Midamos la vida
La vida no se mide anotando puntos, ni gramos, ni kilates, ni metros como otros elementos.La vida no se mide por el número de amigos que tienes o dejas de tener, ni por cómo te aceptan o te rechazan los otros.
No se mide según los planes de futuro lejano o de futuro próximo como pudiera ser el fin de semana próximo o por si te quedas en casa sólo.
No se mide según con quién sales, con quién solías salir o con quien podrías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, sigues saliendo o dejaste de salir, ni por si no has salido nunca con nadie.
No se mide por las personas que has besado o besarías.
No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca, año, modelo de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, porque la belleza o fealdad es interior, por la grifa de la ropa que llevas, ni por la marca de los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta o deja de gustarte.
La vida simplemente no es nada de eso.
La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.