Se acabaron las vacaciones de verano

La amenaza de que desde Argentina no podrían venir por las restricciones para sacar dólares no se ha cumplido y han venido casi tantos argentinos como el año pasado que fue un año de récord de visitantes, eso sí, parece que han gastado menos.

Desde Brasil también nos visitan cada año más turistas buscando la tranquilidad de nuestras playas.

Menos mal que hay tanto turista incauto y mal informado, porque si miraran alguno de los informativos de los canales privados de televisión del Uruguay sabrían que vivimos rodeados de violencia, robos, muertes, que no podemos salir a la calle, que tenemos un panorama muy negro, con perdón, sin ninguna intención de ofender -todavía en el diccionario de la Real Academia la 13ª acepción de la palabra negro dice: infeliz, infausto y desventurado, mientras no la saquen creo que podemos seguir usándola siempre que aclaremos que no lo hacemos por racistas sino porque está en el diccionario- seguro que se iban a veranear a Sierra Leona o a Siria que deben ser países bastante más seguros que el nuestro.

Pero se ve que para estos despistados turistas seguimos siendo un pueblo hospitalario, un país tranquilo, un lugar ideal para pasar unas buenas vacaciones, aunque este año en Punta los amigos de lo ajeno se ensañaron con algunos turistas extranjeros. Debemos reconocer que sentimos mucha pena por aquellos pobres que habían dejado, como hace todo el mundo, unos cuantos millones en joyas en el zaguán del chalet y algún forajido entró sin que nadie se enterara -al parecer dejaron la puerta abierta, como es normal sobre todo si se han dejado joyas al alcance de la mano- y se las llevó. Menos mal que estaban aseguradas, pero: ¿y el valor sentimental?

Mientras tanto antes de terminar enero ya había comenzado el Carnaval, accidentado comienzo con suspensión incluida del desfile inaugural por culpa de una alerta de temporal, y lo mismo pasó días después en la segunda jornada de las llamadas, porque el tiempo no ha estado a altura de la temporada estival este año y hemos tenido temporales, días de frío, lluvia, vientos fuertes, que no solo han perjudicado a los carnavaleros, también han hecho perder cosechas y los precios de las frutas y las hortalizas se han ido por las nubes.

Menos mal que las pasividades aumentaron un 5% por encima de la inflación o lo que es lo mismo: los pensionistas y jubilados van a tener un aumento real del poder adquisitivo del 5%.

Con el aumento de los precios de la fruta y la verdura no sabemos si el aumento les habrá llegado para hacerle un regalito a su pareja, los que la tengan, el 14 de febrero, que resulta que es el día de los enamorados y hay que hacerle un regalito a la parienta y viceversa, aunque más bien es el día de los que no se acuerdan nunca de hacerle un regalito y ese día se resarcen y de paso ayudan un poquito a la economía; la economía de las tiendas, se entiende.

En la política también han pasado cosas, a la vuelta de las vacaciones el Pepe ha llamado al orden a los ministros y les ha dicho que los trapos sucios se lavan en casa y no en los medios de comunicación.

También se reunió con los intendentes de los 19 Departamentos en Anchorena y parece que se pusieron de acuerdo en muchas cosas, sobre todo en el desarrollo de la Universidad Tecnológica que se instalará en el interior y también en que se debe recaudar de alguna forma -y que tiene que venir de los terratenientes y no de los obreros- los 60 millones de dólares que se pensaban recaudar por medio del ICIR (Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales) y que se destinarían a la reparación y mantenimiento de la caminería rural, pero que la Suprema Corte de Justicia, atendiendo a la demanda de algunos de los que tenían que pagar dicho impuesto, declaró inconstitucional. Y es que los miembros de la SCJ se ve que han recargado las pilas bien en la Feria Judicial y han empezado el año haciéndose notar, después de declarar inconstitucional el ICIR, se pusieron a hacer cambio de jueces sacando de aquí y poniendo allá y en estas le tocó a la jueza Mariana Mota salir de la Justicia Penal e ingresar a un juzgado Civil, da la casualidad que esta jueza es la que ha procesado a los criminales de la dictadura, que llevaba varios casos relacionados con los Derechos Humanos y los crímenes de lesa humanidad perpetrados entre los años 1973 y 1985 y que muchos de estos casos estaban al amparo de la ley, nº 18831, interpretativa de la ley de caducidad, ley esta que la misma Suprema Corte de Justicia ha declarado inconstitucional en estos días. Así que terminamos febrero con la gente acompañando a la jueza Mota en su exilio forzoso de un juzgado a otro y con una concentración multitudinaria en la plaza Cagancha, delante de la sede de la Suprema Corte de Justicia, reclamando justicia y que se siga procesando a los culpables de los crímenes cometidos durante la dictadura.

Mientras la obra de teatro Antígona Oriental que es una denuncia de los abusos, torturas y crímenes perpetrados en las cárceles de la dictadura y que protagonizan 3 actores profesionales junto a varias mujeres víctimas del régimen, se va de gira por Europa actuando en varias ciudades españolas y alemanas.

Menos mal que dentro de un mes tenemos la Semana de Turismo para descansar y no estresarnos demasiado de la vuelta a la normalidad y a las clases, si es que comienzan las clases, porque parece que hay algunos maestros y profesores que están con ganas de empezar con huelga aunque el Pepe les haya pedido que no dejen a los gurises en pelota.

Después de Turismo empieza el año en Uruguay y entonces sí que tenemos 9 meses de trabajo por delante hasta que volvamos al calor, la playa, el relax y el reinado del Dios Momo.