cometió, al manejar los hechos o alguna evidencia que no se ajustaba a la realidad.

A mi criterio el error mayor es ir armado, prefiero que me den una pateadura antes de comerme un garrón por meterle un tiro por equivocación o por nervios a un ladrón o a un inocente.

Antes decían a los hábiles declarantes, tire dos tiros uno, el primero, en la cabeza del delincuente y otro, el segundo, al techo, en ese orden y después declare que le dio la voz de alto y tiró al aire para amedrentarlo y ante la resistencia el otro tiro al cuerpo o a las piernas, con tan mala fortuna que le pegó en la cabeza.

Leí en la prensa que vecinos de El Prado y de Bella Italia salieron a la caza de rapiñeros en sus barrios, esto es de una gravedad no común.
Los únicos que pueden salir a detener delincuentes son la policía y no los vecinos, porque podemos estar cayendo en una figura muy difícil de controlar, la justicia por mano propia.
Te agarro, te resistís… y ahí viene el tiro.
Hablaba con una persona de nivel cultural no muy elevado, pero con la preparación suficiente (secundaria completa) y me dijo que era partidaria de la pena de muerte y me puso contra la pared al darme como ejemplo si me mataban a una de mis hijas.
En lo que me es personal, me produciría un daño irreparable, tanto en la persona de mi hija, como en lo espiritual, porque quedaría deshecho. Y en el momento de los hechos si estoy presente me tendrían que matar a mí también, porque la pelearía feo y podría llegar a un extremo indeseado.

Pero no confundo sanción penal con venganza, sé porque lo he leído que en otros lados del mundo la pena de muerte se aplica hasta para ilícitos económicos (China), pero mi formación es humanista.
Acá hubo tal vez un error legislativo al eliminar las medidas de seguridad no eliminativas y la pena máxima quedó en 30 años, que por buena conducta y estudios puede salir antes de prisión.
Antes eran 30 años de prisión más 15 de medidas de seguridad.
Con la nueva legislación con 15 o 20 años la arreglan los asesinos más sangrientos.

En Argentina existe de condena a prisión perpetua, pero paradójicamente, lo de perpetua, no es de por vida, sino que se sale antes por buena conducta y otros atenuantes, entonces la prisión por vida, como creen algunos, tampoco existe.
En España y en EE.UU. van sumando los delitos por años de pena imputables a cada uno y la condena puede ser tan absurda como 250 años de prisión.

Una de las teorías del por qué no la pena de muerte, está en que cuando el delincuente, sabe que será pasible de tal sanción, no tiene límite en su desenfreno criminal y sigue cometiendo homicidios, en una parafernalia de sangre, prefiriendo morir matando y peleando que lo saquen de una jaula para ajusticiarlo.
Otro caso que salió en la prensa estos días es de un muchacho que fue herido en una pierna, calculo que fue con una bala de calibre 22 forrada, porque son caminadoras por dentro del cuerpo y la bala lo recorrió por toda las zona ventral y se le alojó en el tórax.

Durante la segunda guerra mundial se utilizaban balas calibre 45 o 9 mm. para dejar seca a la víctima y que no siguiera avanzando.
Cuando el atentado a Reagan, utilizaron calibre 22, por la velocidad de la bala y todo lo que camina dentro del cuerpo, se comprobó que para ese fin era mucho más eficaz.

El Presidente se salvó, pero su Secretario quedó parapléjico e hirió a otras personas más.
Como el tema del Cerro, era por un ajuste de cuentas o algo similar, no lo llevaron a asistir médicamente y cuando lo llevaron a la Policlínica del lugar, por su estado fue derivado al Hospital Maciel donde murió a poco de ingresar.

Los médicos dicen que estaba podrido en vida, por el olor que emanaba de su cuerpo.

En la partida de defunción como causa de muerte dice: “se constata su fallecimiento por herida de bala en pierna izquierda con recorrido hasta el tórax. Olor fétido con tejido necrótico evolucionado”. .
La justicia por propia mano es lo menos deseable, en una sociedad civilizada como pretendemos que sea la nuestra.

Ahora se están aumentando las penas para los traficantes de pasta base y también hay un entendimiento por parte de la población que lo hará en un plebiscito, de bajar la edad de inimputabilidad penal.
Claro que este tema debe ser encarado en sus orígenes y no después que se llegó a estos extremos.