Nació de nuevo

Por Andrea Silva

En esta oportunidad les contaré un episodio que sucedió la primera semana de julio, una anécdota, por lo pequeña, pero que, para un caballito anciano fue suficiente para salvar su vida.

Unos individuos llevaban de tiro un petizo atrás de su carro. Al llegar a un cruce de la Avda Mendoza el equino cayó desplomado como muerto. Pablo y Natalia, una pareja que vive frente al lugar donde sucedió esto, se apiadó de él y lo llevaron, como pudieron hasta el jardín de su casa y allí quedó tirado, absolutamente agotado.

Estos vecinos llamaron a Mary Brown de Animal Help, quien me alertó de lo sucedido para enviar de inmediato un veterinario. Eran las 20 hs y el Dr Gustavo Dittrich (quien, junto a su esposa, Lilián Ruiz, están al frente de la O.n.G Welly) había culminado su jornada, pero, como además de desempeñarse como veterinario en el Sanatorio Ecqus, es protector de animales de alma, sin dudarlo, se dirigió hacia donde estaba el caballo caído. Mientras tanto, los individuos volvieron por el equino y nosotros llamábamos a la Seccional 17 para proceder a una requisa por malos tratos.

La policía se presentó al poco tiempo y los que decían ser sus ” dueños ” desaparecían.
El Dr Dittrich le suministró antibiótico, calmante y vitaminas, ya que además de estar agotado, el animal estaba herido. Les sugerí a los solidarios vecinos taparlo con un mantel o nylon para protegerlo del frío y la lluvia…pasó toda una noche…

Al día siguiente, como era el día libre de Gustavo, y además Mary ya había hablado con el Dr Diego Caraballo para que también lo viera, el pequeño animal fue visitado por el mismo, quien luego de administrarle nuevos calmantes logró que al fin pudiera levantarse! Había que llevarlo a un lugar seguro y la O.n.G Welly se ofreció a albergarlo (orden judicial de custodia de por medio) y el pequeño equino en 24 hs, y luego de padecer vaya a saber cuantos martirios, cambió su vida 180 grados! Debo decir que nada es gratuito en esta vida, ni sucede porque si, este logro sucedió por la buena voluntad de una serie de personas que en forma sincronizada ofrecieron su tiempo y amor (porque sin amor no se cambian vidas) para que esto pasara.

Me siento orgullosa de ser fundadora, junto a las O.n.Gs que intervinieron en este caso y a la Dra Colombo, de la Federación uruguaya de proteccionistas de animales (F.U.P.A) ya que trabajando en conjunto se puede lograr en un día lo que llevaría quizá muchos más, trabajando cada O.n.G en forma solitaria.

Nunca fue más cierta la frase: ” La unión hace la fuerza”. Deseo agradecer especialmente a cada una de las personas de buena voluntad que intervinieron y que cambiaron para siempre la vida de un ser más, uno de los tantos desconocidos, ignorados, maltratados, abusados, que el destino (yo diría que Dios) puso frente a la casa de esta pareja, y que impulsó a la misma a ayudarlo y a su vez a solicitar ayuda, pero que no quedó indiferente frente al sufrimiento de un ser indefenso.
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