26 abril 2024
CRÓNICAS

Y porque no a mí

El que sonríe porque al 99% de las personas no les pasa tal cosa, y el tipo, nunca piensa que él será integrante del uno por ciento.

No me vacuné contra la gripe, porque cada vez que me he vacunado me la agarro y no soy tipo de engriparme.

Así fue: Hay gente que parte de la base de que las cosas le pasan siempre a otros. Como el que cruza con la luz roja y lo levanta en el capot un auto, o que ese que viene con la capucha puesta hasta el pescuezo, podría ser un rapiñero, pero a mí por qué me va a tocar, y páfate, resultó homenajeado con una regia rapiña, a pesar de que dicen que cada vez hay menos, pero casualmente la ley de los grandes números, se confirma en los demás y no en uno.

Resulta que hace unos meses, me agarré una especie de gripe, con un quintito de fiebre una noche o dos y después apirético, y me pasé como tres meses, de la cama al sillón, del sillón a la computadora, de la computadora al sillón y del sillón a la cama, excepto mis salidas sociales, que consisten una vez por semana juntarme con mis amigotes, tomar un par de whikys y cenar.
Los domingos tomo un whisky al mediodía y nada más, servido por el que paga el whisky, que soy yo, por supuesto.

Todos me decían y ¿por qué no fuiste al médico?.

Por unos mocos y una tos, como tuve cientos de veces, mucho peores y me las he curado a la criolla, sin tomar nada.
Por las mías me tomaba antigripales a discreción y un jarabe antitusígeno, auto recetado y dale para adelante.

Caricatura tomada de Google

Cuando con mi presunta recuperación, entré en orden de vuelo, sentía como que las piernas me claudicaban, y andaba medio boleado como ñandú contra el alambrado.
En un corredor angosto, lo hacía de pared a pared y sin haber tomado nada.
Una noche cuando volví de mi reunión nocturna, creo que me reventé contra el piso, porque el ejército de salvación doméstico, me sacó de la posición antiestética y en forma un tanto airada mi naranja mitad se convirtió en una lima para hacer caipirinha y me arreó para la cama.
Al día siguiente, golpe de estado femenino en mi casa, esposa e hijas no residentes, pero constituidas a tal efecto, sin tratar de convencerme y a puro prepo conmigo a los empujones al médico.

Mi excelente médica, la primera vez que la veía, me homenajeó con un rezongo muy educado y light, por no haber ido por seis o siete años a los elementales controles, y me hizo pasar absolutamente por todas las máquinas existentes, desde la nuca hasta el mismo lugar donde Uds., piensan y me dio pase a todos mis queridos especialistas, que también me recibieron encantados, aunque ellos eran viejos conocidos y están más viejos nomás.
Mi excusa, no valedera, era que cada vez que me agarraba alguno de ellos, terminaba en el quirófano, siempre por cosas distintas y gracias a ellos estoy vivo.
Tengo un excelente sistema de salud, que no vende peces de colores, sino asistencia médica efectiva.

Y de mis fotografías del futuro apareció un pólipo que estaba residiendo en mi vejiga, gratis, sin pagar nada, de callado y a mi salud, el que no era el culpable de mis males, pero había que sacarlo y lo sacaron de apuro, sin desalojo, sino un lanzamiento a puro bisturí.
Con el control médico, sin automedicación y ajuste de la medicación normal mi estado de claudicación de mis extremidades al caminar y la sensación de vértigo, se me fue, no por obra del espíritu santo, sino por aflojar un medicamento amansa locos con el que me daba yo la biaba, por mi cuenta.

El tema lo encararon el 10 de noviembre con las fotografías de mi futuro y los análisis totales, el miércoles a media mañana me llamó el cirujano que a las 15:30 me intervenía, y el viernes a las 10 am me dieron de alta.
Fue una intervención muy entretenida, porque los cirujanos taparon de mi cara para adelante, pero yo, matrero viejo la vichaba por una pantalla que estaba a mis espaldas, torciendo el cogote.

Las piernas no fueron mías desde la inyección que me dieron en la zona de la columna unas jóvenes anestesistas muy simpáticas.

Vi como cortaban, y fileteaban al intruso, cauterizaban lo que sangraba, durante el rato que duró la operación.

La anestesia que me dieron, parece que dura más de lo que duran las epidurales comunes, y me explicaban que era una droga nueva u otra droga.
Estuve con cuerpo ajeno de la cintura al dedo gordo del pie, desde las 15:30 hasta las 23 hrs. o más.

El sábado desde mi casa fui a la fábrica de pastas a hacer compras y a los supermercados del barrio, notando que la libertad tiene su costo, porque cuando estaba internado comía como los reyes gratis, y en mi casa tuve que pagar yo.

En resumidas cuentas un tema que yo tenía en mi cuerpo sin saberlo, los médicos lo conocieron el 10 y el 30 de noviembre ya lo tenía resuelto y en mi casa.

Mentiría como el último mentiroso si me quejara que me dolió algo, simplemente, fue el minuto que demoró el enfermero en retirarme los 15 centímetros de sonda desde la vejiga a la salida, y un ardorcito suave cuando la primera micción después que me sacaron la sonda y expulsé un par de coágulos.

El cirujano, un hombre joven, excelente en lo suyo, la médica internista y las anestesistas, nurses y enfermeros, todos formidables en la atención y en el trato, donde el paciente es la vedette de la velada y ellos los encargados de que lo pasara lo mejor posible.

De ahí hasta acá, tomando cuatro o cinco litros de agua o más por día y los controles de rutina.

Estoy a la espera del resultado de la biopsia de lo que me sacaron, para saber si es Capricornio o Cáncer.

Pensé firmar este artículo como el Varón Domado, pero todo esto es circunstancial, y lentamente, tratare de volver por mis fueros, aunque me tienen sumamente controlado, la de la casa y las conexiones externas que llevan mi propio apellido.

Prometo no defraudar a los médicos y hacerme todos los controles que ellos me indiquen y usar de la rutina que me indique la excelente médica de cabecera.

En el peor de los casos, capaz que tal vez uds. amigos lectores se libran del tinterillo este que les llena las páginas de letras.

Que todo sea para bien….

2 comentarios en «Y porque no a mí»

  • Porr eso cada ve que me dicen de ir al medico brbrbrbrr tiemblo esa gente tiene una facilidad para encontrar cosas rotas como ningun mecanico.

  • Los medicos te llenan de medicamentos, te dan pase al especialista que te manda a sacar placas, y cuando te pasan al cirujano te espera con el cuchillo afilado y el ciclo se repite.

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